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El podio de Viñales en Australia, un regalo envenenado para Suzuki
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Juan Pedro de la Torre

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El podio de Viñales en Australia, un regalo envenenado para Suzuki

En Suzuki se han quedado con una sensación agridulce tras el tercer puesto de Maverick Viñales en Australia. En 2017 ya no disfrutarán de privilegios en MotoGP

Foto: De izquierd a derecha, Rossi, Crutchlow y Viñales en el podio de Phillip Island (Tracey Nearmy/EFE-EPA)
De izquierd a derecha, Rossi, Crutchlow y Viñales en el podio de Phillip Island (Tracey Nearmy/EFE-EPA)

Suzuki llegó a Australia con la satisfacción del tercer puesto conseguido en Japón por Maverick Viñales, un resultado que aupaba al piloto de Roses a la cuarta plaza del campeonato. A la euforia del momento le debió seguir un sentimiento de pavor: si se lograba un nuevo podio en alguna de las tres carreras restantes, Australia, Malasia y Valencia, el equipo perdería en 2017 las concesiones que ahora tiene. Y, efectivamente, eso es lo que ha sucedido: el tercer puesto de Viñales es un regalo envenenado para Suzuki, que perderá la próxima temporada los privilegios que actualmente disfruta. Y eso no es una buena noticia para el fabricante japonés.

Foto: Crutchlow ha ganado dos carreras esta temporada (Tracey Nearmy/EFE-EPA)

El sistema de concesiones es una regulación introducida para intentar equilibrar fuerzas entre los fabricantes de MotoGP. Los constructores que disfrutan actualmente de este sistema, Suzuki y Aprilia, pueden emplear 9 motores por piloto durante la temporada en lugar de los 7 que tienen a su disposición Honda, Yamaha y Ducati; se les permite seguir evolucionando el motor durante la temporada; y sus pilotos no tienen límite para entrenar una vez que el campeonato se pone en marcha.

Todo está regulado por un baremo de puntos en función de los resultados obtenidos, ya sea en seco o en mojado. Ganar una carrera supone sumar 3 puntos de concesión; un segundo puesto son 2 puntos; y un tercero, 1. Si una fábrica suma 6 puntos de concesión, los entrenamientos de temporada de sus pilotos mundialistas quedarán limitados a 5 días, y en el caso de haberlos superado en ese momento, no podrán volver a entrenar durante el campeonato. Y de cara a 2017, sólo podrán emplear 7 motores y el desarrollo del propulsor quedará congelado.

Es decir, que la próxima temporada Suzuki se medirá en igualdad de condiciones con Honda, Yamaha y Ducati. Sólo Aprilia y la debutante KTM disfrutarán de concesiones en MotoGP en 2017. ¿Se encuentra Suzuki preparada para esta situación? Aunque la evolución del fabricante ha sido notable a lo largo de 2016, con una victoria y tres podios, todos a cargo de Viñales, no parece probable que Suzuki se encuentre en disposición de medirse de tú a tú con la competencia. Quizás pueda con Ducati, pero es evidente que Honda y Yamaha están en un plano superior.

La próxima temporada, Suzuki se medirá en igualdad de condiciones con Honda, Yamaha y Ducati

Seguramente era inevitable llegar a esta situación, porque no habría sido ético ni deportivo que Suzuki hubiera intentado poner freno a sus actuales pilotos, que abandonarán el equipo al finalizar la temporada. Generalmente tendemos a verlo todo desde el punto de vista del piloto, pero conviene que, en ocasiones, contemplemos la escena con otro enfoque. A Suzuki le tendría que haber importado más su futuro que el interés particular de un piloto, máxime cuando va a dejar de ser su empleado, pero si se hubiera planteado frenar a Viñales y Espargaró en Phillip Island, habría sido un escándalo. Sin lugar a dudas se habría acusado al fabricante de falta de deportividad.

Está bien que en este mundo de intereses, donde el deporte parece perder peso en pos del espectáculo y otras cuestiones, se vivan momentos como este. Aunque puede que en algún lejano despacho, algún ejecutivo sin entrañas haya maldecido la nobleza del equipo que lidera Davide Brivio.

Es una situación complicada, difícil de gestionar, la que se vive en Suzuki y en varios equipos de MotoGP esta temporada, porque en muchos casos los intereses de la marca no coinciden con los intereses del piloto. Y los pilotos lo saben. A Viñales casi se le escapa una carcajada cuando le comentaron que su podio deja sin concesiones a Suzuki en 2017. “Sí… No tendrán ventaja”, dijo entre risas. He de confesar que el comentario me ha parecido despiadado; frío y despiadado, como si Suzuki fuera ya algo ajeno a él, que será piloto de Yamaha. No hace mucho, una persona que no anda muy lejos de esos 'boxes' me comentó, hablando en general del ambiente que reina en MotoGP: “El agradecimiento no existe hoy en día, ni la fidelidad tampoco”. Afortunadamente, siempre hay excepciones.

Los viejos lemas de los tiempos de Mike Hailwood, “por amor al deporte”, suenan rancios y están en desuso. Solo prima el resultado y la visión global, y el podio de Viñales, en estos momentos, hace más daño que beneficio porque obligará a Suzuki a modificar su plan de desarrollo para 2017. Todo tiene que definirse en semanas o en días.

Foto: Maverick Viñales, en el podio de Silverstone. (EFE)

En las cinco últimas carreras, Viñales ha sido el piloto que mayor puntuación ha sumado, y 5 de los 6 puntos de concesión conseguidos han llegado en esas carreras. Hace mes y medio, antes de la victoria de Viñales en Silverstone, Suzuki no contaba con una situación así, y su planteamiento de cara a 2017 era similar al actual: un desarrollo de la moto contando con el trabajo durante la temporada, aprovechando las concesiones del reglamento, y disfrutar de más motores y libertad para entrenar. Ahora ya no va a poder ser así.

Para ponerse al día, Suzuki va a tener que destinar mayores recursos en 2017 para poder rendir al nivel de Honda, Yamaha y Ducati. Y si solo fuera eso… Hay que sumar la llegada de nuevos pilotos, Andrea Iannone, que sale de una lesión, y Álex Rins, que sólo podrán rodar en un par de entrenamientos antes del 1 de diciembre. Rins, además, es debutante en la categoría. Cuando el trabajo de los ingenieros esté listo a partir del 30 de enero, habrá otros 3 entrenamientos de 3 días para trabajar antes de que empiece el Mundial 2017, y durante toda la temporada sólo podrán realizar 5 jornadas de pruebas. Visto desde la perspectiva del fabricante, nunca un podio resultó tan amargo.

Suzuki llegó a Australia con la satisfacción del tercer puesto conseguido en Japón por Maverick Viñales, un resultado que aupaba al piloto de Roses a la cuarta plaza del campeonato. A la euforia del momento le debió seguir un sentimiento de pavor: si se lograba un nuevo podio en alguna de las tres carreras restantes, Australia, Malasia y Valencia, el equipo perdería en 2017 las concesiones que ahora tiene. Y, efectivamente, eso es lo que ha sucedido: el tercer puesto de Viñales es un regalo envenenado para Suzuki, que perderá la próxima temporada los privilegios que actualmente disfruta. Y eso no es una buena noticia para el fabricante japonés.

Maverick Viñales