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De 'La Guerra del Fútbol' al 'Fútbol en guerra'
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Javier Gómez Matallanas

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De 'La Guerra del Fútbol' al 'Fútbol en guerra'

Todo parecía solucionado. La Guerra del Fútbol había tocado a su fin por el acuerdo entre Sogecable y Mediapro. Después de varios años de enfrentamiento total,

Todo parecía solucionado. La Guerra del Fútbol había tocado a su fin por el acuerdo entre Sogecable y Mediapro. Después de varios años de enfrentamiento total, de judicializar un conflicto que parecía no tener fin, con las posturas irreconciliables, la negociación entre Prisa y Jaume Roures llegó a buen puerto.

 

Había llegado la paz, cobrándose la cabeza de Javier Díez Polanco, que no tragaba con el pacto con Roures. Ese acuerdo con Mediapro salva a Prisa. Ya se verá si se trata de una fusión, de una absorción, si dominará Prisa o mandará Roures. Pero esa es otra historia.

Y en esa paz se encontraba el sector futbolístico en su apartado de derechos televisivos cuando llega la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) y anuncia su propuesta de resolución (realizada tras un minucioso estudio durante dos años por la Dirección de Investigación de este organismo), que aboga por limitar a tres años la duración de los contratos televisivos del fútbol, dos menos que la inmensa mayoría de los acuerdos firmados ahora, algo que supondría una catástrofe financiera para los equipos de fútbol. Y eso ha puesto en pie de guerra a los clubes de fútbol, cerrando todos filas en su patronal, la Liga de Fútbol Profesional.

Antes de que el fútbol se declare en guerra, Prisa estaba enfrascado en su guerra con Mediapro y no porfió como debía cuando se estaba instruyendo y preparando la propuesta de resolución. Como se había quedado sin la práctica totalidad de los derechos de los equipos, tampoco le importó lo que se decidiera en la CNC, pero ahora, con su unión con Mediapro le perjudica de igual manera como propietaria conjunta de los derechos.

La patronal del fútbol contra la CNC

 

La LFP realizará mañana su asamblea y adoptará medidas contra la iniciativa de la CNC, que considera inaceptable. La patronal del fútbol no descarta incluso parar la Liga si la CNC no desiste en sus intenciones, que no son inmediatas, pero que los clubes y sociedades anónimas deportivas no quieren que si quiera se planteen y por eso anunciarán medidas drásticas para iniciar la negociación de la posición más radical posible.

La LFP puede presentar ahora alegaciones, y tras estudiarlas, la Dirección de Investigación enviará la próxima semana su propuesta al consejo de la CNC, que tiene hasta septiembre para instruir el caso y cuenta con el plazo máximo hasta marzo de 2010 para tomar una decisión definitiva, aunque previsiblemente cerrará el expediente este mismo año.

La limitación a tres años como máximo de los contratos no es la única medida que atenta contra la economía del sector futbolístico. En la propuesta de resolución de la CNC también se declara contrario a competencia el derecho de oposición, medida aprobada en la asamblea de la LFP cuyo fin último es que todos los clubes cuenten con un contrato televisivo. Dice este organismo que ese derecho de oposición es contrario a derecho, pero la medida fue tomada de manera solidaria entre todos los clubes para forzar que todos los equipos de la Liga BBVA (Primera) y la Liga Adelante (Segunda) tuvieran su contrato televisivo, porque si no es así, los que si lo tienen pueden negarse a la retransmisión del partido alegando que su rival no tiene contrato alguno suscrito. Esta medida supone, implícitamente, dar posibilidad a la aplicación del derecho de arena que es la negociación individualizada sin necesidad de consentimiento del equipo visitante para la retransmisión, lo que supondría un cambio radical en el modelo de derechos televisivos y una hecatombe económica para los equipos (en Italia se aplicó y hubo que cambiarlo tras dos años de crisis imparable).

Las medidas que proponen la Comisión Nacional de la Competencia están planteadas teóricamente para defender a los equipos de fútbol, pero mañana en la Asamblea de la LFP se verá que todos por unanimidad están en contra de estas medidas, que no quieren que les defiendan de ese modo porque la competencia está garantizada y no corre peligro con este sistema español, que, aunque se compare con el modelo de la Premier League que se negocia de manera colectivo, es el mejor sistema para la mayoría de los clubes, según explica una fuente de la patronal del fútbol.

Respeto a los actuales contratos o no empieza la Liga

Aunque las medidas no se aplicarían, de aprobarse sin atender a las alegaciones, hasta la primavera de 2010 como máximo, la patronal del fútbol abre la vía a la negociación y a la acción política. Y lo hará poniéndose en la posición extrema y en la Asamblea de mañana todo indica que acordará la posibilidad de que no arranque la competición liguera como medida de presión. A partir de ahí se espera que se abra una negociación y las propuestas de los clubes pasarán porque las medidas propuestas sean de mayor flexibilidad y los clubes plantearán que se respeten y se permitan cumplir los cinco años firmados en los actuales contratos de los clubes con Mediapro, porque quedarían sin efecto los dos últimos años lo que supondría un colapso financiero de todos los equipos al romperse el modelo de amortización que se utiliza en el fútbol que se mueve en unos plazos de cuatro a cinco años. Que en caso de reducirse los nuevos contratos se haga a cuatro años, no a tres. Que se permita negociar el nuevo contrato cuando se quiera, no como indica esa resolución que obliga a hacerlo en el último año de contrato.

El fútbol está en un momento delicado y cambiar las normas de juego respecto a los derechos televisivos a mitad del partido supondría una crisis de incalculables consecuencias que podrían acabar con la mayoría de los equipos la Liga BBVA y la Liga Adelante. El Fútbol inicia mañana la guerra a través de la LFP, su patronal, y la Comisión Nacional de la Competencia, que no se mete en sectores como el cine o los toros, debe atender a las peticiones de los clubes porque si no empieza la Liga el próximo 30 de agosto se montará una buena en España. Porque, sin ánimo de hacer demagogia, a un aficionado al fútbol, y en España se cuentan por millones, si además de estar en paro se queda sin fútbol, le dejan sin su mejor aliciente para su ocio.

Todo parecía solucionado. La Guerra del Fútbol había tocado a su fin por el acuerdo entre Sogecable y Mediapro. Después de varios años de enfrentamiento total, de judicializar un conflicto que parecía no tener fin, con las posturas irreconciliables, la negociación entre Prisa y Jaume Roures llegó a buen puerto.

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