De cómo Gil Marín reactivó al cholismo apelando a la autoestima, orgullo y rebeldía

El Atlético de Madrid ha remontado el vuelo. Después de tocar fondo con la derrota ante el Levante el pasado 16 de febrero, el equipo rojiblanco no ha vuelto a perder un partido (ha ganado seis y empatado uno). En poco más de un mes, ha vencido en Liga a Osasuna, Celta, Betis, Cádiz y Rayo Vallecano y en Champions ha eliminado al Manchester United, empatando a uno en casa y ganando 0-1 en Old Trafford.

En estas cuatro semanas y media de buena racha colchonera destaca el nombre propio de Joao Félix, que ha protagonizado actuaciones a la altura de la figura que fichó el Atlético y al que se había visto con cuentagotas. También ha rendido Renan Lodi, el lateral izquierdo internacional por Brasil, al que se le ha visto su mejor versión como carrilero. Ha destacado también Reinaldo Mandava, fichado de Lille en el mercado de invierno y con una adaptación muy rápida como central izquierdo en defensa de cinco. Y han ido de menos a más el capitán Koke y Griezmann, que forma una pareja de equipo campeón con Joao.

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Ulises Sánchez-Flor

Todo se inició en una comida en La Lonja de Pozuelo el viernes 18 de febrero entre Miguel Ángel Gil Marín, Diego Pablo Simeone y Andrea Berta. El CEO y máximo accionista del Atlético le dijo al entrenador argentino que tenía que hacer algo para revertir la situación y cambiar la dinámica. Gil Marín le apretó y Simeone respondió. Después de esa comida, el CEO también se reunió con los jugadores y les convenció para que remaran todos a una, dejando atrás las rencillas y camarillas que aparecen en los vestuarios de fútbol cuando los resultados son malos.

Los futbolistas compraron la idea de Gil Marín. No hubo promesas de primas ni amenazas. Entre jugadores, cuerpo técnico y el dueño fijaron retos y compromisos. El CEO apeló a la autoestima, al orgullo y a la rebeldía de los futbolistas y los técnicos. Y el Atlético inició el camino de volver a ser un equipo. Quedan varios meses de competición y el margen de mejora es grande porque se ha demostrado que los rojiblancos cuentan con una gran plantilla, repleta de jugadores de jerarquía y de calidad, a la que Simeone ha empezado a sacar el rendimiento que se esperaba el último mes.

Entrar entre los cuatro primeros es el objetivo supremo del Atlético y en esta dinámica lo logrará sin problemas. Y para conseguir esa meta, el Atlético no necesita tirar la Champions para centrarse en la Liga, como le ha ocurrido en alguna temporada (como en la que cayó con gol de Chicharito en el Bernabéu) y va a plantar cara al Manchester City de Pep Guardiola. Es una eliminatoria harto complicada, pero el Atlético sabe lo que es eliminar al Bayern de Guardiola y al Liverpool de Klopp y puede lograr la machada y meterse en semifinales.

Los futbolistas compraron la idea de Gil Marín. No hubo promesas de primas ni amenazas. Entre jugadores, cuerpo técnico y el dueño fijaron retos

Los cronistas destacan que el renacer colchonero del último mes se debe a un regreso de Simeone a las esencias, de una vuelta al cholismo. Realmente nunca se alejó del cholismo, lo que sucedía es que el equipo no era capaz de defender al nivel de otras temporadas. El cholismo se fundamenta en que los jugadores cuando están atacando deben saber lo que tienen y qué deben hacer cuando pierden el balón. Y esa es la filosofía de Simeone, un entrenador que basa su modelo de juego en la fase defensiva. Pero en este mes el Atlético ha demostrado que también puede sustentar su juego en la fase ofensiva, porque cuenta con futbolista de enorme talento ofensivo como Griezmann, Joao Félix, De Paul, Lodi, Marcos Llorente, Koke, Carrasco, Lemar, Herrera, Correa y Luis Suárez. Si el cholismo añade trabajo en la fase ofensiva, el Atlético opta a ganar cualquier título.

A sus grandes conocimientos como entrenador, Diego Pablo Simeone añade grandes dosis de superstición. Planta ajos, se frota las manos con aceite, rocía de vinagre banquillos, no cambia de indumentaria ni de sistema si le va bien… Todo eso también, además de la decisiva participación motivadora de Gil Marín, le habrá vuelto a funcionar el último mes. Las cábalas del Cholo se echan en falta en su documental. Dan para otro artículo. O para un libro. O para la segunda temporada de su serie.