Florentino afronta unas elecciones muy distanciado de Mourinho y Cristiano

La coyuntura de malos resultados que vive el Real Madrid en la Liga (en otras épocas, o siempre históricamente, llegar a diciembre a 11 puntos del Barcelona ponía al entrenador de turno en una situación más que complicada) sería más o menos anecdótica si no se celebraran elecciones a la presidencia del club el próximo mes de junio. Cuando el Madrid ganó la séptima y la octava Copa de Europa su papel en la Liga no fue nada bueno. Eso sucedería si esta campaña al fin consigue ganar la Décima que persigue desde 2002 (desde entonces el Barça ha ganado su segunda, su tercera y su cuarta Champions League). Pero ya existe el precedente de que un presidente flamante campeón de Europa perdiese las elecciones un mes después (Lorenzo Sanz en 2000, año en el que ganó los comicios Florentino Pérez).

Según informaciones de ‘El País’ y ‘El Mundo’ de la pasada semana, la relación entre Florentino Pérez y José Mourinho se ha resquebrajado y su distancia es evidente. No le ha bastado al entrenador portugués que el presidente le haya otorgado la mayor cuota de poder que ha dado a ningún técnico nunca. No le ha valido a ‘Mou’ que echara a Valdano porque así lo quería él. En los tres años que lleva al frente del Madrid ha amenazado con marcharse. Y, según fuentes próximas a Florentino, al presidente tampoco le importaría ya demasiado que cumpliera su amenaza.

Se queja Mourinho de que el único que da la cara en el club es él, dejando en evidencia que Miguel Pardeza y Emilio Butragueño no pintan nada para él. Asegura ‘Mou’ que él no es el mánager general y circunscribe sus funciones al primer equipo cuando ataca públicamente a Alberto Toril, entrenador del filial, cuando si quería atacar a Ramón Martínez, Pardeza o a ‘El Buitre’, como se ha dicho en otros foros, lo habría hecho poniendo nombres y apellidos. Y ha solicitado la llegada de Fernando Hierro, según informó el diario ‘As’, obteniendo la negativa del presidente por su sabida mala relación con el excapitán del Real Madrid y exdirector deportivo de la Real Federación Española de Fútbol.

La relación con el vestuario del entrenador también se ha deteriorado. Le quedan pocos fieles, exceptuando al espartano Arbeloa y pocos más. En otra situación, Mourinho estaría en el disparadero, pero su altísimo finiquito (ya pagó el Madrid por su fichaje 16 millones de euros al Inter de Milán) hacen suponer que su continuidad no corre peligro ni aún con un resultado negativo contra el Atlético de Madrid, otrora eterno rival y ahora un rival muy accesible, ya que no ha perdido con los colchoneros en los últimos tres lustros.

Florentino Pérez se marchó de la presidencia en febrero de 2006 reconociendo que le había dado todo el poder y había consentido demasiado a sus ‘galácticos’. En esta segunda etapa ha dado todo el poder a Mourinho (algo que no considera suficiente el portugués que quiere más y más). Florentino no se va a marchar ahora e intentará salir reelegido dentro de siete meses en unas elecciones que parece que se van a celebrar porque ya hay, al menos, dos socios, que cumplen las nuevas condiciones de los estatutos del Real Madrid al tener 20 años de antigüedad y contar con 80 millones de euros para avalar, que se están planteando presentarse. Antes de las elecciones, Florentino buscará la salida de Kaká en este mes de enero, para evitar que utilicen como un arma arrojadiza en la campaña electoral el fichaje del brasileño, a quien ‘Mou’ no da ni pelota pese a haber demostrado estar en franca mejoría. Y también debe arreglar su relación con Cristiano Ronaldo, porque el astro portugués ha decidido marcharse a final de temporada porque está decepcionado por el trato que le dispensa el presidente. ¿Votarían Mourinho y Cristiano a Florentino en las próximas elecciones? A día de hoy no.