El Barça tiene mejor ascensorista que el Real Madrid

¿Hay vida en el Real Madrid después del terremoto de fútbol que sufrió en sus carnes? Yo creo que sí. El equipo blanco tiene un montón de argumentos en sus manos para rebatir las oleadas de pesimismo que rodea al club. Pero el conjunto madridista necesita con urgencia un cambio de modelo y planteamiento. Porque algo es incuestionable hoy: el Real Madrid es el que va detrás del líder, el 'campeonísimo'.

El Fútbol Club Barcelona lleva años trabajando desde la base y racionalizando su esfuerzo. Y aunque a veces no lo consiga (caso Ibrahimovic, o Chigrinsky), los de Pep Guardiola procuran, en la medida de lo posible, obviar la ley del talón, que es buena ley cuando se tiene dinero. Pero no es la mejor, pues la mejor la dicta el trabajo con la base, la confianza en los novicios, que estos noten cómo los de más arriba ponen por ellos la mano en el fuego.

En el Real Madrid hay un plantel fantástico de jóvenes promesas, pero les falla el ascensorista. Porque la política 'showtime' de Florentino Pérez no tiene tiempo para jovencitos con granos. FP quiere estrellas, golpes de talón, que para eso las televisiones y los patrocinadores ponen lo que tengan que poner para mantener un equipo multimillonario a espaldas de todo. Incluso a espaldas de la crisis.

La crisis no es lo que más importe al multimillonario club blanco. Lo que pone los pelos de punta a los analistas blancos no es siquiera el brutal presente de este equipo que adiestra Pep Guardiola, sino su futuro, un futuro que promete más de lo mismo. O sea, más fútbol, más toque, más demoledora superioridad. Lo realmente preocupante es el sólido armazón de trabajo azulgrana, una factoría que tiene garantizada la hegemonía deportiva del club catalán para los próximos lustros.

Este comité de sabios tiene en el almacén suficiente repuestos para garantizar un futuro repleto de tardes con diamantes. Porque si Xavi Hernández tiene 30 años y Puyol 32, a Messi le queda un larguísimo trayecto, lo mismo que a Busquets, y a Iniesta, y a Piqué, y a Dani Alves, y a Bojan; pero es que se encuentran en la rampa de lanzamiento Thiago Alcantara, Jeffren, Oriol, Nolito, Muniesa… Una hornada que gallea con solvencia en Segunda y alza el mentón cuando dispone de minutos con los grandes.

Lo supo Iker Casillas cuando reconoció a Jeffren, aquel de pelos de punta que le descerrajó el quinto. ¿Qué le queda al Real Madrid? Pues casi lo mismo que al Barça: seguir ganando a la espera del choque del Bernabéu, donde querrá poner toda la carne en el fuego para cauterizar su dolorosa herida. Todo el mundo mira al palco y espera el próximo movimiento de FP, un nuevo golpe de efecto.

Los amarillistas hablan del gigantón Hugo Almeida mientras que vapulean ridículamente la arbitrariedad de la UEFA con la sanción a Mourinho, como si 'Mou' no tuviera bastante con recoger los trozos de papel que el huracán futbolístico del lunes le arrancó de las manos. FP ha llamado a capítulo a toda su cohorte de estrellas, incluyendo a Zidane. Pobre 'Zizou', escóndase de la tormenta, porque lo mismo lo colocan de 'ascensorista'.

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