El Barça de Tito depende más de Messi que el Barça de Guardiola

El Barcelona está protagonizando un espectacular arranque de temporada en la Liga BBVA a nivel de resultados. Ha igualado el mejor arranque histórico del campeonato que poseía el Madrid con Antic. Pero a nivel de juego el Barça se muestra mucho menos consistente en su juego desde que Tito Vilanova se ha puesto al frente del equipo. Leo Messi ha sido decisivo en el Barça en los últimos años, pero desde la salida de Guardiola el argentino es aun más decisivo y el Barça saca muchos triunfos gracias a su estrella.

El Barça de Vilanova no presiona ni asfixia al rival en la salida del balón como hacía con Guardiola. El Barça de Tito se repliega más y no busca al contrario en su área. En la etapa de Pep era poco habitual que los contrarios quitaran la posesión del balón al conjunto azulgrana y esta campaña cuentan con la pelota en mayor porcentaje, como sucedió el pasado sábado ante el Zaragoza y en varios partidos durante esta temporada. Y es entonces, cuando al Barcelona se le ve un conjunto más terrenal y vulnerable, cuando los contarios no concretan las ocasiones que consiguen tener en mayor medida que en campañas anteriores, cuando Messi desequilibra con sus goles, rematando desde fuera del área como si lanzara un penalti.

Es cierto que las bajas que ha venido arrastrando en defensa Tito Vilanova, que no ha podido contar muchas semanas con Puyol y Piqué en el centro de la zaga, ha podido provocar que al Barcelona le creen más ocasiones y le marquen más goles, que no han redundado en pérdida de puntos salvo el empate que sacó el Madrid en el Camp Nou. Habrá que ver con los centrales titulares recuperados sí el Barça vuelve a defender al mismo nivel de los últimos años, empezando la defensa por la presión de los delanteros en campo contrario, en el mismo área del rival.

Si recupera su solvencia y empieza a dar de nuevo esa sensación de consistencia, será casi imposible que baje de lo más alto de la tabla, porque si no ha perdido puntos en partidos en los que ha estado más cerca del empate y de la derrota incluso que de la derrota, se antoja complicado que tropiece. 

Pero al margen de los excelentes resultados, las sensaciones que ofrece el Barcelona no son tan buenas y su juego no es tan espectacular ni solvente ni avasallador como lo era con Pep Guardiola. Y eso que en el manejo del grupo, en la política de rotaciones, Vilanova está demostrando ser capaz de realizar una buena dirección de equipo. Tito debe manejar la patata caliente del evidente desencuentro entre Villa y Messi, de la renovación del argentino, de la excesiva dosificación de Iniesta, del empuje de Cesc, del rendimiento irregular de Alexis y del paulatino y lógico declive de Alves.

Si jugando sin brillo y sin conseguir tanta diferencia con los rivales ha igualado el mejor arranque liguero de la historia, se supone que cuando mejore su juegue nadie le podrá parar. Eso sí, el Barça de Tito tiene una mayor dependencia de Leo Messi. Pero igual que puede mantener su magnífica trayectoria liguera también puede dejarse puntos en cualquier partido, porque su juego irregular y por una simple cuestión de estadística.  El Barça de Tito va de record, pero su juego, hasta la fecha, no es tan bueno como el de Guardiola y depende mucho más de Leo Messi.