Mi temporada con Exeter Chiefs: así es la primera liga femenina profesional de rugby

“Cuando llegué aquí me sorprendía la admiración de todos hacia el Club, como la taxista me hablaba de los Chiefs sin ni siquiera practicar rugby, y no solo de los logros deportivos; cómo el cajero del supermercado se alegraba de que Exeter tuviera el nuevo equipo femenino; cómo todos en la ciudad pasean luciendo camisetas, gorras, mascarillas…No sabía que era ser un Chief, pero ahora no tengo palabras para explicarlo, solo me siento afortunada y orgullosa de serlo” decía mi compañera de equipo Laura Delgado.

Aún recuerdo jugando la liga francesa, aquel título histórico de 'Championnes de France' en la primera división con RC Lons en 2012, o la #NZexperience y los episodios en Youtube que compartíamos cada semana desde Hamilton, Nueva Zelanda viviendo el sueño de jugar al rugby en las antípodas y competir con Waikato por la liga de provincias; o las numerosas participaciones en la liga española, cosechando algunos títulos y muy buenos recuerdos con mi club de origen, el Olímpico de Pozuelo; incluso una experiencia corta, pero intensa militando en la liga japonesa de rugby 7 con Tokyo Phoenix.

El año pasado, previo a la pandemia mundial que tanto nos ha tambaleado a todos, Susie Appbley, ex seleccionadora de la Selección Inglesa de Rugby 7, me llamó para ofrecerme la oportunidad de venir a jugar con Exeter Chiefs, un equipo formado de cero, nuevo en la Prermier15s inglesa, la primera liga femenina profesional de rugby 15 del mundo. Junto con mi compañera Laura Delgado, más conocida como 'Bimba' nos aventuramos en esta campaña con un objetivo muy claro en mente, buscar el mejor contexto de preparación para crecer y llegar en nuestra mejor versión a la clasificación de la Copa del Mundo de Rugby 15 con las leonas (selección española de rugby).

Un salto de mucha altura

Para mí ha sido un salto importante, aparcar el compromiso con la selección española de rugby 7, esa familia que ha sido mi prioridad en los últimos 10 años de mi vida, compitiendo por todo el mundo y entrenando cada día para poder ofrecer mi mejor juego al equipo, fue una decisión difícil de tomar. Aunque soy de las que piensan que en la vida hay ciclos, y el mío como jugadora de 'seven' está cerrándose. Esta oportunidad aceleraba este proceso y ojalá pueda volver para despedirme adecuadamente, tras más de 200 caps en la disciplina olímpica no me gustaría decir adiós en un post de Instagram, pero veremos qué nos depara el futuro.

Inglaterra nos abría sus puertas en plena pandemia y firmamos para luchar por unos nuevos colores y obtener un gran contexto de preparación. Muchos nos preguntaban sobre esta y bien, una semana de cuatro días intensos con 3-4 sesiones por día (una de gimnasio, una o dos sesiones de habilidades colectivas e individuales y un entrenamiento colectivo de rugby a la tarde para acabar el día), además de sesiones de recuperación-fisioterapia, reuniones de equipo y bastantes horas de análisis de vídeo (cada entrenamiento lo tenemos grabado en dos ángulos, los partidos a tres ángulos) hacen que nuestra dedicación semanal al rugby esté cerca de las 40 horas semanales que tiene una jornada laboral habitual.

La profesionalización actual no es suficiente

Cuando hablamos de una liga profesional, nos referimos a que tenemos contratos laborales formales por desarrollar la actividad, compromiso y dedicación, pero en el término económico hay muchas diferencias, entre jugadoras, equipos y clubs. La gran mayoría no puede vivir económicamente de estos y hace necesario el compaginar otras formas de ‘ganarse la vida’ con la actividad deportiva.

Tenemos contratos de jornada parcial o completa y la liga trata de sentar un precedente en el profesionalismo del femenino, aunque como digo, aún estamos muy lejos de que todas las jugadoras puedan vivir de ello. Si bien es el principio de las jugadoras hacia un profesionalismo económico, el contexto sí lo es; con un staff técnico dedicado al equipo: dos entrenadoras, preparador físico, fisioterapeuta, rehabilitador, dos analistas y otros tantos apoyos del club como cocinero, chófer, manager, equipo de comunicación y marketing, cinco entrenadores colaboradores, etc.

Agradecidas de obtener tal oportunidad, de vivir cada día pensando en cómo seguir creciendo y cómo ser mejores dentro y fuera del campo; con gratitud de disponer de una estructura con los recursos materiales, humanos y logísticos profesionales a tu alrededor para poder concentrarte en tu desarrollo, y privilegiadas porque sabemos la realidad que nos rodea, porque por suerte o por desgracia, según se mire, somos punta de lanza; porque hay pocas ligas en el mundo que han podido desarrollarse en este año; porque no todas reciben la oportunidad.

Echo la vista atrás y pienso: “Ojalá nos miraran nuestras antecedentes, aquellas que abrieron los caminos y sintieran este pequeño gran éxito como suyo”. Como dice 'Bimba', yo tampoco sabía que era ser una Chief, pero ahora no tengo palabras para explicarlo, solo me siento afortunada y orgullosa de serlo. Sin duda, la experiencia inglesa ha sido muy gratificante y he de decir que la aventura continúa.