Piqué, un 'independentista' que promociona la marca España por el mundo

Gerard Piqué siempre está en el ojo del huracán mediático. En la persona del futbolista catalán se concentran los deseos de los más extremistas para que meta la pata y ellos (los independentistas radicales y los españolistas fanáticos) se den la razón a sí mismos contra los otros con un “¿ves cómo no se siente español?”, los unionistas, o un “mira los españoles cómo le fiscalizan y le persiguen como a nosotros”, los separatistas.

Todos estos extremistas vacían su bilis en las redes sociales, sobre todo en Twitter, y ahí se lían a toda velocidad todas las polémicas: que si Piqué se ha cortado las mangas con la bandera de España, que si va al tenis y pasa de ir a ver al selección española. Otras veces es el propio Gerard el que vacila, pero en esas ocasiones son piques futboleros de la rivalidad Barça-Madrid.

Dudar del compromiso de Piqué con España es absurdo. El central el Barça se ha partido la cara por la selección y siempre ha rendido al máximo nivel con la Roja. Aun así, muchos aficionados de la selección le han silbado en los últimos meses, más por sus piques con el Madrid, pero también por las dudas de su españolía. Tras la última polémica del corte de mangas, Piqué decidió anunciar con premura que dejará la selección tras el Mundial 2018.

Al margen de los rifirrafes del día a día y todas esas polémicas sin recorrido, Piqué es un hombre multidisciplinar, que además de ser un as del fútbol, maneja varios negocios con éxito. En esas otras facetas al margen del fútbol, Piqué hace marca España por todo el mundo. Su empresa Kerad Games, ubicada en Sant Joan Despí con 50 trabajadores, se dedica al diseño, desarrollo y comercialización de videojuegos. Hace unas semanas firmó un acuerdo para comercializar sus videjuegos en China. Además, es accionista de Natrus, una empresa española especializada en hamburguesas de alta calidad. También tiene acciones en la marca de gafas de sol Kypers y de una bebida isotónica hecha solo con productos naturales.

Piqué cuenta con grandes contactos en todos los ámbitos. La pasada semana se le pudo ver en la Copa Masters de tenis en el O2 Arena de Londres departiendo con gran confianza con el presidente de la ATP, Chris Kermode, y con el experto mundial en marketing David Grundlingh. Ayer también viajó Londres para ver la final Murray y Djokovic y estuvo saludando en el túnel de los jugadores y presenció el partido sentado junto al actor Kevin Spacey. Piqué visitó las instalaciones de Twitter y de los creadores de Angry Birds durante la gira del Barça por Estados Unidos. Es amigo del inventor de Facebook, Mark Zuckerberg, que cuando va a Barcelona al Mobile World Congress cena con Gerard.

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La última semana se supo que los contactos con el nuevo patrocinador del Barça, la empresa japonesa Rakuten, los hizo Piqué porque conoce a su dueño. Su cosmopolitismo no cuadra con ser el abanderado de la independencia como pretenden hacerle los que centran su vida en que Cataluña se separe de España. Y los que viven pendientes en hacer todo lo posible para que Cataluña siga unida a España buscan el más mínimo desliz para decir que Piqué aspira a lo contrario.

En el día a día de este hombre multidisciplinar, que viaja por el mundo buscando ideas y plasmar planes de negocio, se ve que Piqué no para de hacer marca España, y así le reciben y le perciben en el O2 de Londres o en Silicon Valey, lejos de la bronca de los extremistas que le ponen la lupa a ver si se equivoca. Algo que Gerard aprovecha para recordar al niño travieso que aún no le ha abandonado, desde el chaval majísimo ‘peliteñido’ en su etapa del Manchester United, pasando por el divertido gamberrete de la 'webcam' que jugó cedido en el Zaragoza, hasta el jugador que no ha sido votado por sus compañeros para ser capitán y concluyendo en el emprendedor hombre de negocios y tipo superdotado capaz de convencer a todo el mundo, los ‘socis’ primero, de que puede ser un gran presidente del Barça.