Rafa Nadal: su lesión, su academia, su zona de confort y su próximo Grand Slam

Por mera casualidad, en cuestión de una semana he conocido la Rafa Nadal Academy by Movistar en profundidad. Por una parte, he visto la serie (muy recomendable) que se emite en Amazón sobre el complejo deportivo que ha construido en Manacor el mejor deportista español de todos los tiempos. Zapeando entre plataformas, llegué a visionar los capítulos del documental y al día siguiente me llamaron para visitar un par de días ese vanguardista centro deportivo con motivo de un torneo de pádel solidario organizado por el Banco de Santander y la Fundación del Real Madrid.

Aterrizado en Mallorca, cuando el visitante se aproxima, aparece en el horizonte la silueta de las 37 pistas de tenis, y otras pocas de pádel, y las residencias que se asemejan a un platillo volante que se ha posado sobre el paisaje de Manacor. Rafa Nadal ha querido devolver a su tierra y al deporte lo que le ha dado el tenis. Y lo ha hecho con creces.

Además de la experiencia enriquecedora de visitar su museo, que hace un recorrido por la carrera del manacorí y por la historia del deporte español y mundial, el ambiente que se respira en todos los rincones de la Rafa Nadal Academy es puro como el que rodea al deporte y a los deportistas por regla general.

Un centro ejemplar

Rafa Nadal ha montado un centro de alto rendimiento a su imagen y semejanza, que busca formar campeones, crear tenistas profesionales o fomentar estudiantes universitarios becados por su manejo de la raqueta. Pero el objetivo principal es moldear buenas personas, con valores, seres humanos que se desarrollen con rectitud por la vida y que busquen a través del esfuerzo y la humildad realizar siempre el trabajo bien hecho.

Nadal podría haber construido su espectacular academia en cualquier sitio del mundo (ofertas tenía para ello de todos los rincones del planeta), pero decidió hacerlo en su tierra, poniendo en el mapa a su Manacor natal. Toda la gente de Manacor debería estar orgullosa de contar con un complejo de tal nivel que crea empleo y riqueza en la zona.

Por esas cosas que suceden en nuestra querida España, al alcalde de Manacor, un tal Miquel Oliver, no le gusta la Rafa Nadal Academy by Movistar, un rechazo que no se fundamenta con ningún argumento y parece venir más de algún motivo nada racional y de algún pecado nacional. La oposición absurda del alcalde de Manacor no ha sido óbice para que Nadal mejore su academia. Ahora, ademásm está en construcción un nuevo edificio que aumentará los servicios y las prestaciones para los aspirantes a campeones y todo visitante que quiera vivir una experiencia en la Disneyland de los deportes.

Mientras las obras de ampliación de la academia están a punto de finalizar, Rafa Nadal compagina el control del complejo, junto al resto de responsables como Toni Nadal, Carlos Costa, Maribel Nadal o Antonio Arenas, con la recuperación de una lesión crónica con la que convive desde hace tres lustros. Nadal lucha contra el dolor para no retirarse. Sufre una dolencia rara, incurable, inoperable, degenerativa y dolorosa. Es una osteocondritis de escafoides o síndrome Müller-Weiss.

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Rafa Nadal va a intentar estirar su carrera y reaparecerá, si no hay complicación, el próximo mes de enero en el Open de Australia. Que logre ganar un nuevo ‘grand slam’ es harto complicado. Pero conociendo su capacidad de sacrificio y de trabajo no es tampoco imposible. Con su tío Toni como entrenador se convirtió en el número 1 del mundo y se reinventó con Carlos Moyà como preparador.

Para el último tramo de su carrera seguro que Rafa encuentra el aliciente para terminar su periplo profesional con éxito. Donde nunca entrará Rafa es en la zona de confort y, si consigue jugar de nuevo con su dolencia crónica que le provoca dolor, seguro que gana algún nuevo 'grand slam'. Y si no lo hace, lo intentará. Corriendo hasta la última bola. Luchando hasta el final.