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El intercambio Zlatan-Eto'o fue un trueque puro y duro
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Javier Gómez Matallanas

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El intercambio Zlatan-Eto'o fue un trueque puro y duro

En este verano que torna a su fin, se debatió mucho cuando se cerró el traspaso cruzado entre Barça e Inter que acabó con Samuel Eto'o

En este verano que torna a su fin, se debatió mucho cuando se cerró el traspaso cruzado entre Barça e Inter que acabó con Samuel Eto'o en Milán y Zlatan Ibrahimovic en Barcelona. Se criticó la operación recordando a Joan Laporta sus salidas de pata de banco contra Florentino Pérez por la enorme inversión que hizo para fichar a Cristiano Ronaldo y Kaká mientras él se gastaba también muchísimo dinero en el ‘crack’ sueco.

Se debatió también en el plano futbolístico sobre si el Barça perdía más con la salida de Eto'o de lo que ganaba con la llegada de Ibrahimovic. Pero en el plano económico, sin entrar en valoraciones técnicas, la operación fue un trueque hombre por hombre.

Dos expertos en transacciones entre clubes explican así la operación en términos económicos. Si el Barcelona llega a renovar a Eto'o debería haber aceptado sus pretensiones y le debería haber aumentado la ficha a 10 millones de euros netos, lo que suponía a las arcas del equipo azulgrana 14 millones y medio de euros, porque la fiscalidad para Eto'o es del 44%, ya que no se le aplica el 24% de la ‘Ley Beckham’ (algo injusto, muy injusto para los futbolistas ‘españoles’, pero muy beneficioso para nuestros clubes) al ser residente en España desde hace más de dos lustros.

El Barcelona hizo un contrato a Ibrahimovic por esos 10 millones de euros netos, por los que paga 12 millones y medio, al hacerse cargo de los impuestos del sueco que solo cotiza ese 24%, como Kaká, Cristiano y tantos otros, de la ‘Ley Beckham’. El coste entonces de Ibrahimovic para el Barcelona es de 65 millones y medio de euros (cifra resultante de multiplicar los 12’5 millones de euros anuales que le cuesta Ibrahimovic al Barça por los cinco años de contrato que firmó Zlatan).

El Inter de Milán ha puesto una ficha de 10 millones de euros netos a Samuel Eto'o, pero como la fiscalidad en Italia es del 51%, al conjunto italiano le cuesta 21 millones de euros al año el camerunés, que multiplicados por las cinco temporadas que firmó Samuel, dan un total de 105 millones de euros.

Si se restan a los 105 millones de euros que le cuesta Etoo al Inter los 62,5 millones de euros que le cuesta Ibrahimovic al Barça da una cifra de 42’5 millones de euros, la cantidad que el equipo de Laporta pagó al Inter por quedarse con Ibrahimovic.

O sea, que el Barcelona le ha pagado ‘la fiesta’ fiscal al Inter para que Eto'o cobre 10 millones de euros netos, se ha traído a un futbolista tasado en 65 millones de euros como Ibrahimovic, poniendo un valor de 20 millones a Etoo, una buena cantidad para un futbolista al que le restaba un año de contrato. Y además, se ha ahorrado 10 millones de euros, porque renovar a Etoo le suponía un coste de 72,5 millones de euros, por los 62,5 que debe pagar por y a Ibrahimovic en las cinco temporadas que ha firmado.

Estas claves económicas nunca se analizan periodísticamente porque no se suelen explicar por parte de las fuentes los mecanismos de funcionamiento financiero de los equipos de fútbol. Los fichajes se amortizan año a año con el salario del jugador y la cantidad de traspaso y así figuran en los balances los costes de los futbolistas. Quizás sea farragoso el baile de cifras, las multiplicaciones, restas y demás, pero, según los expertos en traspasos de futbolistas, la operación Eto'o-Ibrahimovic fue un trueque puro y duro.

En lo futbolístico, otro debate

Otra cosa es el debate futbolístico. Las consideraciones técnicas y tácticas de lo que pierde el Barcelona con la marcha de Samuel Eto'o y lo que gana con la llegada de Ibrahimovic. Ahí entran intangibles futbolísticos como el ambiente del vestuario que Samuel ha negado ayer que él enturbiara. En esos debates entra analizar el ‘feeling’ de Guardiola con el camerunés y la necesidad de Pep de renovar un grupo que lo ha ganado todo prescindiendo de una de sus mejores piezas, a quien no quería cuando llegó, por cierto, y luego utilizó. La dificultad de un entrenador que lo ha ganado todo en su primer año como entrenador de Primera es gestionar el éxito y no morir de éxito.

En esa lógica y necesaria discusión futbolística también se analiza la forma de presionar de Etoo, el primer defensa del Barça, en comparación a como realizará esa presión Zlatan. También se argumenta si Ibrahimovic hará más paredes y dará más asistencias a la segunda línea, a los fabulosos pequeñitos (Xavi, Iniesta y Messi) que el camerunés, que buscaba siempre portería. O si Etoo no tenía problemas para caer y jugar en banda mientras que Zlatan no tiene esas condiciones para hacer las veces de extremo.

Todo esto va dentro del debate futbolístico y el tiempo dará la razón a los críticos con la marcha de Eto'o o a los que alaban la llegada de Ibrahimovic, aunque a buen seguro que tanto Samuel como Zlatan rendirán a gran nivel en sus nuevos equipos y serán importantes y decisivos en San Siro y en el Nou Camp, estrellas en el Calcio y en la Liga.

Pero eso son debates futbolísticos apasionados, vitales e imprescindibles para el deporte rey. En el plano económico, la operación fue un trueque hombre por hombre. Eto'o por Ibrahimovic o Ibrahimovic por Eto'o. Esta noche la cosa cambia y es Samuel vs. Zlatan o Zlatan vs. Samuel. Antes, durante y después del partido de hoy de 'Champions' en San Siro, el debate está servido. ¡Y Mourinho se enfrenta a Guardiola! ¡Qué grande es el fútbol!

En este verano que torna a su fin, se debatió mucho cuando se cerró el traspaso cruzado entre Barça e Inter que acabó con Samuel Eto'o en Milán y Zlatan Ibrahimovic en Barcelona. Se criticó la operación recordando a Joan Laporta sus salidas de pata de banco contra Florentino Pérez por la enorme inversión que hizo para fichar a Cristiano Ronaldo y Kaká mientras él se gastaba también muchísimo dinero en el ‘crack’ sueco.

Zlatan Ibrahimovic Joan Laporta