Hacia una venta centralizada de los derechos televisivos

Mientras la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual, publicada en el BOE el 1 de abril y que entra en vigor en mayo, limita la duración de los contratos entre televisiones y clubes a cuatro años, la Comisión Nacional de la Competencia se despachaba el viernes limitando esa duración a tres años. Una decisión que deja inseguridad jurídica en el sector futbolístico que se puede tornar en insoportable y muy perjudicial.

Una vez superada la guerra de fútbol, con sus últimos coletazos en la vía judicial, la decisión de la CNC provoca una serie de interrogantes y de dudas entre los clubes de fútbol. Los hay que piensan en recurrir a todas las instancias judiciales esta resolución, llegando, si fuera necesario, hasta el Tribunal Constitucional.

En los tres últimos lustros los dos gobiernos que ha habido en España han legislado en materia de derechos televisivos contra los intereses de Prisa, que explotaba los derechos televisivos. Jaume Roures salió de Prisa y se esforzó en que Mediapro se quedara con todos los derechos, desencadenando esa guerra del fútbol en la que nadie ha ganado.

Ni los clubes con el aumento en sus emolumentos por esos derechos televisivos han resultado ganadores en esa guerra plagada de intereses cruzados, porque ahora la resolución de la CNC les deja en una situación inestable. Eso sí, cuentan con un tercer operador, que tiene preparado Javier Tebas, el multidisciplinar vicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional, para volver a encarecer el producto al aumentar al competencia.

Después de la polémica resolución de la CNC, todos los caminos conducen a una venta centralizada de los derechos televisivos, esa venta a la que se niegan rotundamente tanto el Real Madrid como el Barcelona, pero que se antoja la mejor salida y la mejor solución para la supervivencia del sector fútbol, enmarcado en la industria del ocio, y cuyo mayor volumen de ingresos llega de esos derechos televisivos.