Las significativas ausencias de Nadal y Federer en Canadá, la antesala de los Juegos

Si hay un momento que refleja la actualidad del circuito masculino es éste. En el Masters 1000 de Canadá, sexto evento de esta categoría en la temporada 2016, una representación del hoy que se vive en el tenis masculino. El último gran torneo previo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el punto de partida de la siempre prestigiosa gira americana de cemento (muchas veces clave para sustentar las opciones de acudir a la Copa de Maestros) deja a las claras el orden que impera en el circuito ATP. Con los favoritos bien definidos, antiguos candidatos inamovibles que permanecen fuera de competición y una terna de jugadores que no terminan de dar el paso para apartar a la élite vigente.

Opinión

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Tras recibir el golpe del año sobre la hierba de Wimbledon, siendo eliminado apenas en la tercera ronda del torneo, vuelve Djokovic a un torneo donde sentirse poderoso. Como principal cabeza de serie por sexto año consecutivo, toda una prueba de la estela del serbio; con tres coronas en su palmarés, a un paso de superar a cualquier contemporáneo; y con la voluntad de reivindicarse tras el tropiezo de Londres, toda una prueba de autoridad para el indiscutible número 1.

Si la realidad actual del balcánico se ve reforzada en Canadá, los mismos pasos sigue Andy Murray. Reciente ganador en Wimbledon de su tercer Gran Slam, el británico es el vigente campeón del torneo, con la medalla de haber frenado al de Belgrado en la final de 2015. Si la madurez tiene cara y ojos, el número 2 mundial tiene en el torneo la posibilidad de seguir sustentando su rol de principal alternativa a Novak. La estabilidad del jugador de Dunblane ha alcanzado cotas dignas de número 1 (ni 800 puntos le separan de Djokovic una vez consumidos siete meses del curso) y en su objetivo de coronar el vestuario masculino la plaza de Toronto tiene una importancia evidente.

A un puñado de días de los Juegos Olímpicos, Toronto podrá servir para mostrar su algunos perfiles de alternativa están preparados para dar el paso. ¿Sabrá Milos Raonic dar continuidad a su primera final de Grand Slam? ¿Tiene Stan Wawrinka poder para hacerse notar en el verano americano? ¿Pueden jugadores como Nick Kyrgios lanzar una muestra del futuro que se espera? También podría servir, incluso, para desvelar a los perfiles con los dientes romos respecto a la cúspide del circuito. Incapaces, por el momento, de mantener el ritmo de los dos hombres que comandan con claridad el año y la actualidad del tenis masculino. Si Djokovic y Murray mantienen una distancia insalvable (ambos cuentan con más del doble de puntos que cualquier otro jugador en 2016) es por un presente incontestable: jugadores en la plenitud física y psicológica, un paso por delante de cualquier otra raqueta.

Así, y mirando a las ausencias más destacadas, el sexto Masters 1000 de la temporada concentra entre sus gradas con bastante nitidez a los candidatos que permanecen en la sombra. Sin la presencia de Roger Federer, tomándose más tiempo tras la disputa de Wimbledon, el torneo observa un patrón cada vez más claro. El suizo no competirá en Canadá subrayando una tendencia de precaución y una selección cada vez más puntual de sus apariciones. Más allá de una caída en las semifinales del Grand Slam británico, no hay noticias de lesión en el jugador de Basilea y sí una constante: su presencia escasa en competición durante 2016. Camino de sus 35 años y con escasos objetivos lejos de su palmarés, apenas siete torneos ha disputado el helvético en los primeros siete meses de la temporada. El peso de unos Juegos Olímpicos, los últimos de su carrera con altísima probabilidad, dejan al suizo con un dilema evidente. ¿Es posible buscar el oro sin competir durante un mes? ¿Es viable lanzarse a la pista dura con opciones de medalla sin haber tocado la superficie en un encuentro oficial durante seis meses?

La ausencia del suizo viene acompañada por la baja de Rafael Nadal, inédito en el circuito desde que anunciara su retirada en pleno Roland Garros alegando una lesión en su muñeca izquierda y cuyo regreso en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro mantiene la condición de expectativa. Más de dos meses fuera de competición enfocan al campeón de 14 grandes, cuya puja por los grandes torneos vendrá acompañada por la necesidad de recuperar el ritmo tras la inactividad. Hacer frente a jugadores en dinámica ganadora y con hambre por saciar.

Circunstancias que convergen en Canadá antes de que la competición se reanude en uno de los eventos más prestigiosos del curso. Un torneo que sirve como huella de las tendencias actuales del circuito y en el que los principales candidatos querrán remarcar su poder vigente. En Toronto, la primera gran parada en las pistas duras del verano, una oportunidad de marcar el territorio antes de los Juegos Olímpicos.