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Se rompe la bicefalia que fagocita el Atletico
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Javier Gómez Matallanas

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Se rompe la bicefalia que fagocita el Atletico

"Yo no he fichado en mi vida a ningún jugador". Miguel Angel Gil Marín hacía esta confesión en un improvisado corrillo con periodistas que se montó

"Yo no he fichado en mi vida a ningún jugador". Miguel Angel Gil Marín hacía esta confesión en un improvisado corrillo con periodistas que se montó frente a la mesa en la que acababan de presentar a Jesús García Pitarch como director deportivo del Atlético de Madrid y a José María Amorrortu como director de la cantera colchonera. Aquella mañana de mayo de 2006, el consejero delegado del Atlético invitaba a uno de los periodistas, al que le faltó al respeto con una agresividad verbal inhabitual en él, a que le demostrara cuando había participado en cualquier contratación de un jugador.

 

Tres años después, Miguel Angel Gil Marín ha cedido todos los poderes en la parcela deportiva al presidente Enrique Cerezo. Ese traspaso de poderes evidencia que Gil Marín sí participaba en la contratación de jugadores y que Cerezo no tomaba decisión alguna esa parcela deportiva que ahora maneja.

 

Gil Marín lo anunció en Marca el pasado jueves, pero la noticia también se filtró a través de Cerezo a otros medios. Pero nadie se la cree. Todos en el entorno del Atlético, desde los aficionados a los propios jugadores, pasando por los periodistas, consideran que es una pantomima, el enésimo paripé de Miguel Angel Gil Marín, y que Cerezo no mandará jamás. Dicen que le hará creer que manda y luego el máximo accionista tomará las decisiones.

 

El hecho de que Jesús García Pitarch continúe como director deportivo con Enrique Cerezo de máximo responsable de la parcela deportiva demuestra, según los que ven el cambio de poderes como otra farsa más de 'Calam', como conocen sus íntimos a Gil Marín, que el presidente ni pincha ni corta por más que se haya anunciado que es el máximo responsable en la parcela deportiva.

 

Porque Pitarch es un hombre de Gil Marín y, sobre todo, porque Cerezo es el mayor crítico del director deportivo y no se sostiene que le mantenga en el cargo. Aseguran fuentes cercanas a Cerezo que mantiene a Pitarch en el cargo porque si le despide ahora se quedará sin varios refuerzos que tiene cerrados para el mercado de invierno.

 

¿Por qué nadie cree a Gil Marín?

 

A pesar de que la inmensa mayoría piensa que es un paripé de Gil Marín y hay indicios que lo pueden demostrar, yo personalmente pienso que es verdad, que a partir de ahora manda Enrique Cerezo. Además, creo que ya era hora que el presidente tenga una función ejecutiva. Y para demostrar que es verdad apunto fuentes cercanas a Miguel Angel Gil Marín que afirman que 'Calam' está enfrentado con Enrique y que por eso se ha quitado de en medio en la gestión deportiva.

 

La relación es muy tensa. Se ha roto la bicefalia (ver) gestora que ha fagocitado la grandeza histórica del Atlético de Madrid y le ha sumido en la mediocridad. Gil Marín, que está muy tocado por el informe elaborado por Fernando García Abasolo, tercer máximo accionista, al que tuvo acceso El Confidencial (ver), y por la entrevista que Abasolo concedió al diario As, asegura que no le quedaba otra salida porque Cerezo quería saber lo que iban haciendo y lo filtraba sistemáticamente a su amplia corte de periodistas.

 

Se ha visto obligado a dar un paso al costado porque sino tenía que romper definitivamente con el segundo máximo accionista, porque la relación se encuentra en su peor momento. Ya hubo un momento en que estuvieron muy mal, pero hicieron un paripé juntándose para Marca en un lujoso hotel madrileño y cerraron filas de manera ficticia. Pero parece que Miguel Angel y Enrique ahora no están para montar de nuevo numeritos de cara a la galería como aquel reportaje en el que posaban forzados para la foto.

 

Enrique Cerezo ya manda en la parcela deportiva y en la política informativa únicamente de la primera plantilla. Lo de meter a los ultras a reunirse con los jugadores se supone que es una decisión del presidente. Algo incomprensible. Pero habrá que darle cien días de margen para valorar su gestión, ahora que por primera vez desde que es presidente para tomar decisiones.

"Yo no he fichado en mi vida a ningún jugador". Miguel Angel Gil Marín hacía esta confesión en un improvisado corrillo con periodistas que se montó frente a la mesa en la que acababan de presentar a Jesús García Pitarch como director deportivo del Atlético de Madrid y a José María Amorrortu como director de la cantera colchonera. Aquella mañana de mayo de 2006, el consejero delegado del Atlético invitaba a uno de los periodistas, al que le faltó al respeto con una agresividad verbal inhabitual en él, a que le demostrara cuando había participado en cualquier contratación de un jugador.