Es noticia
Juande Ramos-Del Nido, matrimonio tormentoso
  1. Deportes
  2. No hay Estrellas
Colaboradores EC5

No hay Estrellas

Por

Juande Ramos-Del Nido, matrimonio tormentoso

Los tiempos corren torcidos para Juande Ramos. El pentacampeón pasa por los peores momentos desde que se encuentra en el Sevilla. Juande, sin duda el mejor

Foto: Juande Ramos-Del Nido, matrimonio tormentoso
Juande Ramos-Del Nido, matrimonio tormentoso

Los tiempos corren torcidos para Juande Ramos. El pentacampeón pasa por los peores momentos desde que se encuentra en el Sevilla. Juande, sin duda el mejor entrenador que se ha sentado en el banquillo sevillista en los 102 años de historia del club, nunca le entró por el ojo a José María Del Nido. Cuestión de piel. Y de temperamento.

El carácter de uno choca contra la forma de ser del otro. Del Nido, el hombre del 'sí o sí', fichó a Juande en un momento delicado. El banquillo del Sevilla había quedado libre tras abandonarlo Joaquín Caparrós, buque-insignia del club durante varios años, marcha que levantó ampollas y una gran polvareda entre los aficionados. Recomendado por el director deportivo, Monchi, llegó Juande. La relación Juande-Del Nido comenzó torcida desde que el trío se reunió un caluroso mediodía en un céntrico restaurante cordobés. Juande aceptó las condiciones que le ofreció Del Nido, unos puntos contractuales a la baja y que, a golpe de éxitos (cinco títulos), el presidente ha ido subiendo de forma paulatina.

El matrimonio tormentoso se resquebrajó tras la consecución del título de Copa: Juande se quitó del cartel en las celebraciones (se negó a subir en el autobús para recibir el baño de multitudes) y a los pocos días, Del Nido y el agente del entrenador rompieron las negociaciones de ampliación del contrato de forma vehemente. Juande llegó a calificar de ofensiva la propuesta presentada por el club. El punto álgido del huracán llegó con la reunión del hotel Palace de Juande con los emisarios del Totteham Hotspurs, descubierta por la prensa local y pésimamente gestionada por el entrenador, con un desafortunado desmentido.

Con la moral bajo mínimos, Ramos comenzó la nueva temporada. Las caras en el Sevilla no eran las de otros años. El temporal que se desató con el amago de traspaso de Daniel Alves y la desgraciada muerte de Antonio Puerta han maquillado la tensión entre el banquillo y el sillón presidencial. Ahora, con la tercera derrota consecutiva del equipo, vuelve a ondear la bandera de peligro en el palo alto de Nervión.

Los medios oficiales del club (radio, prensa, televisión, bloggeros oficiosos...) no se recatan en criticar las últimas decisiones del técnico. Es pública y notoria la decepción de Juande con Monchi, al que considera "un pelota del presidente, uno de tantos"https://blogs.elconfidencial.com/deportes/no-hay-estrellas/2007-09-25/juande-ramos-dejara-el-sevilla-el-30-j-si-o-si_711042/ target=parent>ver noticia), en el club se barajan en secreto los nombres de un sustituto de total garantía. A Del Nido el hombre que más le atrae es el de Manolo Jiménez, el entrenador del Sevilla Atlético, al que subió de Tercera a Segunda B y posteriormente a la División de Plata. Jiménez, cuya relación con Juande es nula (se hablan lo imprescindible), es el hombre de Del Nido, que no se ha recatado al manifestar: "Este es mi entrenador". Monchi no lo tiene tan claro. Al 'león de San Fernando' le gusta, y mucho, Unai Emery, técnico del Almería. Pero al final se hará lo que quiera Del Nido.

Los tiempos corren torcidos para Juande Ramos. El pentacampeón pasa por los peores momentos desde que se encuentra en el Sevilla. Juande, sin duda el mejor entrenador que se ha sentado en el banquillo sevillista en los 102 años de historia del club, nunca le entró por el ojo a José María Del Nido. Cuestión de piel. Y de temperamento.

José María del Nido