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La cíclica autodestrucción del Barça
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Javier Gómez Matallanas

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La cíclica autodestrucción del Barça

Las declaraciones de Alfons Godall, exvicepresidente del FC Barcelona con Joan Laporta, han creado una crisis inesperada en Can Barça. Claramente, la intención del ex directivo

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La cíclica autodestrucción del Barça

Las declaraciones de Alfons Godall, exvicepresidente del FC Barcelona con Joan Laporta, han creado una crisis inesperada en Can Barça. Claramente, la intención del ex directivo barcelonista era criticar a Sandro Rosell por la pérdida de peso del club catalán en la Real Federación Española de Fútbol, pero no ha medido que su ataque ha provocado que en los éxitos de los últimos años se cierna una sospecha

Algo absolutamente innecesario, e injusto si nos referimos a lo estrictamente futbolístico porque el Barça ha sido el equipo que mejor ha jugado al fútbol y por eso ha ganado tanto y tan bien. Pero la aparición de Godall, afirmando que el apoyo de Joan Laporta a a Angel Villar en las disputadas elecciones presidenciales de 2004 ayudó al Barça. Albert Perrí

n, otro exvicepresidente de Laporta, ha insistido en los últimos días también en esa idea: "Hoy no pintamos nada en la RFEF. Ha costado muchos años tener un peso específico y en este último años se ha ido al garete", declaró en Onda Cero.

Estas afirmaciones de los ex directivos de Laporta fundamentan la 'teoría del Villaratoformulada en los últimos años por Alfredo Relaño, director de AS. Y aparecen justo en el momento en que en Barcelona se vuelven a quejar de los arbitrajes y en el Madrid, después de tirarse una campaña entera quejándose a través de Mourinho, hayan dejado de hacerlo. Coincide además con la aproximación de Florentino Pérez a Michel Platini, presidente de UEFA, y Ángel Villar, eterno presidente de la RFEF. Precisamente Florentino nunca había dado importancia al trato a las instituciones que rigen el fútbol. Y fue Florentino uno de los principales valedores del G-14, el grupo de clubes que intentó organizarse plantando cara a la UEFA, que se disolvió precisamente con la llegada de Ramón Calderón a la presidencia del Real Madrid, quien junto a Laporta, precisamente, se reintegraron en la disciplina de la UEFA.

A diferencia de Florentino Pérez, Sandro Rosell había estado vinculado al mundo del fútbol ante de acceder a la preside


Y sus primeras reivindicaciones en nombre de la ECA las realizó el pasado noviembre en Doha (Qatar) y solicitó la reducción de las grandes ligas a 16 equipos, además de defender y exigir el derecho de los clubes a cobrar dinero de FIFA por la cesión de jugadores a las selecciones nacionales. Hace tres semanas, transcendió un encuentro en un hotel madrileño entre Villar y Rosell. Se especuló que se había hablado de arbitrajes, pero ese encuentro se produjo días antes de una reunión de la ECA en Varsovia y el presidente de la RFEF -a la vez vicepresidente de UEFA y FIFA- pudo pedir a Rosell que no porfiara ni insistiera en las exigencias de la Asociación Europea de Fútbol de cobrar por la cesión de internacionales a las selecciones nacionales.ncia. Antes de ser vicepresidente del Barça con Joan Laporta, Rosell fue vicepresidente de Nike y consiguió que la marca deportiva redujera distancias sobre Adidas, la firma que dominaba el mercado del fútbol a nivel mundial. Al llegar a la presidencia del Barça, Rosell también ha optado por no dar importancia a FIFA, UEFA y RFEF. Además, se ha convertido en un activista de la ECA (la asociación de clubes europeos) que ha tomado el relevo del G-14. 

Cambio de roles con las instituciones futbolísticas

Es un hecho que Rosell no tiene la misma relación con la RFEF que la que mantenía Laporta. El actual presidente del Barça no ha asistido a ninguna junta directiva convocada por Villar, mientras su predecesor era un habitual. Y las conclusiones de que esa falta de relación ha provocado que el Barcelona pierda peso en la RFEF las han sacado públicamente Godall y Perrín, dos exvicepresidentes con Laporta. Pretendiendo atacar a Rosell le han hecho un daño enorme al Barça. No es la primera vez ni será la última que desde el propio entorno culé se hace daño al club. Históricamente el Barça se ha caracterizado por la autodestrucción. Las salidas por la puerta de atrás y con polémica de los 'cracks' que ha fichado, desde Maradona a Ronaldinho o Eto'o, pasando por Romario o Ronaldo.

Ha sucedido en toda su historia -como cuenta precisamente Alfredo Relaño en su libro 'Nacidos para incordiarse: un siglo de agravios entre Madrid y Barça'-, pero no hay que irse muy lejos para comprobar que el famoso entorno del FC Barcelona suele fomentar la autodestrucción de proyectos deportivos marcados por los éxitos. En pleno ciclo triunfal, cuando el Barça de Rijkaard, apoyado en Ronaldinho como mejor jugador del mundo del momento, junto a Eto'o y Deco rindiendo también al máximo nivel, con Leo Messi forjándose como el futbolista que ya es -probablemente el mejor de la historia del deporte rey- cuando el Barça logró su segunda Copa de Europa ante el Arsenal en París, permitió que esa generación de futbolistas degenerara y que el Madrid de Ramón Calderón ganara dos Ligas (la de Capello, una de la más emocionantes de la historia y la de Schuster, con una comodísima diferencia de puntos).

Luego llegó Pep Guardiola y el Barça recuperó el dominio del fútbol mundial con dos Copas de Europa más y otros dos Mundialitos de clubes, ganando 13 de los 16 títulos disputados desde que el de Sampedor se sentó en el banquillo culé. El Madrid fichó a Mourinho porque se encontraba en estado de excepción ante la avalancha y el dominio barcelonista y se abrazó al peculiar estilo del entrenador portugués -radicalmente opuesto al 'Libro Azul' que impuso Florentino cuando se hizo con la presidencia en el año 2000-. En su primer año, la presencia de Mou sólo le quitó la Copa del Rey y en esta segunda campaña parece tener la Liga en su mano. Pero el Barça está en la final de la Copa y sigue siendo el principal candidato, junto al propio Madrid, a ganar la que sería su quinta Copa de Europa.

Justo cuando Florentino deja de despreciar el fútbol y sus instituciones, justo cuando Mourinho deja de 'rajar' de los árbitros -porque ya considera que no le perjudican-, va Rosell y se pone a liderar las exigencias de los clubes a UEFA y FIFA. Y llegan dos exdirectivos de Laporta y para criticar al presidente del Barça avalan la 'teoría del Villarato'. La autodestrucción del Barça es ciclíca. ¿Influirá en la renovación de Guardiola? Veremos en breve.

Las declaraciones de Alfons Godall, exvicepresidente del FC Barcelona con Joan Laporta, han creado una crisis inesperada en Can Barça. Claramente, la intención del ex directivo barcelonista era criticar a Sandro Rosell por la pérdida de peso del club catalán en la Real Federación Española de Fútbol, pero no ha medido que su ataque ha provocado que en los éxitos de los últimos años se cierna una sospecha