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Las dos caras del Atleti de Simeone: el bloque bajo y el metaverso ofensivo
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Javier Gómez Matallanas

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Las dos caras del Atleti de Simeone: el bloque bajo y el metaverso ofensivo

El 'Nunca dejes de creer' fue seguido por todos los aficionados del Atlético que empujaron a su equipo para que remontara al Valencia en la peor temporada del Cholo como rojiblanco

Foto: El Atlétio celebra el gol de la victoria. (Reuters/Nacho Doce)
El Atlétio celebra el gol de la victoria. (Reuters/Nacho Doce)

El sábado se vivió uno de los partidos más emocionantes en la historia reciente del estadio Nuevo Metropolitano. El Atlético consiguió dar la vuelta a dos goles en contra. El Valencia se fue al vestuario al descanso ganando 0-2 y el partido acabó 3-2. El primer tiempo del Atlético fue otra mala actuación de los rojiblancos, que acumulan muchas primeras partes en las que no juegan a nada. En la segunda mitad, el equipo colchonero logró marcar tres goles llevado en volandas por los aficionados que le apoyaron desde la grada en una comunión perfecta.

El Atlético de Simeone protagoniza la peor temporada desde que el entrenador argentino se hizo cargo del equipo en diciembre de 2011. Todas las estadísticas así lo indican, pero hay un dato que llama poderosamente la atención, el que dice que en el 45 por ciento de los partidos disputados este curso, al Atlético le han marcado dos goles. Que a un equipo de Simeone le marquen dos goles es como si a cualquier otro equipo le meten 5, porque el empeño principal del Cholo es mantener la puerta a cero.

Foto: Mario Hermoso pasó de villano a héroe en 90 minutos. (Reuters/Nacho Doce)

Decía Simeone tras el partido que el Atlético real era el de la segunda mitad, el que había logrado la remontada. Aunque también reconocía que habitualmente no pone juntos a esos futbolistas que lograron ganar. Acabó en una suerte de 1-4-2-4, con Oblak; De Paul, Felipe, Giménez, Hermoso; Herrera, Koke; Correa, Cunha, Suárez y Carrasco. Pero, además de los jugadores que puso, le faltó decir al técnico argentino que la principal diferencia es que, tras el descanso, no sacó al equipo en bloque bajo, replegados en campo propio, como suele hacer en tantas primeras partes que tira al cubo de la basura. El equipo fue a por el triunfo jugando en campo contrario y corriendo riesgos para ello.

Cuando el Valencia marcó el 0-2, decenas de seguidores colchoneros abandonaron el campo visiblemente enfadados por la derrota. Varias decenas más de aficionados se fueron minutos después, cuando el partido llegó al descanso. Cuando se inició la segunda parte, los que se quedaron empezaron a apoyar al equipo. En esta ocasión, los cánticos de ánimo se iniciaban desde todos los puntos del campo, pero no desde el fondo sur, donde la peña mayoritaria que suele llevar el peso de la animación se quedó sin arengar toda la segunda mitad, incluso cuando Simeone pidió que animara todo el campo, agitando los brazos, como hace en todos los partidos (aunque, en este, todo el campo animó antes de que llegaran las indicaciones de su particular director de orquesta desde el área técnica del banquillo local).

El apoyo constante de los seguidores del Atlético solo se truncó cuando Simeone quitó a Joao Félix. Ese cambio fue recibido con la mayor pitada que le han dispensando al Cholo al realizar una sustitución (fue mayor que la otra que se recuerda, cuando le silbaron por cambiar a Rodri). Pero solo fue ese momento de crítica, rápidamente volvieron a animar a su equipo.

El apoyo de los seguidores solo se truncó cuando Simeone quitó a Joao Félix. Ese cambio se recibió con la mayor pitada que le han dado al Cholo

El Atlético de Madrid necesitaba ganar al Valencia y lo hizo. Puede ser un punto de inflexión y, a partir de este emocionante, sufrido y épico triunfo, el equipo colchonero vuelva a mostrar el nivel de la calidad y categoría de los jugadores que posee. José María Giménez resaltó la comunión de los jugadores con la grada y aseguró que el verdadero Atlético es el de la segunda mitad. El uruguayo, en unas declaraciones profundas y sinceras, vino a reconocer que, quizás, se habían relajado tras ganar la última Liga y que puede que en algún partido salgan sin la intensidad necesaria porque saben, que cuando aceleren, pueden ganar a cualquiera y que ahí puede estar la explicación de tantos primeros tiempos horribles.

El 'Nunca dejes de creer' fue seguido por todos los aficionados del Atlético que empujaron a su equipo para que remontara al Valencia. Muchos se fueron del campo y otros ni siquiera acudieron al partido porque están molestos con la trayectoria del equipo y cansados de los planteamientos amarrateguis de Simeone. Es cierto que el Atlético tiene dos caras. Pero una es más habitual, en la que el Cholo juega con el equipo metido atrás, en bloque bajo, y no va a por la victoria con determinación y pasan los minutos sin que pase nada y sin que juegue a nada. Y, en la otra cara, es un equipo ambicioso que juega en bloque alto y busca la portería rival sin descanso.

Y en esos partidos destaca Carrasco como un virtuoso, y Correa como un colibrí, y Cunha como un entusiasta. Y jugando así podría destacar hasta Joao Félix si el entrenador no le quitara casi siempre y si le diera confianza. Pero parece claro que el fichaje del portugués fue un error y que lo mejor para el club y para el jugador sería una salida. Aunque a los aficionados del Atlético les gustaría ver al mejor Joao Félix triunfar en el Metropolitano. Y también les gustaría ver un equipo valiente, como el de la primera vuelta de la temporada pasada que hizo 50 puntos o el de la segunda parte ante el Valencia. Esa cara, valiente, ofensiva, vistosa, más bonita de ver, como aparece menos, parece el metaverso ofensivo del Atlético, algo que parece una realidad virtual y paralela en esas primeras partes de fútbol nihilista.

El sábado se vivió uno de los partidos más emocionantes en la historia reciente del estadio Nuevo Metropolitano. El Atlético consiguió dar la vuelta a dos goles en contra. El Valencia se fue al vestuario al descanso ganando 0-2 y el partido acabó 3-2. El primer tiempo del Atlético fue otra mala actuación de los rojiblancos, que acumulan muchas primeras partes en las que no juegan a nada. En la segunda mitad, el equipo colchonero logró marcar tres goles llevado en volandas por los aficionados que le apoyaron desde la grada en una comunión perfecta.

Diego Simeone