Del 'no comment' de Benítez sobre De Gea a la pretemporada australiana 'made in' ACS

"No hago comentarios sobre De Gea", fue el único comentario, valga la redundancia, que el entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez, hizo al diario AS sobre el fallido fichaje del guardameta español del Manchester United. Sobre Keylor Navas ni siquiera comentó que no comentaba nada... El técnico madrileño está tan agradecido a Florentino Pérez por haberle permitido cumplir elsueño de sentarse en el banquillo del Bernabéu, que estáclaro que no piensa llevarle la contraria en nada. Por ello, lo más honesto que puede hacer Rafa es no opinar sobre asuntos que en realidad no le competen, por más que a la reunión celebrada este miércoles en Nyon acudiera en calidad de entrenador del Real Madrid.

Benítez se ha tomado tan en serio lo de tener un perfil bajo, que hasta en el avión que le trajo de vuelta a Madrid pasó prácticamente inadvertido para el resto de pasajeros, quienes por contra enloquecieron al tener como compañerode vuelo al técnico del Atlético,Cholo Simeoneyno dudaron en pedirle autógrafos o fotografiarse con él. InclusoUnai Emery, entrenador del Sevilla, acaparó más la atención del pasaje que el mismísimo entrenador del Real Madrid. En Nyon, donde brillaron por su ausencia José Mourinho, Pep Guardiola y Louis van Gaal,además de con Luis Enrique, Benítez también coincidió con Carlo Ancelotti, quien al lado suyo quedaclaro que no esMourinho, pero sí un técnico mucho más mediático y, sobre todo, con más personalidad para dar su opinión sin incomodaral jefe.

Lo curioso es que durante su experiencia en el Liverpool, Benítez ejerció de mánager general en toda regla, es decir, hacía y deshacía la plantilla,y prácticamente no pisaba el césped. Sin embargo, lejos quedan las quejas por pedir una lámpara y traerle un sofá.Rafa tiene asumido que en el Real Madrid su papel se limita al depreparador, sin más pretensiones que las de entrenar al equipo en Valdebebas, dar charlas a sus jugadoresy hacer unas convocatorias y unas alineaciones en las que tampoco es descartable que se deje influirpor lo que crea que será del gusto del presidente, quien cada vez es más evidente que se ha creídosu papel de director deportivo.

Del mismo modo que en la bochornosa salida de Iker Casillas elpapel de Benítezfue de mero espectador, en la gestión del frustrado fichaje de De Gea y la consiguientemarcha de Keylor Navas ha pasado otro tanto. Después de toda la pretemporada apostando por el costarricensecomoportero titular y garantizando públicamente su continuidad, el técnico asistió impasible a cómo los mismos que el lunes por la noche le traspasaban al Manchester United para traer a De Gea,se plantabanenValdebebas parapedirle disculpas y explicarle que cuentan con él. En Costa Ricaacusana Florentino de haber intentado traspasar a Keylor atraición, pero tambiéncalificande títere a Benítez.

La presencia y el negocio de ACS en Australia

Por cierto, sabido es que en el Real Madrid las pretemporadas tampocolas planifica el entrenador, aunque justoeste año nohabría sido posible al haber sido destituidoAncelotti.Deellasse encarga directamenteel presidente, que estuvo en China, pero no unos días antes en Australia. Allí viajóMarcelino Fernández Verdes,consejero delegado de Hochtief, grupo constructor alemán que controlaACS y del que Florentino ha dicho públicamente que será su sucesor. También destacó la presencia en Australia deJosé Gesteira, quienha sido durante muchísimo tiempo escolta personal de Florentino en ACS y alahora ha colocado en el Real Madrid como subdirector de seguridad, por debajo del veterano Julio Cendal.

Por si alguno aún tenía dudas de que las pretemporadas del Real Madrid son 'made inACS', se acaba de conocer que el grupo que preside el también presidente del club madrileñose ha adjudicado el contrato de obras de construcción de una autopista en Sidney por 5.000 millones de dólares australianos (unos 3.142 millones de euros), por lasque también compitieron Ferrovial y Acciona. Según los especialistas, de esta formaACS refuerza la destacada presencia con la que cuenta en el mercado australiano, estratégico en su política de expansión internacional.

A diferencia de Luis Enrique, quien al menos se quejó de la pretemporada del Barça en Estados Unidos, Rafa Benítez también aceptócual empleado del mes la paliza a la que se vio sometida su plantilla viajando hasta Australia y después a China. Es muy respetable que el ahora entrenador del Real Madrid entienda que debe lealtad a su presidente, aunque no parece tanto queasuma sin rechistarque es su director deportivo, pues luego pasa lo que pasa.