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El gran gurú Guardiola vs. el gran provocador Mourinho
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Javier Gómez Matallanas

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El gran gurú Guardiola vs. el gran provocador Mourinho

La gran diferencia de este Barcelona del siglo XXI con el Barça del siglo XX es que en Canaletas ahora saben manejar las crisis. En otra

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El gran gurú Guardiola vs. el gran provocador Mourinho

La gran diferencia de este Barcelona del siglo XXI con el Barça del siglo XX es que en Canaletas ahora saben manejar las crisis. En otra época, si en el plazo de un año el conjunto barcelonista prescinde de su goleador (Eto’o) y de su sustituto (Ibrahimovic), se hubiera liado parda. Desde Madrid, incluso, se habría metido más caña al eterno rival. Pero en esta etapa, quizás por la mera presencia de Pep Guardiola, quien ha dejado incluso en un segundo plano a Johan Cruyff como ‘espíritu santo’ culé y se ha convertido en el gran gurú, todas las polémicas se superan con facilidad. Y hasta con naturalidad.

 

Zlatan Ibrahimovic se ha marchado dando coces. Llegaba con un currículo jalonado de movidas de tipo caprichoso y díscolo. Si la continuidad de Eto’o era una bomba en el vestuario, la llegada del sueco de ascendencia balcánica, garantizaba la bronca. Y así ha sido. Su mala relación con Messi y su nula vinculación al grupo controlado por Puyol, Xavi y Valdés, además de la llegada de Villa, recomendado y respaldado por esos campeones del mundo, ha provocado que Guardiola pidiera su baja a Rosell. Y Zlatan se ha ido rajando de Pep, algo que no se estila. Porque el nivel de crítica con Guardiola es bajísimo, probablemente merecidamente por haber ganado ocho de los diez títulos que ha disputado como entrenador de Primera. Aunque en su faceta de secretario técnico son lógicos los reproches (De Hleb a Ibrahimovic, pasando por Martín Cáceres y Chigrinsky).

Por su parte, el Real Madrid del siglo XXI se ha asemeja a ese Barça del siglo XX de la última etapa de Núñez de presidente y todo el mandato de Joan Gaspart. Con ese guerracivilismo latente por la etapa de Ramón Calderón en la presidencia, dominada por escándalos que muchos fueron magnificados con el fin de tirarle de la presidencia, en el Real Madrid hace años que no se manejan bien las crisis. Y eso que el guerracivilismo va amainando. Por poner un ejemplo, en la etapa calderoniana se criticaba que se fichara a un defensa treintañero o un jugador que acabase contrato pagando una cantidad media de dinero y esta misma temporada se han producido operaciones similares y nadie del bando de Calderón lo ha recordado para hacer mella a la gestión florentiniana.

Lo cierto es que las crisis se manejan mucho peor en los últimos años en el Madrid. El entorno madridista se ha convertido en algo similar al que existía en Can Barça cuando todo eran escándalos allí. Se machaca a un entrenador como Pellegrini toda una temporada y se obliga prácticamente a su destitución en una extorsión mediática con precedentes muy lejanos.

La llegada de Mourinho también se ha pensado para intentar cambiar la tendencia. Se espera en el Madrid que el portugués, además de absorber toda la presión y llevarse todos los palos para proteger a sus jugadores, como ha hecho en todos sus equipos, también canalice en su persona todas las crisis que afectan al club institucionalmente. Es otra prueba más para Mourinho, trascender a la caseta. De momento, en la primera temporada, José ya empezó atacando al Barcelona por el supuesto favor arbitral de los dos últimos lustros, prácticamente lo que llevamos de siglo XXI, con la frase “el Barça juega con once… Y muchas veces contra diez”. El debate arbitral ha sido el primero elegido por Mou para iniciar su estrategia. Veremos cómo le va al gran provocador que es Mourinho. A él y al Real Madrid, que aspira a mandarle las crisis de vuelta a Barcelona en el Puente Aéreo. Es una de las claves más importantes de la Liga BBVA.

La gran diferencia de este Barcelona del siglo XXI con el Barça del siglo XX es que en Canaletas ahora saben manejar las crisis. En otra época, si en el plazo de un año el conjunto barcelonista prescinde de su goleador (Eto’o) y de su sustituto (Ibrahimovic), se hubiera liado parda. Desde Madrid, incluso, se habría metido más caña al eterno rival. Pero en esta etapa, quizás por la mera presencia de Pep Guardiola, quien ha dejado incluso en un segundo plano a Johan Cruyff como ‘espíritu santo’ culé y se ha convertido en el gran gurú, todas las polémicas se superan con facilidad. Y hasta con naturalidad.

Pep Guardiola José Mourinho