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Los equipos que se dejen ganar tienen pena de cárcel
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Javier Gómez Matallanas

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Los equipos que se dejen ganar tienen pena de cárcel

En el tramo final de todas las temporadas empiezan a circular los famosos maletines para amañar partidos. Los equipos se juegan mucho, especialmente los que pelean

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Los equipos que se dejen ganar tienen pena de cárcel

En el tramo final de todas las temporadas empiezan a circular los famosos maletines para amañar partidos. Los equipos se juegan mucho, especialmente los que pelean por evitar el descenso y los que aspiran a meterse en puestos Champions y de Europa League, y la mayoría echan el resto por evitar el desastre y conseguir su objetivo. Y se empiezan a ver resultados previsibles o extraños. Las primas a terceros son una práctica habitual y son aceptadas socialmente cuando se incentiva a esos terceros por ganar, por cumplir su obligación de ganar su partido. 

La situación ha cambiado desde diciembre de 2010 porque entonces se modificó un artículo del Código Penal español, el 286 bis 4, y las primas a terceros por ganar ya son delito. En este artículo se castiga a los directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva, así como a los deportistas, árbitros o jueces, respecto de aquellas conductas que tengan por finalidad “predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales”. La pena impuesta si se demuestra que se ha amañado un partido oscila entre los seis y los cuatro años de prisión.

Desde que entró en vigor este artículo no se ha denunciado ningún caso de fraude deportivo. Hubo indicios al final de la campaña pasada en los partidos de descenso a Segunda y puede haber pruebas de que se primase a algún equipo por perder (con transferencias bancarias que lo demostrarían), pero, de momento, la Fiscalía Anticorrupción no ha actuado. Ahora el que incentive a otro por perder o empatar y el que se dejé incentivar comete un delito con pena de cárcel. Lo que no queda claro con la modificación del Código Penal es si primar por ganar es delito, aunque algunos juristas aseguran que no se puede considerar fraude deportivo porque todo equipo juega para ganar y ese incentivo no predeterminaría o alteraría el resultado del encuentro. 

Los secretos de vestuario se convierten en divertidas anécdotas con el paso de los años. Y en el mundo del fútbol, los protagonistas cuentan años después esas primas recibidas. En todos los casos que se describen se tratan de primas por ganar, nunca transcienden las que se han percibido por perder o empatar, que también las hubo, las hay y las habrá. Antiguamente únicamente primaban los equipos implicados, pero desde la proliferación de las apuestas, se han dado casos ya en otros países de personas ajenas a las clubes que han intentando alterar los resultados para sacar partido económico de su pronóstico en las apuestas.

Sin necesidad de ir más lejos: el empate sin goles de este domingo entre Mallorca y Granada dejó un regusto raro a los que siguieron el partido por televisión. Tanto al conjunto balear como al andaluz les venía bien sumar un puntito. No se trata de un ejemplo de manual porque probablemente no hubo ningún acuerdo crematístico de por medio e imperó el sentido común entre los jugadores de ambos equipos. Pero el run run ya empieza a sonar en los mentideros futbolísticos desde hace semanas y puede haber varios equipos implicados en el descenso que ya están haciendo movimientos para incentivar a terceros para que venzan a sus rivales. Hubo un equipo que vivió años de hacer estas prácticas. 

Su anterior propietario era un artista y empezaba a primar desde el principio del campeonato. Eran primas por ganar a un tercero, que se multiplicaban en caso de que el equipo que pagaba consiguiera el ascenso o la salvación, que en ambas situaciones estuvo, dándose la paradoja de que cuando ese equipo al que habían primado por ganar se enfrentaba al equipo ‘primador’ se podía ver en la tesitura de pensar en dejarse ganar porque ese resultado provocaba que la prima inicial aumentara si el equipo que le primó por ganar lograba el objetivo de la salvación o del ascenso. Aquel dueño se marchó y ese equipo ahora no se dedica a eso y está haciendo la mejor temporada de su historia.

En el tramo final de todas las temporadas empiezan a circular los famosos maletines para amañar partidos. Los equipos se juegan mucho, especialmente los que pelean por evitar el descenso y los que aspiran a meterse en puestos Champions y de Europa League, y la mayoría echan el resto por evitar el desastre y conseguir su objetivo. Y se empiezan a ver resultados previsibles o extraños. Las primas a terceros son una práctica habitual y son aceptadas socialmente cuando se incentiva a esos terceros por ganar, por cumplir su obligación de ganar su partido.