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Filomena pone en evidencia la falta de empatía de LaLiga de Tebas
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Javier Gómez Matallanas

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Filomena pone en evidencia la falta de empatía de LaLiga de Tebas

"Somos humanos, no solo herramientas para un espectáculo", protestó Courtois tras el partido Osasuna-Madrid denunciando que LaLiga les obligó a volar el viernes a Pamplona

Foto: Escena de Barajas, en plena nevada. (Reuters)
Escena de Barajas, en plena nevada. (Reuters)

La experiencia vivida por las expediciones de Real Madrid, Rayo Vallecano y Athletic Club de Bilbao el pasado viernes da para la reflexión. Jugadores, técnicos y resto de miembros del plantel del Athletic viajaron a última hora de la tarde a Madrid en avión y el chárter se tuvo que dar la vuelta porque no podía aterrizar en la capital de España. El autocar del Rayo fue obligado a tomar rumbo Miranda de Ebro y se tuvo que dar la vuelta porque la borrasca Filomena no le permitía avanzar. Y la plantilla del Madrid estuvo varias horas en el avión esperando poder despegar destino a Pamplona, hecho que se produjo justo cuando más arreciaba la borrasca Filomena sobre el aeropuerto Adolfo Suárez.

¿Por qué forzaron a los equipos a viajar poniendo en riesgo a futbolistas, técnicos y resto del personal de ambos clubes? Mientras se estaba viviendo regreso del Athletic por no poder aterrizar en Madrid y la espera madridista en su avión para despegar aumentaba la sensación de peligro al ver como nevaba sobre la Meseta. Y se hacía incomprensible que viajaran sí o sí. Esa obligatoriedad de arriesgar la vida para que no se suspendiera un partido de fútbol recordaba al empeño de retomar la competición en plena primera ola de la pandemia del coronavirus. Aquello del Pan y Circo volvía a cobrar actualidad. Una cosa es que se recomiende a todos los ciudadanos que no salgan de casa y otra que no puedan ver el partido del Real Madrid mientras están encerrados.

placeholder La expedición madridista, a su llegada a Pamplona. (EFE)
La expedición madridista, a su llegada a Pamplona. (EFE)

El fútbol pertenece a la industria del ocio y los futbolistas son actores principales del negocio del entretenimiento. Y por ello el Real Madrid tenía que viajar como fuera a Pamplona el viernes. No es cuestión de hablar del partido en sí o de si el Madrid empató a cero con Osasuna porque le obligaron a viajar. Eso no es el debate. Zinedine Zidane y Thibaut Courtois manifestaron su malestar nada más concluir el partido. Y no lo hicieron como justificación de un empate sin goles. Era el sentir de dos profesionales que se sienten como monos en el zoo, que con lluvia, frío o calor tienen que hacer monerías para que divierta el personal.

“¡Es que ganan mucha pasta!” dirán rápidamente los materialistas futboleros y no futboleros para negar a los futbolistas cualquier reclamación ni queja al estar tan bien remunerados por su actividad. Y cómo ganan mucho dinero pues tienen que volar con riesgo de que se caiga su avión. El chárter del Madrid fue el único que despegó la noche del viernes desde Barajas, por cierto. Interesaba a LaLiga y al Gobierno, cuya relación es tan buena desde el Pacto de Viana, que no se suspendiera por nada del mundo el Osasuna-Real Madrid.

Sin entrar en el debate posterior de si el Madrid empató por el viaje y demás, porque esas consideraciones van encuadradas en la realidad palpable de que la mitad de la población mundial es madridista y a lo otra mitad, antimadridista, el análisis pasa por intentar entender por qué el Madrid tuvo que volar de forma obligatoria a Pamplona, cuando el sentido común indicaba que ese avión no hubiera despegado.

"Somos humanos, no solo herramientas para un espectáculo", afirmó Courtois

El Real Madrid se vio obligado por LaLiga a viajar y así lo denunció Courtois tras el partido: “Quiero agradecer al equipo de Osasuna porque hicieron un gran trabajo con el campo, pero lo que nos hizo La Liga fue terrible, también a otros equipos como el Rayo. Esto es algo que era bien conocido, claro que íbamos a poder jugar, pero para eso tuvimos que despegar de un aeropuerto congelado, ahora no podemos volver. Somos humanos, no solo herramientas para un espectáculo. Hacemos lo que se nos exige, porque te dicen qué si no puedes hacer el viaje te quitan los tres puntos. Pero no era seguro viajar, no somos marionetas que tenemos que jugar siempre”.

placeholder Javier Tebas, en una imagen de archivo. (EFE)
Javier Tebas, en una imagen de archivo. (EFE)

La obligación a viajar al Madrid, al Rayo y al Athletic, estos dos últimos se tuvieron que dar la vuelta, evidencia la falta de empatía de LaLiga de Javier Tebas. Ya se demostró durante la primera ola de la pandemia cuando el empeño porque se volviera a jugar en las primeras semanas chirriaba con las cifras de contagiados y muertos por el Covid. La borrasca Filomena ha puesto al límite de nuevo a muchas personas en España. Mientras, los futbolistas estaban obligados a jugar sus partidos, poniendo en riesgo su integridad física. ¡Lo que sea, para entretener a los demás!

La experiencia vivida por las expediciones de Real Madrid, Rayo Vallecano y Athletic Club de Bilbao el pasado viernes da para la reflexión. Jugadores, técnicos y resto de miembros del plantel del Athletic viajaron a última hora de la tarde a Madrid en avión y el chárter se tuvo que dar la vuelta porque no podía aterrizar en la capital de España. El autocar del Rayo fue obligado a tomar rumbo Miranda de Ebro y se tuvo que dar la vuelta porque la borrasca Filomena no le permitía avanzar. Y la plantilla del Madrid estuvo varias horas en el avión esperando poder despegar destino a Pamplona, hecho que se produjo justo cuando más arreciaba la borrasca Filomena sobre el aeropuerto Adolfo Suárez.

¿Por qué forzaron a los equipos a viajar poniendo en riesgo a futbolistas, técnicos y resto del personal de ambos clubes? Mientras se estaba viviendo regreso del Athletic por no poder aterrizar en Madrid y la espera madridista en su avión para despegar aumentaba la sensación de peligro al ver como nevaba sobre la Meseta. Y se hacía incomprensible que viajaran sí o sí. Esa obligatoriedad de arriesgar la vida para que no se suspendiera un partido de fútbol recordaba al empeño de retomar la competición en plena primera ola de la pandemia del coronavirus. Aquello del Pan y Circo volvía a cobrar actualidad. Una cosa es que se recomiende a todos los ciudadanos que no salgan de casa y otra que no puedan ver el partido del Real Madrid mientras están encerrados.

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