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¿Dónde están las mujeres?
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Gemma Herrero

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¿Dónde están las mujeres?

La autora se pregunta por qué apenas hay mujeres cubriendo los grandes acontecimientos deportivos, como la Eurocopa de Francia. En esos eventos, la igualdad está bastante lejos

Foto: Imagen de una sala de prensa vacía en el Mundial de Brasil (EFE)
Imagen de una sala de prensa vacía en el Mundial de Brasil (EFE)

Me despedí de mi marido, periodista deportivo como yo, pidiéndole antes de que se fuera a la Eurocopa que echara un vistazo por las salas de prensa y se fijara en cuántas mujeres había. Desde que estamos juntos, él ha cubierto tres Eurocopas y un Mundial de fútbol. Yo llevo más de 20 años trabajando en deportes y nunca he ido ni a Eurocopas, ni a Mundiales ni a Juegos. No he asistido nunca a ninguna de las citas importantes. Hasta hace poco no le di demasiada importancia porque me educaron en la idea de que había que merecérselo, trabajar duro, esforzarse, aprender, no dar por sentado que es gratis y que debía demostrar mi valía. Como en mi vida profesional he tenido la suerte de estar rodeada de periodistas fabulosos, me esforcé en aprender y ganármelo. Siempre pensé que, con el tiempo, llegaría. Y luego me nació la conciencia. Y vi que no era una cuestión personal, sino una constante. Que no se trata de si yo soy lo suficientemente buena como para estar en un gran acontecimiento deportivo, sino de cómo es posible que casi ninguna mujer lo sea.

Antes de que mi marido me respondiera, vi un tuit del periodista de 'El Mundo' Francisco Cabezas, con fotografía incluida de la abarrotada sala de prensa del Stade Vélodrome de Marsella, donde se disputó el sábado el Inglaterra-Rusia.

Con Francisco Cabezas no había hablado nunca del asunto. Pero le llamó tanto la atención que no hubiera ni una sola mujer que así lo expresó en su cuenta de Twitter. Acto seguido, Santi Giménez del diario 'As', mi marido, que había asistido en Burdeos al partido Gales-Eslovaquia, contestó:

Con la selección española, en el día a día, solo hay dos mujeres periodistas: Silvia Barba, de 'TVE', y Silvia Ortiz, de la 'Cadena COPE'. Prensa escrita, radios, televisiones, medios digitales… Y solo dos. Aprovecho desde ya para invitar a mis colegas masculinos para que miren a su alrededor, de aquí en adelante, y se fijen en cuántas colegas femeninas se encuentran en la Eurocopa.

La periodista Rut Vilar trabajó durante 11 años en 'Catalunya Ràdio' en las retransmisiones de los partidos del Barça con la institución, el mito, Joaquim María Puyal. Licenciada también en Educación Física, estuvo después tres años en el diario 'Público' antes de que el empresario Jaume Roures declarara suspensión de pagos, y dos temporadas en 'Terra'. Ahora vive en Estados Unidos, colabora con diferentes medios y está cubriendo la Copa América, donde se ha encontrado solo a otra mujer, cámara, trabajando en las previas del Brasil-Perú o en el partido Uruguay-Venezuela. ¿Dónde están las mujeres periodistas? Se preguntaba ayer desde Twitter.

Existe, eso sí, un arquetipo femenino en el periodismo deportivo: la guapísima presentadora. No es solo una cuestión ibérica. El periodista Juanma Rubio, del diario 'As', especialista en baloncesto y siguiendo la final de la NBA, también se ha dado cuenta del desequilibrio entre hombres y mujeres periodistas:

Y apuntaba:

En el pasado Mundial de fútbol de Brasil leí varios rankings sobre las periodistas más espectaculares. A las mujeres no solo se les pide ser buenas profesionalmente, estar preparadas, sino que deben cumplir unos estándares estéticos que, en ningún país, cumplen los colegas masculinos. Ellas están buenas. Ellos, no. Piensen, díganme, un solo periodista masculino en España cuya belleza física sea incontestable. Pongamos el ejemplo de la televisión, donde la imagen es un factor fundamental. En las transmisiones hay exfutbolistas, sesudos analistas, presentadores o tertulianos de diferentes edades, Incluso prima la experiencia, que solo llega con años en el oficio. En el caso de las mujeres lo extraordinario es que no sea joven, delgada y muy bella. Apenas hay tertulianas tampoco en medios ‘serios’. Si se precisa de una opinión autorizada sobre un deporte, no solamente el fútbol, se acude a hombres.

La periodista Mònica Planas, licenciada en Comunicación Audiovisual, escribe críticas de televisión en 'Mundo Deportivo' y el diario 'Ara', colabora con 'Catalunya Ràdio' y lleva 15 años dando clases sobre Introducción del Periodismo, nueve de ellos en la Universidad Ramón Llull. A chicos y chicas. Y, con cada curso que pasaba, la deriva era evidente: “En los últimos años me he encontrado a muchas alumnas que querían ser reporteras a pie de césped. No periodistas, a algunas ni siquiera les interesaba demasiado el deporte en sí, pero se ajustaban al estereotipo que veían en las televisiones. No enamoradas del deporte, ni con intención de aprender el oficio, ni siquiera de empezar haciendo vídeos. No, no, presentadoras desde el primer minuto y a hablar con los futbolistas”.

Ante el panorama, recuerda a una alumna en especial: “Quería dedicarse al motor y estaba preparadísima en cuanto a conocimientos. Le gustaba y lo dominaba, incluso se quejaba sobre las traducciones de los pilotos que se hacían en televisión, porque no eran correctas. Y la recuerdo por su frustración, porque era consciente de que no se ajustaba a los cánones de belleza, y no era ni mucho menos fea. Pero ella ya sabía que no cumplía con un requisito fundamental”.

Quedan dos meses para los Juegos de Río. Once de las 17 medallas conseguidas por la delegación española en los últimos Juegos Olímpicos de Londres fueron de mujeres. Ni la atención, ni los medios ni los patrocinadores estuvieron o están a su altura, a pesar de que sus dificultades son mayores. Tampoco habrá igualdad en lo que respecta a hombres y mujeres periodistas acreditados. Así que le pediré a algún colega que eche un vistazo, que abra los ojos, que mire a su alrededor y me diga cuántas mujeres ve en zonas mixtas, en ruedas de prensa, en los pupitres, con el ordenador, el micrófono, la cámara. Porque no es solo una cosa mía preguntar: ¿Y dónde están las mujeres?

Me despedí de mi marido, periodista deportivo como yo, pidiéndole antes de que se fuera a la Eurocopa que echara un vistazo por las salas de prensa y se fijara en cuántas mujeres había. Desde que estamos juntos, él ha cubierto tres Eurocopas y un Mundial de fútbol. Yo llevo más de 20 años trabajando en deportes y nunca he ido ni a Eurocopas, ni a Mundiales ni a Juegos. No he asistido nunca a ninguna de las citas importantes. Hasta hace poco no le di demasiada importancia porque me educaron en la idea de que había que merecérselo, trabajar duro, esforzarse, aprender, no dar por sentado que es gratis y que debía demostrar mi valía. Como en mi vida profesional he tenido la suerte de estar rodeada de periodistas fabulosos, me esforcé en aprender y ganármelo. Siempre pensé que, con el tiempo, llegaría. Y luego me nació la conciencia. Y vi que no era una cuestión personal, sino una constante. Que no se trata de si yo soy lo suficientemente buena como para estar en un gran acontecimiento deportivo, sino de cómo es posible que casi ninguna mujer lo sea.

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