A Florentino le vendrían bien unas elecciones

En unos días, Florentino Pérez cumple el mandato de cuatro años como presidente del Real Madrid. En esta segunda etapa al frente del club de Concha Espina, que se inició en junio de 2009 sin que hubiera elecciones por ausencia de candidatos, no ha conseguido los objetivos que se marcó y que prometió en aquella campaña electoral. "Hay que hacer en un año lo de tres", fue su frase más repetida. 

Y en cuatro años apenas ha conseguido tan sólo tres títulos (Liga, Copa y Supercopa de España) por cinco títulos que ha conseguido en el mismo periodo su 'eterno rival' de la capital, el Atlético de Madrid (dos Supercopas de Euroa, dos Europa Leagues y una Copa del Rey); y, eso, por no hablar del Barça (tres Ligas, una Champions, un Mundialito de Clubes, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y dos Supercopas de España desde que regresó Florentino a la presidencia en 2009).

Lo más probable es que, salvo sorpresa de última hora, no haya elecciones y Florentino vuelva a ganar por incomparecencia de candidatos. Con la modificación de los estatutos de las condiciones para poder presentarse a las elecciones presidenciales del Real Madrid (pasar de 10 a 20 años la antigüedad de socio del candidatable y avalar unos 80 millones de euros), Florentino se dejó a sí mismo prácticamente como candidato único. 

Para el Real Madrid sería bueno que hubiera elecciones. Florentino probablemente arrasaría y ganaría a la búlgara (con el voto por correo, por supuesto), pero sería bueno para él que escuchase en un debate lo que ha hecho mal en esta segunda etapa. Si en la primera etapa galáctica dio la espantada porque, según reconoció, había mimado a los jugadores en exceso, en esta segunda etapa ha dado todo el poder a un entrenador como José Mourinho, un ganador que siempre ha ganado en todos los lugares que ha entrenado (Oporto, Londres y Milán) creando conflictos con propios y extraños. Esa es su manera de ganar y no es problema de Mou, si no de quien le ficha, porque Mou ha seguido siendo Mou en el Madrid. Valía todo para frenar al mejor Barça de la historia. Pero el Barça ha vuelto a ser campeón de Liga esta campaña.

Tirar de números y contar la cantidad de dinero que el Real Madrid ha gastado en fichajes y en entrenadores los cuatro últimos años para ganar una Liga, un Copa y una Supercopa de España y para conseguir la mayor división del madridismo (los hay de Iker y los hay de Mou, y entre ellos se enfrentan, sin que nadie del club defienda al capitán y con el presidente alabando a Mourinho desde que ha llegado en sus escasas comparecencias públicas) sería un ejercicio sencillo, sin entrar en la demagogia, para cualquier candidato. Sólo en dos cláusulas de entrenadores se ha gastado 21 millones de euros, 5 por Pellegrini y 16 por Mourinho (pagó 11 y se aplazó la otra cantidad a cuando haya una operación entre Madrid e Inter). Lo del fichaje de Kaká (67 millones de euros) sería un arma arrojadiza en un posible debate (como lo fue Robben por sus lesiones por parte de la oposición florentinista en la anterior etapa presidencial). 

El Madrid ha invertido una ingente cantidad de dinero con muy poco rédito en títulos (Mou es el peor entrenador de la historia del Madrid en cuanto a títulos de los que han estado un trienio, según un informe de Míster Chip). Y hay que recordar que Florentino no ha puesto ni un euro para fichar a ningún jugador en el Madrid (no lo puso entre 2000 y 2006 ni entre 2009 y 2013): el dinero sale de las arcas del Madrid y ningún presidente pone dinero por presidir un club de socios que fue elegido el mejor club deportivo del siglo XX, justo antes de la llegada de Florentino a la presencia en 2000. A Florentino le vendría bien que hubiera elecciones. Pero parece que no habrá. Y eso sería malo para el Madrid. Y para Florentino.