Ramón Calderón y los asesinos de reputaciones

Ramón Calderón vive su realidad. El ex presidente del Real Madrid no entiende por qué tuvo que abandonar el conjunto blanco. Sólo la generosidad de Angel María Villar, que le dio la presidencia del Centenario de la RFEF (se cumplía en 2013 y Villar lo ha adelantado a 2009 porque le da la real gana), para “no dejarle tirado cuando todos le abandonaban”, permiten a Calderón reaparecer en escena de vez en cuando.

La última vez fue noticia porque había sido abucheado en un acto del Centenario. Ayer, Calderón aprovechó la gran afluencia mediática al Reencuentro Histórico montado por la RFEF de todos los internacionales (fallaron algunos como Butragueño, Kiko, Sanchis, Guardiola, Luis Enrique, Salgado o López, pero la respuesta fue muy amplia) para verse rodeado de nuevo de cámaras y micrófonos, escena que le agrada bastante y que echa de menos.

Ramón Calderón está convencido de que hubo una conspiración contra su persona, una persecución dirigida por no se sabe quién (entre líneas y en el fondo siempre apunta indirectamente al propio Florentino) y nunca reconoce ser el autor de errores que le obligaron a dimitir. En su realidad, sólo reconoce los aciertos del fichaje de Cristiano Ronaldo y que el Real Madrid es un ‘triturapersonas”.

"El presidente que está ahora acabó mal después de tres años donde no ganó nada y se tuvo que marchar, yo he tenido que hacer lo mismo porque era imposible seguir aguantando la presión, los insultos a mis hijos y mi mujer, las persecuciones, las intervenciones de teléfonos, los detectives privados". Así detalló Calderón ayer, con una media sonrisa de satisfacción al verse rodeado de periodistas, la teoría de la conspiración que defiende. Para señalar después  una mano negra: “Lo que ocurrió es evidente que no fue una casualidad".

“Asesinos de reputaciones, sois unos asesinos de reputaciones”. Así llama Ramón Calderón a los periodistas que fueron críticos y denunciaron las irregularidades durante su mandato (ahora todos le ponen verde pero durante los dos años y medio de su mandato se pueden contar con los dedos de una mano los que le criticaron). En la actualidad, la mayoría de los medios tratan igual de bien a Florentino Pérez que trataron a Calderón desde julio de 2006 a enero de 2009. La crítica brilla por su ausencia y sólo han arreciado fuertes ataques al equipo, y no a Florentino, tras la derrota del domingo ante el Sevilla.

Ramón Calderón se encuentra imputado en varios juzgados por las supuestas irregularidades que cometió en la presidencia del Real Madrid. Villar dijo que hasta que no le condenaran le iba a mantener en su puesto. Y así será porque probablemente no habrá sentencia antes de 2010, por lo que el Centenario ficticio de la RFEF terminará con Calderón de presidente. Precisamente, Calderón ha intentando suspender un juicio esta semana para ganar tiempo y evitar una posible condena, no vaya ser que se quedé sin la posibilidad que le brinda Villar y que tanto le agrada de atender a los medios.

Eso sí, a Villar le da lo mismo haber provocado la ruptura de las relaciones con el Real Madrid porque en el emotivo acto de ayer no hubo representación del club blanco. Estuvo Miguel Pardeza como ex internacional, no como director deportivo. Y no se vio por ningún lado a Emilio Butragueño, ni como ex internacional ni como el Héroe de Querétaro ni como responsables de relaciones institucionales del Real Madrid. Y, estando invitados todos los presidentes de los clubes, tampoco se pasó por la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El motivo: la presencia de Ramón Calderón, a quien, por cierto, quitaron del protocolo en el recibimiento a José Luis Rodríguez Zapatero, porque, probablemente, Moncloa no quería ninguna imagen del presidente del Gobierno con el ex presidente del Real Madrid. Todo por culpa de los asesinos de reputaciones.