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Siete muertos (dos embarazadas) en otro rally: ¿hablarán ahora de carroñeros?
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Kike Marín

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Siete muertos (dos embarazadas) en otro rally: ¿hablarán ahora de carroñeros?

El terrible accidente en el Rally de A Coruña reabre el debate de la seguridad, algo que debería garantizarse, pero que cuando se exige, paradójicamente, es criticado

Foto: La Guardia Civil, con el coche que se accidentó en el Rally de A Coruña. (EFE)
La Guardia Civil, con el coche que se accidentó en el Rally de A Coruña. (EFE)

"Los carroñeros han vuelto a la carga aprovechando un desgraciado accidente", escribió en julio del año pasadoun especialista en rallyes tras la muerte de dos espectadores en el Rallysprint de Miengo, en Cantabria. "Han regresado los buitres. Esos que no tienen ni puñetera idea de lo que es un rally, de lo que mueve, de lo que se invierte en seguridad, pero que al olor de la sangre aprovechan para atacar", añadió este improvisadopaladín de talespectaculardeporte.

Este sábado, es decir, poco más de un año después,siete personas, entre ellas dos embarazadas y tresmenores,perdieron la vida al ser arrolladas por un coche que participaba en el Rally de A Coruña. Sin perder la perspectiva de que, efectivamente, se trata de otro "desgraciado accidente", la pregunta que surge es si una vez más semejante tragediano hubiera sidoevitable de haberse tomado las medidas no sólo necesarias, sino también exigibles. Parece mentira que con la falicidad que la Guardia Civil pone multas, algunas veces por simple afánrecaudatorio, aún puedan disputarse rallyes como los citados de Cantabria y Galiciaen los que la salida de pista de uncoche arrollea los espectadores que siguen la prueba a ras de suelo y sin ningún tipo de protección.

El vehículo que participaba en el Rally de A Coruña, un Peugeot 206, impactó contra unos 22 aficionados y, además de causarsiete muertes, hirió a otras15 personas, entre ellas tres menores. Sergio T., el piloto,"no supo lo que hizo hasta que se bajó del coche". Así lo aseguró el alcalde de Carral, el municipio a cuyo pasose produjo el accidente. José Luis Fernándezexplicó queno había hablandodirectamente con el piloto,vecino de esta localidad coruñesa, pero sí con su familia y amigos."Está desquiciadoy ya nadie le pregunta por eso". Según informaronfuentes judiciales, el pilotodio negativo tanto en los test de alcohol como de drogas que se le realizaron, y de momento hasido incapaz de explicar el motivo por el que perdió el control de su coche.

Contradicciones entreorganizadores y testigos

Lo más grave de todo es que mientras algunos miembros de la organización del Rally de A Coruña afirmaron que las víctimas estaban en una zona restringida y que los comisarios de la prueba habían avisadoen varias ocasionesque debían abandonar el lugar que estaban ocupando, otros aseguran justamente lo contrario, que estaban donde precisamente les habían dicho que debían colocarse.Entre estos últimos, el propioalcalde de Carral,quien asegura que de haber ido a ver el rally se hubiera puesto justo ahí. Testigos presenciales no opinan igual y afirman que de haber estado bien colocados, el coche no les habría arrollado.

Sí, conocida es la peligrosidad de los rallyes, al igual que la de todos los deportes del motor en general, pero ello no puedeserexcusa para justificar desgracias como la vivida este sábado en Galicia.Tampoco sirve que la partidaque más inversión requiere a la hora de organizar un rally seala destinadaala seguridad. Si no es suficiente para garantizarla, no debería poder disputarse, y de ellos sonresponsables, no sólo los organizadores, sino tambiénlas federaciones ylas autoridades competentes.

Carlos Gracia, presidente de la Real Federación Española de Automovilismo (RFEDA), señaló el mismo sábado aEl Confidencialque "indudablemente siempre piensas que puedes evitar un accidente como del que hablamos, pero esta vez no sé que circunstancias se han dado para que se produjera esta desgracia. Estoy a la espera de que le federación gallega me informe de los detalles de esta tragedia”, añadió.

"Muchas veces se cometen imprudencias en este tipo de pruebas por parte de algunos aficionados", denunció Gracia."Muchas veces se hace caso omiso a la seguridad contratada por la organización de la prueba y a las indicaciones que se dan. Es más, en alguna oportunidad se ha producido algún enfrentamiento de aficionados con efectivos de las fuerzas de seguridad. No se puede poner un vigilante en cada curva porque no es posible", lamentó.

¿Por qué no#DefiendelosRallyes... Seguros?

Sí, es probable, por no decirprácticamente seguro,que la mayor responsabilidad la tienenlos propiosespectadores, que muchas veces no hacen caso a las indicaciones que se les dan, aunquedespués de preguntarnossi todas las televisiones, radios y diariosque se han hecho eco de esta noticia son unos "carroñeros", la cuestión sigue estando en las medidas de seguridad que los organizadores de los rallyes deben garantizar para que les autoricen su celebración, además, claro está, de mantenerlas durante las pruebas. Del mismo modo que se protege a los pilotos, debería protegerse a los espectadores.El deporte español se tiñó ayer de luto, aunqueestos gestos de poco o nada sirven si no se toman las medidas que sean necesarias para que estos "desgraciados accidentes" no vuelvan a repetirse.

Por cierto, el mismo iluminado que llamó "carroñeros" a quienescriticaron duramente la falta de seguridad que existe en la organización de los rallyes escribió que "cuando ocurre una desgracia, el hombre lo que hace es redoblar los esfuerzos para que no vuelva a suceder". No sabemos si en el Rally de A Coruña se han redoblado las medidas de seguridad con respecto al de Miengo, lo que sí es seguro es que se han triplicado las muertes.El hashtag #DefiendelosRallyes está muy bien, pero quizás fuera más oportuno otro que dijera#DefiendelosRallyesSeguros.

"Los carroñeros han vuelto a la carga aprovechando un desgraciado accidente", escribió en julio del año pasadoun especialista en rallyes tras la muerte de dos espectadores en el Rallysprint de Miengo, en Cantabria. "Han regresado los buitres. Esos que no tienen ni puñetera idea de lo que es un rally, de lo que mueve, de lo que se invierte en seguridad, pero que al olor de la sangre aprovechan para atacar", añadió este improvisadopaladín de talespectaculardeporte.

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