No hay Estrellas
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Del Nido se rascó el bolsillo para convencer a Juande
El sevillismo vivió el martes 21 de agosto uno de los días más convulsos que uno recuerda. Ese día se dispararon las alarmas en pleno descorche
El sevillismo vivió el martes 21 de agosto uno de los días más convulsos que uno recuerda. Ese día se dispararon las alarmas en pleno descorche de cava tras el revolcón que el Sevilla pegó al Real Madrid en el Bernabéu. Y es que alguien deslizó que Juande Ramos, el director de la Nervión Orquesta, tenía listos los bártulos para instalarse en Londres, en Tottenham Palace. De manager. O sea, general con mando en White Hart Lane, sin compartir halagos con ningún Monchi y unas cifras de infarto: 5 años y 5 millones de euros libres de impuestos por temporada. Un contrato para arreglar la vida (económica) de Juande Ramos y de toda su descendencia.
Del Nido pulsó el botón rojo de la alarma y en el ala noble del Sánchez-Pizjuán se pusieron a trabajar. Porque la noticia era tan veraz como que un día nos quedaremos todos calvos. Porque es rotundamente cierto que un jueves de este raro mes de agosto, Juande Ramos se reunió en el hotel Alfonso XIII (a quince metros de la Puerta Jerez, que es donde el sevillismo celebra los triunfos) con John Alexander y Paul Kensley, emisarios del Tottehnham Hotspurs. Que no son dos mindundis: el primero es el secretario del consejo de administración de los “Spurs” y el segundo, el vicepresidente. Los tres se reunieron en la suite de Kensley por espacio de dos horas. John Alexander es el ‘amigo’ que aludía Juande y cuya foto plasmaron los medios. Los ingleses quedaron en enviar por escrito la oferta, lo que hicieron veinticuatro horas más tarde.
Ese martes de nervios, Del Nido llamó a Monchi y a sus colaboradores y se desplazó en persona a la Ciudad Deportiva para hablar con Juande Ramos (y convencerle). Después de esa charla con el entrenador, después de un apretón de manos ante testigos y mirada a los ojos, Del Nido quedó tranquilo y pregonó aliviado un “sin novedad” a los cuatro vientos. Dijo que el entrenador seguiría al frente de esa máquina llamada Sevilla hasta junio de 2008, “por lo menos”.
Desde Inglaterra, un periodista cercano al Tottenham filtró que, para zanjar favorablemente el asunto con Juande, Del Nido tuvo que añadir un millón de euros más al sueldo de 1.200.000 euros que cobra el técnico. Enterado del desaire español, el dueño del club de White Hart Lane, Daniel Levy, se apresuró a desmentir cualquier implicación del Totteham con Juande. Es más, el judío aseguró que Alexander y Kensley fueron a Sevilla de visita particular, a ‘ver a un amigo’.
La historia Juande Ramos-Del Nido ha cerrado un capítulo, pero se escribirán más. La querencia inglesa del manchego seguirá creciendo. Y esperará. Esperará a que vengan nuevos vientos de Inglaterra, quizás otra vez de Londres.
El sevillismo vivió el martes 21 de agosto uno de los días más convulsos que uno recuerda. Ese día se dispararon las alarmas en pleno descorche de cava tras el revolcón que el Sevilla pegó al Real Madrid en el Bernabéu. Y es que alguien deslizó que Juande Ramos, el director de la Nervión Orquesta, tenía listos los bártulos para instalarse en Londres, en Tottenham Palace. De manager. O sea, general con mando en White Hart Lane, sin compartir halagos con ningún Monchi y unas cifras de infarto: 5 años y 5 millones de euros libres de impuestos por temporada. Un contrato para arreglar la vida (económica) de Juande Ramos y de toda su descendencia.