Tribuna
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La tecnología nos lleva directamente hacia otro fútbol
FIFA y UEFA nos abocan a un multitudinario espectáculo audiovisual que difiere mucho del genuino fútbol. Y, al menos por ahora, no parece que esto sea una mejora
La aplicación de los avances y mejoras tecnológicas y su uso en un partido de fútbol van a propiciar de entrada dos conceptos diferentes en este deporte una vez vista su puesta en práctica en el llamado Mundialito de Clubes que se disputa en Japón. Porque, ¿hasta qué categoría o competición y en qué países se podrán implementar esas medidas tecnológicas, dado su coste y necesidad de adaptación de las infraestructuras de la mayor parte de estadios o campos? En sus competiciones, la UEFA ha pasado a casi triplicar el equipo arbitral y, por consiguiente, a incrementar su coste, así como algo tan elemental como la nesecidad de ampliar los vestuarios. Por cierto, a pesar de los jueces de línea de gol, las polémicas han continuado.
Estoy de acuerdo con que en la acción suprema, el gol, se asegure que el balón ha traspasado totalmente la línea y se controle mediante la tecnología. El ojo de halcón parece que ha funcionado para esclarecer los llamados goles fantasma en las competiciones en las que se ha puesto en funcionamiento, aunque por ello no veo la necesidad de mantener los auxiliares de la línea de gol.
Estoy de acuerdo en que las imágenes de un partido sirvan de apoyo a un comité disciplinario, aunque siempre se ha dicho que no se puede rearbitrar un partido, pero ello ayuda a la imposición con proporcionalidad y justicia de sanciones posteriores al partido.
Pero detener un partido, de acuerdo a los cuatro supuestos (por ahora) de aplicación del sistema VAR de FIFA (léase con motivo de un gol, una expulsión o dudas de una amonestación o un posible penalti) exige al árbitro calibrar la gravedad de lo acontecido que le obligue la consulta al video o puede que se la sugieran los auxiliares de campo o de sala. Claro que también se puede convertir en la gran ocasión para que la grada la explote, al igual que actualmente hace con la petición de mostrar una tarjeta, cuando no los propios jugadores, que rodeen al colegiado 'llevándolo' hacia la banda.
Como romántico del fútbol que soy, pregunto dónde queda el criterio del árbitro, la ley de la ventaja, la intencionalidad en una mano o el fuera de juego, la regla que exige mas inteligencia y la mas difícil de señalar. ¿Se podrá mejorar con el video? ¿Y la duración de los partidos? ¿Y para qué tanta preparación física del árbitro o límite de edad si con este sistema necesitaría correr mucho menos?
Sinceramente, creo que FIFA, con esta aplicación del sistema VAR, y también la UEFA, con el número de árbitros, están abocándonos a un multitudinario espectáculo audiovisual que difiere mucho del genuino y clásico fútbol. Y, al menos por ahora, no parece que esto sea una mejora, sino el camino... hacia otro fútbol.
*José Luis Díez es entrenador nacional y expresidente de la Federación Navarra de Fútbol.
La aplicación de los avances y mejoras tecnológicas y su uso en un partido de fútbol van a propiciar de entrada dos conceptos diferentes en este deporte una vez vista su puesta en práctica en el llamado Mundialito de Clubes que se disputa en Japón. Porque, ¿hasta qué categoría o competición y en qué países se podrán implementar esas medidas tecnológicas, dado su coste y necesidad de adaptación de las infraestructuras de la mayor parte de estadios o campos? En sus competiciones, la UEFA ha pasado a casi triplicar el equipo arbitral y, por consiguiente, a incrementar su coste, así como algo tan elemental como la nesecidad de ampliar los vestuarios. Por cierto, a pesar de los jueces de línea de gol, las polémicas han continuado.