Rakitic, "el jugador total" para Luis Enrique

No lo dicen abiertamente pero por las oficinas de Can Barça deslizan una sonrisa cuando hablan de Ivan Rakitic. Esgrimen poderosas razones. El croata, 25 millones incluyendo bonus y premios extras a pagar en los próximos tres años, va camino de convertirse en el mejor fichaje del Barcelona del último lustro. Luis Enrique, su mentor, el hombre que bendijo su contratación, califica al ex sevillista como “el jugador total” y es la clave de un Barça que ha comenzado intratable el Campeonato.

Al lado de millonarias inversiones (Neymar y Luis Suárez, por ejemplo), la de Ivan Rakitic la califica Josep Bartomeu, presidente del Barça, de bicoca. El máximo dirigente azulgrana presume de ello en todos los foros a los que asiste y Andoni Zubizarreta, el cuestionado director deportivo, saca pecho. Rakitic significa su obra de arte, su mejor fichaje a gran distancia del resto.

El internacional croata, un futbolista por el que el Real Madrid mostró un tibio interés (Dejan Rakitic, el hermano del jugador que también ejerce de mánager, visitó las oficinas del Bernabéu a principios de la primavera pasada y encontró excesiva indiferencia en la entidad blanca), dejó una huella indeleble en su paso por el Sevilla, club donde ejerció de capitán y líder del equipo que conquistó la última Europa League; su traspaso al Barça provocó una imprevista revolución en la nómina de futbolistas del club nervionense.

El "jugador total”, como lo califica Luis Enrique, lo es en base a una generosidad que no conoce límites. Se vio el pasado domingo, donde Rakitic cruzó todo el campo e impidió un gol cantado a costa de 'comerse'literalmente uno de los postes. El croata, que aúna talento y capacidad envidiable para el trabajo, jamás baja los brazos, siempre tiene los ojos muy abiertos para seguir aprendiendo. Con Unai Emery, entrenador con fama de pulidor de futbolistas, el internacional croata creció varios peldaños; con Luis Enrique quiere seguir ejerciendo de alumno aplicado.

Con Sergi Busquets e Iniesta, Rakitic ha montado un triángulo perfecto, cuyo vértice busca las piernas de Leo Messi y Neymar. Se generan continuas jugadas de peligro de cara al arco contrario, combinaciones perfectas, una catarata de respuestas de gol que durante la pasada temporada parecían olvidadas. Tendente a vivir durante un tiempo por la derecha (por imperativo técnico: Luis Enrique le ha indicado que se mueva preferentemente por aquel flanco), el principal beneficiado del trabajo de Rakitic es Dani Alves, que en los últimos partidos ha relajado su juego y hasta comete menos errores. También el joven Montoya agradece la labor del nuevo socio.

El jugador total, según Luis Enrique, estrenó el pasado domingo su faceta goleadora (en el Sevilla anotó 25 tantos en 117 partidos) con un remate demoledor. También es uno de los grandes asistentes de la Liga; el socio perfecto para Messi, un buen tipo según sus adversarios, el mejor capitán según sus antiguos compañeros del Sevilla; un fichaje de los que no duelen y siempre alegran, según muchos barcelonistas que llenan los foros de opinión con múltiples elogios sobre la persona de un tipo alto y algo desgarbado, que encontró raíces en Sevilla, adora el jamón de la pata negra y pilla a la primera una ración de chistes del sur.

En el Barcelona, en plan callado y a base de sudor, Ivan Rakitic ha dado un paso adelante. El croata ha conseguido que nadie sienta nostalgia de Cesc Fábregas; y Xavi Hernández (jugador referencia para el croata) sonríe y mira desde el banquillo “las cosas que sabe hacer Ivan”, un 4 de mucho peso que ahora porta orgulloso en el Barça y promete lucir durante mucho tiempo.