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De usar el sistema del Barça a jugar como el Barça
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Javier Gómez Matallanas

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De usar el sistema del Barça a jugar como el Barça

El dibujo táctico de Pep Guardiola, ese 4-3-3 forjado por Johan Cruyff y extendido en La Masía, donde los chavales lo aprenden desde los 11 años,

El dibujo táctico de Pep Guardiola, ese 4-3-3 forjado por Johan Cruyff y extendido en La Masía, donde los chavales lo aprenden desde los 11 años, es el referente hoy de todos los equipos que aspiran a jugar bien al fútbol.

Pero no por el simple hecho de poner un sistema con interiores y extremos los equipos van a jugar de maravilla. Influye la calidad técnica y táctica de los futbolistas que lo conforman, que en el caso del Barcelona cuenta con los más cualificados del mundo. En el Barça cualquier canterano que sube al primer equipo juega de memoria porque lo hace así desde su más tierna infancia.

El Real Madrid también atesora una enorme calidad en su plantilla. Pero poner juntos a Xabi Alonso, de pivote, y a Gago y a Guti de interiores no te garantiza que el equipo blanco la empiece a tocar de maravilla y consiga la excelencia que ha vuelto a prometer Pellegrini (como ya hiciera Calderón al inicio de su convulso e inestable mandato).

Es cierto que el Real Madrid debe contar con un margen para la adaptación de sus nuevos jugadores, pero al ver cómo jugó el primer tiempo ante el Marsella, el equipo ofrece dudas del trabajo realizado por Pellegrini. El Real Madrid golea y no encaja goles, es cierto, pero el fútbol colectivo brilla por su ausencia en el conjunto merengue.

La enorme pegada que tiene en sus filas (ya la tenía en la etapa del Calderón, con mucho menos calidad, y le dio para ganar dos Ligas) provoca que el guión del partido se repita, ya sea el rival el modesto Xerez, el Tenerife o el Marsella. No juega bien, pero acaba goleando.

Ver a Xabi Alonso, Gago y Guti chocándose, buscando su sitio, estorbándose e incapaces de hacerse con el control de la pelota y combinar invita a reflexionar sobre la preparación de partidos que hace Pellegrini, sobre la traslación al partido del trabajo de los entrenamientos. Si pones esos tres centrocampistas, deberás trabajar con ellos, y con la terna de ataque, Kaká, Benzema y Cristiano Ronaldo, para automatizar los movimientos, algo que el Barcelona realiza de memoria.

Automatizar el talento

No es cuestión de automatizar el talento, se trata de dar un soporte para que las estrellas, con su libertad, su creatividad y su iniciativa individual, rindan para el equipo y su sacrificio defensivo, su manera de presionar, redunde en acciones ofensivas determinantes y, lo que es más importante, en un juego vistoso para el espectador, jalonado de toque, verticalidad y velocidad.

No es el Real Madrid el único que intenta imitar al Barça sin conseguirlo, porque no lo trabaja y porque no es nada sencillo. Abel en el Atlético también ha intentando poner un dibujo similar. O eso parecía en Oporto con el sistema que sacó, en el que sacrificó a Forlán detrás del lateral derecho, y Cleber Santana y Jurado no podían crear y se limitaban a tapar boquetes defensivos en el centro del campo...

Pellegrini llegó al Madrid con la intención de jugar el sistema 4-4-2 que utilizó cinco años en el Villarreal. Le convencieron, por los fichajes y por el 4-4-2, con cuatro atacantes se le transforma en un 4-2-4, que empleara el 4-2-3-1, pero ya se va decantando por poner solo a tres puntas y jugar con el 4-3-3. En ese dibujo entra Granero, pero el canterano pasó de titular en los dos últimos partidos ligueros paso a la grada en el choque de Champions, víctima clara de un castigo por irse antes de terminar el partido ante el Tenerife.

Pellegrini es un gran técnico y busca la excelencia en el Real Madrid. Lo conseguirá si trabaja bien al equipo. Si no, aunque gane y gane y golee y golee, será criticado. Eso es el peaje de entrenar al Real Madrid. Y como fallen los resultados, que parece imposible con esos pedazo de jugadores, Valdano igual tiene que ponerse el chándal de nuevo, una vieja idea de Florentino Pérez en su primera etapa que aún no ha descartado el presidente de su ordenada mente de Ingeniero de Caminos.

El dibujo táctico de Pep Guardiola, ese 4-3-3 forjado por Johan Cruyff y extendido en La Masía, donde los chavales lo aprenden desde los 11 años, es el referente hoy de todos los equipos que aspiran a jugar bien al fútbol.