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Djokovic quiere respirar con Agassi
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Álvaro Rama

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Djokovic quiere respirar con Agassi

En una etapa de recuperación emocional, Novak se apoya en los brazos de Agassi, un hombre que rompió moldes. "Tiene las experiencias que yo necesito", dijo el balcánico

Foto: Andre Agassi se estrenó como entrenador de Novak Djokovic este jueves en Roland Garros. (Reuters)
Andre Agassi se estrenó como entrenador de Novak Djokovic este jueves en Roland Garros. (Reuters)

Si un golpe de timón cambia el rumbo Novak Djokovic busca nuevas metas. La decisión del serbio de unir fuerzas durante Roland Garros y sin mayor horizonte definido con Andre Agassi confirma su hambre y determinación, decidido a recuperar el puesto perdido en la cima del deporte con una perspectiva menos tensa. El estadounidense, una de las personalidades más destacadas de las últimas décadas en el vestuario, viene a consolidar una etapa más mística en la carrera del jugador de Belgrado, tan implicado en las virtudes sobre la pista como en la estabilidad lejos de las líneas de juego.

Situado en el número 2 mundial pero lejos de su nivel implacable, Novak busca en Agassi algo más que una antigua estrella. Su asociación va más allá de la construida junto a Boris Becker entre 2014 y 2016, un período en el que firmó una de las fases más dominadoras de su carrera con seis de los 12 'majors' que descansan en su vitrina. Después de romper el vínculo profesional con el equipo que le ha acompañado durante toda su carrera, el serbio acude al consejo de una mente diferente. De un hombre con el que impulsar esa aproximación holística al deporte que viene defendiendo el serbio desde hace años.

"Es una persona que ha sido muy exitosa en nuestro deporte, una leyenda que ganó todo lo que se puede ganar. Pero también fue un jugador revolucionario porque tenía ese carisma, esa visión del tenis y de la vida que era tan diferente a la de otros. Por eso fue tan interesante”, afirmó el balcánico al anunciar la asociación, remarcando una admiración externa a la competición como elemento diferencial para elegir al estadounidense como asesor. En una etapa de recuperación emocional, Novak se apoya en los brazos de Agassi, un hombre que rompió moldes.

Volver a encontrar la pasión en la pista ha sido el motivo esgrimido por Novak desde que desgajara su equipo de trabajo. Salir a competir y tener la soltura necesaria para volver a tomar la cima, un lugar que parecía reservado doce meses atrás antes de coronar Roland Garros y completar la colección de Grand Slams con el grande más esquivo de su carrera. Un paralelismo compartido con Agassi, que remó durante años hasta poder levantar la copa parisina. Si el jugador de Las Vegas tuvo en el preparador físico Gil Reyes a un gurú deportivo y emocional, clave para fortalecer su carrera dentro y fuera de pista, Djokovic busca ese elemento extra a su alrededor que le devuelva a un nivel supremo.

Son las decisiones de un gigante que busca encontrarse a sí mismo, consciente de la necesidad de cambios para seguir avanzando. “Andre ha sido uno de los mejores restadores en la historia del deporte y su juego guarda ciertas semejanzas con el mío. Pero, sobre todo, tiene las experiencias que yo necesito”. Las palabras de Novak no son puntadas sin hilo.

En una temporada donde sus mayores rivales de siempre (Roger Federer, Rafael Nadal) han vuelto a levantar la voz, y en el que figuras nuevas asoman reclamando un testigo (la derrota ante Alexander Zverev, de 20 años, en la final de Roma prueba que hay perfiles dispuestos a quedarse), el serbio se apresura para mover ficha. En una búsqueda de redefinición deportiva, de encauzar el camino antes de que sea demasiado tarde, poco después de cumplir los 30 años Djokovic busca el consejo de Agassi, un hombre que levantó la mayor parte de sus grandes títulos en el tramo final de su carrera.

Si un golpe de timón cambia el rumbo Novak Djokovic busca nuevas metas. La decisión del serbio de unir fuerzas durante Roland Garros y sin mayor horizonte definido con Andre Agassi confirma su hambre y determinación, decidido a recuperar el puesto perdido en la cima del deporte con una perspectiva menos tensa. El estadounidense, una de las personalidades más destacadas de las últimas décadas en el vestuario, viene a consolidar una etapa más mística en la carrera del jugador de Belgrado, tan implicado en las virtudes sobre la pista como en la estabilidad lejos de las líneas de juego.

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