Simeone empezó a esbozar su salida del Atlético en la sala de prensa de San Siro. Tras el enorme batacazo de la inmerecida derrota ante el Madrid, los atléticos se llevaron otro durísimo golpe con las palabras del Cholo, unas declaraciones con las que dejó entrever la posibilidad de que el entrenador que les ha llevado a disputar dos finales de Champions en tres años les abandone. Simeone considera que su proyecto ya está agotado, que en el Atlético no puede lograr más que ser tercero y que es muy complicado volver a meterse en una final de Champions.

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Ahora tocará el tira y afloja con el club. Y habrá presión de los aficionados para que su líder continúe, pero su continuidad es complicada. Aunque Miguel Ángel Gil Marín está convencido de que seguirá y no le permitirá marcharse e intentará darle lo que le pida (fichajes y otra mejora de contrato), no hay en el mercado al que llega el Atlético futbolistas para fichar y competir con Madrid, Barça, Manchester United, Manchester City o PSG.

Quizá Simeone tenía decidida su marcha también en caso de victoria, convencido de que su proyecto ya había llegado a la cima y a partir de ahí quedaba la cuesta abajo. Quizá Gil Marín le convenza para seguir, pero la predisposición del Cholo a afrontar una nueva temporada es escasa, toda vez que ve complicado volver a motivar a un grupo de jugadores al que aprecia y cuyo gran rendimiento de la mano del Cholo les ha permitido ganarse un aumento de contrato.

El desencanto de los atléticos por la nueva derrota ante el Madrid se multiplica por mil ante la posibilidad de que se vaya Simeone. El Cholo tiene derecho a tener un momento de debilidad, a dudar, pero la sensación que dio su comparecencia ante la prensa es que no fue un bajón, sino que lo venía barruntando, tanto si ganaba como si perdía. Y cayó en la tanda de penaltis.

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El Atlético hizo todo lo posible por ganar la final de la Champions y no le dio. Es cierto que cayó en la lotería de los penaltis tras un gol en fuera de juego, otro penalti no pitado además del fallado por Griezmann, una expulsión perdonada a Ramos y unas feas acciones de un Pepe que volvió a su pasado. Pero el Madrid fue campeón y ganó su undécima Copa de Europa, y el Cholo se quedó con la sensación de que haga lo que haga no podrá ganar al eterno rival. Y cree que no le da más que para ser terceros en la Liga. Porque el Madrid tiene jerarquía y si le falta, pues se la compra y sigue ganando, como sea, pero sigue ganando.

El 'poscholismo' da pánico a los atléticos. Después del Cholo parece que llega la nada. A ver cómo se desarrollan las próximas horas. La negociación será muy dura, porque el club no le va a permitir romper el contrato fácilmente. Lo que ha hecho el Cholo por el Atlético ha sido grandioso, pero su salida, si se produce, debe ser elegante. No puede abandonar el barco de cualquier manera. Aún hay opciones de que se quede al frente del Atlético, pero son escasas. Pasan por que le fichen futbolistas para seguir compitiendo de tú a tú con el Barça y el todopoderoso Real Madrid. Y los nombres que están sobre la mesa no son de ese nivel.