La aventura de jugar al rugby en el desierto
Oportunidades vitales como esta experiencia en Marruecos sólo me la ha dado el deporte, sólo la conozco gracias al rugby, a la hospitalidad de las familias de
Oportunidades vitales como esta experiencia en Marruecos sólo me la ha dado el deporte, sólo la conozco gracias al rugby, a la hospitalidad de las familias de jugadores que han entendido la filosofía y los valores de una disciplina que llega hasta donde no hay ni un campo de césped. Tratando por igual a una mujer que, respetuosamente y con permiso local, se viste sin velo ni pantalón largo, haciendo esfuerzos por comprender la lengua local y tratando de aportar su mejor versión, su mejor forma de entrenar, su forma de entender el rugby. (Leer artículo completo).
Estas imágenes corresponden a mi último viaje del proyecto Rugby Libre, este año en Marruecos. Una gira de 1.500 kilómetros de carretera por todo el país y múltiples realidades a las que estaba nos unía un mismo motivo, una misma pasión: el rugby. Pude correr y saber lo que se siente al pegar una patada a un balón en el desierto, a la sombra de las dunas.
TEXTO: PATRICIA GARCÍA (jugadora internacional española)
FOTOS DE ALJAZ BABNIK
Oportunidades vitales como esta experiencia en Marruecos sólo me la ha dado el deporte, sólo la conozco gracias al rugby, a la hospitalidad de las familias de jugadores que han entendido la filosofía y los valores de una disciplina que llega hasta donde no hay ni un campo de césped. Tratando por igual a una mujer que, respetuosamente y con permiso local, se viste sin velo ni pantalón largo, haciendo esfuerzos por comprender la lengua local y tratando de aportar su mejor versión, su mejor forma de entrenar, su forma de entender el rugby. (Leer artículo completo).