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Sebastian Vettel, un 'ladrón de guante blanco'
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Andy Soucek

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Sebastian Vettel, un 'ladrón de guante blanco'

¡Vaya inicio de Mundial! ¿Esperábamos espectáculo, emoción e igualdad? Pues no podemos pedir más y menos tras sólo dos carreras. Los cinco grandes están más cerca

Foto: Sebastian Vettel, un 'ladrón de guante blanco'
Sebastian Vettel, un 'ladrón de guante blanco'

¡Vaya inicio de Mundial! ¿Esperábamos espectáculo, emoción e igualdad? Pues no podemos pedir más y menos tras sólo dos carreras. Los cinco grandes están más cerca que nunca y con Malasia hemos visto que resulta difícil predecir un ganador, lo cual es de agradecer y, para más salsa al guiso, estamos viviendo una polémica de las que se recuerdan con el tiempo.

Los neumáticos Pirelli están siendo mas que nunca la clave en las carreras. Por un lado, parece que Ferrari o Lotus han sabido trabajar en la puesta a punto de sus tandas largas y simulacros de carrera para dosificar o apretar según sus necesidades durante cada gran premio. Por otro, Red Bull sigue siendo el coche a batir a una vuelta en clasificación y cuenta con un margen importante que disimula su debilidad con el desgaste de neumáticos en carrera. Así que cada prueba es una incógnita.

Pero si algo ha tenido especial morbo y protagonismo en este comienzo de temporada, ha sido el amargo desencuentro entre los dos pilotos de Red Bull en el Gran Premio de Malasia. Muchas opiniones se dividen entre considerar a Vettel un piloto de esa raza ganadora y depredadora que marca distancias con el resto, o un 'ladrón de guante blanco' en el seno de su equipo.

Lucro personal a costa de la empresa

Para situar el tema y trasladarlo a la realidad cotidiana de la mayoría de la gente, a un claro ejemplo pragmático y realista, tomemos a un Director de Marketing de una empresa, que se beneficiase de los contactos de la misma para lucrarse a título personal y montarse su propia compañía. Habría vulnerado ética y moralmente la relación de confianza con su empresa. ¿No es así?

Pues un piloto, también en la Fórmula 1, es alguien que trabaja para una empresa que contrata sus servicios para obtener el mejor rendimiento posible. Nuestro director habrá tenido que estudiar una carrera, probablemente haya hecho un máster muy caro y habrá invertido mucho dinero en su formación y, además, le habrá costado sudor y lágrimas llegar al puesto que ostenta.

En el caso de Sebastian Vettel, el piloto alemán ha sido 'el protegido' de Red Bull desde los catorce años. La marca de bebidas ha financiado toda su trayectoria y aunque ha llegado a la Fórmula 1 por méritos propios y un talento indiscutible en la pista, ha sido Red Bull quien le ha dado la oportunidad de llegar a donde está. Desde mi punto de vista, merecen todos los respetos.

Todo lo anterior le ha permitido ser el número uno del equipo, el ‘niño mimado’ de Helmut Marko, le ha situado a Mark Webber como escudero y segundón, y rol duro de asumir para alguien tan competitivo y con aspiraciones más ambiciosas, como es Red Bull. Y aunque en el pasado hemos vivido disputas internas y todo tipo mensajes insinuantes e irónicos de radio entre Webber y su escudería, en Malasia se ha roto una cuerda que ya estaba demasiado tensa.

Horner y Newey, con las manos en la cabeza

La cruda realidad es que Vettel no respetó la política del equipo cuando esta no encajaba con sus propios intereses. Y cuando un ladrón prepara un golpe, trata de hacerlo de forma imprevisible e inesperada de forma que nadie tenga tiempo para reaccionar y detenerle. Sebastian Vettel se saltó el "Multi 21" deliberadamente y atacó a su compañero cuando no se lo esperaba, creando una situación de riesgo innecesario que hizo que Horner y Newey se llevasen las manos a la cabeza.

Casi todos los grandes campeones se han caracterizado por su egoísmo, personalidad arrogante y duro carácter. En algunos casos, esta forma de ser ha dado lugar a conductas antideportivas como la del pasado GP de Malasia. Vettel ha ganado siete puntos mas en el ránking de pilotos, pero ha perdido muchos más de puertas hacia fuera.  Fue un claro caso de desobediencia e inmadurez en el que ha traicionando al que ha sido su escudero durante muchos años y vulnerado las órdenes de la estructura que le ha dado luz y oportunidades  para brillar.

En la Fórmula 1 sólo vale ser el mejor. Vettel ha demostrado que está dispuesto a todo. Al final, nuestro Director de Marketing ha pensado sólo en su interés y ha traicionado la confianza de su empresa. Veremos cómo le responden los demás en el futuro

¡Vaya inicio de Mundial! ¿Esperábamos espectáculo, emoción e igualdad? Pues no podemos pedir más y menos tras sólo dos carreras. Los cinco grandes están más cerca que nunca y con Malasia hemos visto que resulta difícil predecir un ganador, lo cual es de agradecer y, para más salsa al guiso, estamos viviendo una polémica de las que se recuerdan con el tiempo.

Sebastian Vettel