Los dueños del Atlético dan síntomas de fin de ciclo

La indignación generalizada que ha manifestado la afición del Atlético de Madrid tras la venta de Heitinga y el hecho de no fichar a nadie antes del cierre del mercado de fichajes ha hecho reflexionar a los dueños del Atlético de Madrid. Nunca antes, ni con el descenso a Segunda división, se habían mostrado tan enfadados los seguidores colchoneros.

 

Los foros atléticos más críticos con la gestión de Miguel Angel Gil Marín y Enrique Cerezo han seguido en su línea, pero se han sumado más atléticos que hasta hora no se manifestaban. En las redacciones de deportes de los medios de comunicación, y de los diarios deportivos, por supuesto, se han recibido cientos de mails de atléticos indignados, que se han sumado a los que periódicamente mandan los miembros de Señales de Humo (ver) o Colchoneros.com (ver) creciendo exponencialmente las opiniones contrarias a la gestión de los máximos accionistas del Club Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportiva.

Gil Marín y Cerezo son conscientes y palpan ese malestar de los aficionados. El escudo de García Pitarch, director deportivo del Atlético, que se ganó merecidamente las críticas por sus explicaciones a lo inexplicable en rueda de prensa, que fue obligado a ofrecer, no les ha valido para nada.

Hasta estos días, Gil Marín nunca se había planteado seriamente vender el Atlético de Madrid. Cerezo, tampoco. Pero ahora, fuentes cercanas a ambos, detectan que ambos, por diferentes motivos, se empiezan a plantear que el fin de su ciclo puede estar próximo. No hablan de corto, medio o largo plazo, pero sí de que son conscientes de que no son capaces de ilusionar a la afición del Atlético y que lo mejor puede ser su salida del club. Saben que los aficionados se han cansado ellos.

Otra cosa será que llegue un posible comprador. Hace dos meses, un empresario europeo multimillonario mandó un estudio para ver la posibilidad de acometer la compra del Club Atlético de Madrid Sociedad Anónima. Después de dos semanas analizando minuciosamente sus cuentas oficiales, el acuerdo para el traslado al estadio de La Peineta y el acuerdo para construir la ciudad deportiva de Alcorcón, decidieron que no era recomendable la compra del Atlético porque con los datos que manejaron el club colchonero valía cero euros.

Fuentes del Atlético aseguran que el club rojiblanco si cuenta con un valor en el mercado, pero los asesores de ese posible comprador consideran que con asumir la deuda que arrastra el conjunto colchonero sería suficiente para pagar el cambio de propiedad.

De momento, los dueños del Atlético están dando síntomas, según su entorno, de que ha llegado el fin de su ciclo al frente del club colchonero. Pero también piensan que con el paso de los días la indignación decrecerá y que los atléticos no mostrarán su enorme descontento en el próximo partido de Liga ante el Racing de Santander, que se celebra en el estadio Vicente Calderón.