La ruina del Barça señala la ineficacia del control financiero de LaLiga

El pasado miércoles, Ferran Reverter, CEO del FC Barcelona, hizo públicas las cifras de la auditoría que realizó el club en los últimos meses y dejó un titular impactante: "Si el Barça fuera una SAD, supondría su disolución". En presencia del presidente Joan Laporta, Reverter reveló que el conjunto azulgrana está al borde de la quiebra. Cuando te metes en detalle a analizar los números que se han conocido, inmediatamente te viene a la cabeza cómo es posible que una contabilidad tan desastrosa no fuera detectada por el control financiero de LaLiga que, en teoría, es un mecanismo de control impecable. ¿Cómo es posible que el Barça llegara a tocar fondo y que nadie de LaLiga lo haya impedido?

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El Confidencial

Al día siguiente de la comparecencia del CEO del Barça, Javier Tebas hizo unas declaraciones afirmando que está "más inquieto por la crisis institucional que veo que por la situación económica. Todos los que llegan tiran basura en los que les preceden. Tenemos sus cifras, el Barça no estaba casi muerto, si no, no habría podido recibir un crédito de más de 500 millones de euros". No explicó más el presidente de LaLiga, no dio detalles, simplemente vino a decir que lo que había contado Ferrán Reverter no se ajusta a la realidad.

Es habitual que Tebas pegue una voleón cuando un tema no le interesa y se lo quite de encima, pero la crisis del Barça no se puede despachar diciendo que no está tan mal como han hecho público sus dirigentes. Después de anunciar que el club está próximo a la quiebra, el presidente de LaLiga no puede despacharse diciendo: "Tenemos sus cifras y no está casi muerto". ¡Estaría bueno que LaLiga no tuviera los números del Barça! Si no supiera las cuentas de todos los clubes, no podría hacer el teóricamente implacable control financiero.

Esas declaraciones y la forma de actuar de Tebas, en el caso del Barça y en todas las polémicas que crea y que se mete judicializando y enfangando el fútbol desde hace 20 años, hacen sospechar que LaLiga no funciona tan bien como la pintan. El español ha sido el campeonato al que más ha afectado económicamente la pandemia. La incidencia económica de la crisis provocada por el coronavirus se ha notado en la liga inglesa, alemana, italiana o francesa, pero en menor medida que en la española, que ha tenido que ser rescatada por un préstamo de un fondo llamado CVC, acuerdo que impugnaron Real Madrid, Barça y Athletic de Bilbao. Esa necesidad de financiación es una prueba de que la economía no era tan boyante y que la gestión no era tan brillante, que más bien estaba cogida con alfileres.

El Barça saldrá adelante por su capacidad para facturar, al ser una de las marcas más potentes del mundo del fútbol junto al Real Madrid. Pero su situación es realmente preocupante. No se entiende cómo ha podido tocar fondo sin que saltasen las alarmas del control financiero de LaLiga. Es algo que se debe explicar con detalle, no con unas declaraciones atropelladas llenas de vaguedades que invitan a pensar que la gestión de LaLiga está más próxima a la chapuza y la improvisación que al trabajo bien hecho.

La trasparencia pasa por dar explicaciones de todo y profundizar en las explicaciones, porque también lo del límite salarial de cada club se lanza sin detallar por qué un equipo puede gastar una cantidad y otros, otra. Da la sensación de que para unos se abre la mano más que para otros. Da toda la sensación de que en la Liga Nacional de Fútbol Profesional hay improvisación y descontrol.