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El 99-96, el adiós de Pellegrini y el pulso de Mourinho
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Javier Gómez Matallanas

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El 99-96, el adiós de Pellegrini y el pulso de Mourinho

99-96. No es el resultado de un partido de baloncesto. Esa es la diferencia de puntos entre Barcelona y Real Madrid. Hubiera sido más redondo un

99-96. No es el resultado de un partido de baloncesto. Esa es la diferencia de puntos entre Barcelona y Real Madrid. Hubiera sido más redondo un marcador 99-98, pero el Real Madrid acabó empatando en Málaga, dando la salvación al equipo presidido por un madridista como Fernando Sanz (estuvo bien Florentino felicitándole), aunque se la habría dado sobre la bocina el gol del malagueño Alexis al Tenerife en Mestalla. El Barça ha realizado una gran campaña liguera. Y el Madrid, también.

Guardiola ha continuando ganando. En su segunda temporada, ha reducido los títulos de seis a uno. Y Pellegrini ha hecho lo mismo que la pasada campaña Schuster y Juande: no ganar ni un título. De seis a uno y de cero a cero. Los madridistas más optimistas pueden hacer ese análisis, pero profundizando en la inversión realizada por el Real Madrid, y aunque el fútbol no sean matemáticas, ni gastar mucho dinero redunda siempre en la obtención de títulos, se antoja poco botín para un Madrid que pretendía hacer en un año lo que debía hacer en tres.

El Barça es justo vencedor y también lo habría sido el Madrid. Pero ha ganado de nuevo el Barça y eso supone la salida de Pellegrini. No habría seguido ni ganando la Liga BBVA, pero ya existe una coartada fundamentada -más que en la no victoria en el campeonato liguero- en los fiascos de la Copa del Rey y en la 'Champions League'. A los madridistas les escuece un poco menos la derrota porque el Barcelona no estará el próximo sábado en la final del Bernabéu, una ausencia que ha amainado la indignación por no ganar ni un título.

Quien si estará en la final de la Liga de Campeones que se disputa el sábado en Chamartín será, además de Robben y Sneijder, José Mourinho. El entrenador portugués ganó ayer la liga italiana y declaró que Italia no es su casa, anunciando que dejará el Inter, aunque afirmó que aún se encuentra lejos del Madrid. Puede que 'Mou' se sienta lejos porque busca ajustar flecos de su relación con el Madrid, respecto al organigrama, más que sobre plantilla y refuerzos o traspasos. O también.

Todo hace pensar que lo de Mourinho se encuentra acordado, por más que en la próximas semanas se inicie el debate sobre el futuro, según anunció anoche Valdano (¿trabajará Jorge con Mourinho?). Y que hasta después de la final de la 'Champions' no se anunciará. Eso parece. Aunque en el Madrid no todo es lo que parece.

99-96. No es el resultado de un partido de baloncesto. Esa es la diferencia de puntos entre Barcelona y Real Madrid. Hubiera sido más redondo un marcador 99-98, pero el Real Madrid acabó empatando en Málaga, dando la salvación al equipo presidido por un madridista como Fernando Sanz (estuvo bien Florentino felicitándole), aunque se la habría dado sobre la bocina el gol del malagueño Alexis al Tenerife en Mestalla. El Barça ha realizado una gran campaña liguera. Y el Madrid, también.

José Mourinho