A Lopera le puede caer el peso de la Ley

Ayer se produjo el pistoletazo de salida de la llamada 'Liga de juristas béticos', grupo que encuadra a un centenar de abogados con dos sellos en común, que son béticos de corazón y quieren con el alma que Manuel Ruiz de Lopera se vaya a su casa y deje el 'club de sus amores' a los béticos. La Liga de juristas del Betis tiene de portavoz a Adolfo Cuéllar, hijo de un bético de tronío, ya fallecido, y que llegó a ser presidente de la Federación Andaluza. A su lado se sientan José Rodríguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andalucía, y Antonio Ojeda, ilustre notario de la ciudad y ex presidente del Parlamento andaluz. Con ellos, otros cien abogados del Betis.

Estos juristas se han constituido en varios grupos de trabajo, en concreto cuatro (Privado, Penal, Mercantil y Urbanístico) y a corto plazo, tienen sobre la mesa el encargo de estudiar la sentencia de la Audiencia Nacional, ya que al parecer estos abogados consideran que hay indicios de una serie de delitos societarios en el marco de la relación entre el Real Betis y sociedades de la propiedad de Manuel Ruiz de Lopera, como son Farusa o Encadesa. Según el hijo de Cuéllar (don Adolfo), esta Liga de juristas del Betis se pondrá e inmediato el manguito y estudiará minuciosamente la sentencia de la Audiencia Nacional para entrar a saco.

Otra de las cuestiones es la relativa a la preparación de la próxima Junta de Accionistas del Real Betis para que ésa se desarrolle sin cortapisas ni presiones coercitivas. Adolfo Cuéllar, por otro lado, aseguró que los juristas del Betis vigilarán el desarrollo del convenio urbanístico, para que "nadie caiga en la tentación" de destinar posibles plusvalías a otra cosa que no sea "acabar el medio estadio que ahora tenemos".

En el seno de esta formación se tiene el convencimiento de que existen sobrados indicios e irregularidades societarias y van a ir a saco. Están muy pendientes de los últimos movimientos que ha realizado Lopera en cuanto a venta del club o ampliación de capital. que ande con pies de plomo el actual propietario del club heliopolitano, porque estos béticos de Ley pueden empapelarle.