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Villar debe modernizar el arbitraje: Iturralde y Velasco Carballo, la savia nueva
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Javier Gómez Matallanas

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Villar debe modernizar el arbitraje: Iturralde y Velasco Carballo, la savia nueva

El presidente de la RFEF ha pedido a Sánchez Arminio que siga al frente de los árbitros cuatro años más. El cántabro tenía pensado dejarlo y dar paso a savia nueva en la persona de Velasco Carballo

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El arbitraje español necesita un cambio de estructura. Necesita una reforma para que el colectivo arbitral pegue un salto de calidad y mejore la Liga española. Con Victoriano Sánchez Arminio al frente del Comité Técnico de Árbitros se antoja complicado hacer una revolución. Con el excolegiado cántabro como jefe de los árbitros ha habido una evolución en el arbitraje y mejoras comprobables como la desaparición de los árbitros con barriga y con el trote cochinero, que decía Supergarcía. La profesionalización de los árbitros también es algo positivo que ha mejorado el nivel de arbitraje.

Ángel María Villar ha pedido a Sánchez Arminio que continúe al frente de los árbitros cuatro años más, los de su próxima legislatura ya que, salvo sorpresa que ahora mismo ni se imagina, será reelegido por séptima vez en 2016 como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Sánchez Arminio tenía pensado dejarlo y dar paso a savia nueva en la persona de Velasco Carballo, pero ante la petición de Villar ha cambiado de opinión y seguirá.

De cara a la próxima temporada, sin mayor demora, Sánchez Arminio debería tomar una serie de decisiones encaminadas a mejorar el nivel del arbitraje español. La primera pasa por cambiar al cuarto árbitro y que en lugar de un colegiado de Segunda división B sea un árbitro de Primera división el que ejerza esta laborEn una Liga tan profesionalizada como la española no es de recibo que sea un amateur quien controle las áreas técnicas de los Ancelotti, Simeone, Luis Enrique, Nuno, Emery y compañía. Un árbitro de primera como cuarto árbitro, como sucede en las competiciones de UEFA y FIFA, impone mayor respeto a los entrenadores y resto de habitantes de los banquillos. Especialmente si les recuerda que en un par de semanas el que va arbitrarle desde el campo es él…

Dentro del profesionalismo (sólo se dedican al arbitraje y están bien pagados) habría que montar reuniones cada lunes entre todos los árbitros para repasar los errores y aciertos de cada jornada. Lo suyo sería traer a todos los árbitros a Madrid cada semana y reunirlos para mostrarle las jugadas polémicas y que ellos mismos expliquen por quépitaron una cosa o la otra. También se podría imitar el modelo inglés y poner en común en una intranet privada, de uso exclusivo por los árbitros, las jugadas polémicas con la explicación de cuál debía haber sido la decisión correcta tomada.

Unos métodos rudimentarios

Otro punto a mejorar es la modernización técnica de la dirección técnica del Comité Nacional de Árbitros. No puede ser que en pleno auge de las nuevas tecnologías, Manuel Díaz Vega utilice métodos rudimentarios y artesanales para montar los vídeos que exhibe a los colegiados las pocas veces que se ve con ellos durante la temporada. Existen medios más modernos que los que utiliza Díaz Vega para montar las jugadas de una forma más práctica y fácil de compartir tecnológicamente.

Los entrenamientos de los árbitros también deberían ser supervisados y deberían recibir formación e información de entrenadores para conocer qué sistema utiliza cada equipo y cual es la mejor manera de arbitrar para cada táctica. Deberían participar en los cursos de entrenadores y saber cómo juega cada equipo al que pitan para reducir el margen de error.

La filosofía impuesta por Collina en UEFA de rejuvenecer a los árbitros es muy perjudicial para el arbitraje español y europeo. La exigencia ahora es que lleguen a internacionales muy jóvenes y se acelera la formación para que a los 30 años estén pitando partidos de la máxima rivalidad en las ligas nacionales y las competiciones europeas. Ese aceleración de la maduración arbitral está provocando errores de bulto en partidos difíciles de gestionar para colegiados con escasa experiencia y que pitan en ligas menores.

Urge una reforma en el funcionamiento del Comité Técnico de Árbitros. Hay colegiados que no ven capaz de liderar a Sánchez Arminio este cambio obligatorio para los árbitros españoles sigan aumentando su nivel. Sánchez Arminio hizo muchas cosas bien, pero debe continuar la búsqueda de la mejora del arbitraje. Villar afronta su última legislatura y no puede premitir irse después de 32 años de presidente (si gana en 2016 y sigue hasta 2020) dejando obsoletas las estructuras del colectivo arbitral. Dando su lugar a Sánchez Arminio, dejándolo como presidente de honor, debería contar para asumir responsabilidades y tomar decisiones con exárbitros como Eduardo Iturralde González o el nombrado Velasco Carballo y sustituir también a Díaz Vega que ya ha dado un buen servicio al arbitraje español.

El arbitraje español necesita un cambio de estructura. Necesita una reforma para que el colectivo arbitral pegue un salto de calidad y mejore la Liga española. Con Victoriano Sánchez Arminio al frente del Comité Técnico de Árbitros se antoja complicado hacer una revolución. Con el excolegiado cántabro como jefe de los árbitros ha habido una evolución en el arbitraje y mejoras comprobables como la desaparición de los árbitros con barriga y con el trote cochinero, que decía Supergarcía. La profesionalización de los árbitros también es algo positivo que ha mejorado el nivel de arbitraje.

Victoriano Sánchez Arminio Ángel María Villar Real Federación Española de Fútbol