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Lopetegui peligra por blando y por la sensación de descontrol
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Ulises Sánchez-Flor

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Lopetegui peligra por blando y por la sensación de descontrol

Julen Lopetegui no se ha dado cuenta de que en el Real Madrid sólo vale ganar y sacar rendimiento a la plantilla, a pesar de que se escuda en la mala suerte

Foto: Julen Lopetegui en la conferencia de prensa en Moscú. (Efe)
Julen Lopetegui en la conferencia de prensa en Moscú. (Efe)

A Julen Lopetegui se le empieza a ver superado por la racha negativa que atraviesa el Real Madrid y necesita urgentemente algo más que una victoria convincente porque empieza a coger fama de ser un entrenador blando. Los jugadores han perdido la tensión. Los que sólo pueden ver los partidos se habrán dado cuenta de que salen sin concentración y hacen demasiados regalos. Las primeras partes son horrorosas. Pero hay más. A la plantilla le falta que le suban la exigencia dentro y fuera del campo. Un cúmulo de circunstancias que preocupan en la directiva y que el entrenador tapa como una cuestión de simple mala suerte.

Lopetegui sigue provocando que la bola de la negatividad se haga más grande y en su mano está ponerle freno. Pero se queda en la falta de fortuna. Argumenta que el equipo mereció ganar el derbi contra el Atlético de Madrid y el encuentro ante el CSKA de Moscú y que, en ambas citas, hubo hasta momentos brillantes de juego. De lo que no se ha dado cuenta es que en el Madrid lo que importa es ganar y demostrar que le puedes sacar rendimiento a la plantilla. Lo que se llama tener el proyecto bajo control. Esto no lo está consiguiendo. O cambia el rumbo de la situación o la crisis se hará más grande y las dudas se lo llevarán por delante.

La última china en el zapato es no concentrar a los jugadores un día antes de enfrentarse al Alavés (18:30 horas). No parece lo más correcto que la expedición viaje en el mismo día del partido a Vitoria cuando el equipo lleva tres encuentros sin ganar ni marcar. No hay concentración porque Lopetegui acepta que los encuentros a partir de las 16:15 horas se viaja en el día. En su mano está cambiarlo, pero no lo hace. Viaja en el día de Madrid a Vitoria y desaprovecha las horas de convivencia de una plantilla que también ha aflojado la mentalidad competitiva.

Foto: Carvajal en una jugada durante el partido del Real Madrid contra el CSKA de Moscú. (Efe)

Nada garantiza que una concentración el día antes de un partido te dé más opciones de conseguir una victoria. Pero este momento es diferente. Requiere más tensión y las reuniones que hagan falta entre los jugadores y el técnico. No las hay y sorprende. Como tampoco hubo concentración en el día antes de jugar contra la Roma y se ganó con el mejor partido de la temporada. La tensión bajó tras el partido contra los italianos y desde entonces se ganó sufriendo al Espanyol y se sucedieron la derrota contra el Sevilla -la más dolorosa-, el empate en el derbi y otra derrota en Moscú.

Falta exigencia

Zidane parecía blando por tener mano izquierda. Engañaba. Tenía su carácter, carisma y se hacía respetar. 'Zizou' sí concentraba al equipo el día antes de los partidos en la fase de grupos de la Champions y Lopetegui no lo cree conveniente. Le falta ser más exigente y subir su autoridad porque da signos de estar entregado a una plantilla que si ya tiene dificultades para sacar los grandes partidos, lo que no necesita es que se tome esta mala racha de resultados con “normalidad”, como dice Lopetegui. Para el entrenador parece no pasar nada extraño ni fuera de lo normal. Justifica este momento con ver la botella medio llena porque van primeros en la Liga -empatados con el Barcelona- y dice que se van a clasificar en la fase de grupos de la Champions- Faltaría más porque los dos próximos partidos son ante el Viktoria Plzen.

Para Lopetegui los objetivos están intactos y se convence de que llegará la mejoría. Pero sigue sin concentrar al equipo el día en el que no le vale ni el empate en Vitoria y esto, antes de jugar el partido, no le beneficia porque transmite que levanta la mano y es todo lo contrario que se pide desde el club. Quieren que los jugadores estén más tensos, concentrados y exista una mayor exigencia para todos porque si no es así se asumirá que a este entrenador le viene grande el banquillo del Real Madrid.

A Julen Lopetegui se le empieza a ver superado por la racha negativa que atraviesa el Real Madrid y necesita urgentemente algo más que una victoria convincente porque empieza a coger fama de ser un entrenador blando. Los jugadores han perdido la tensión. Los que sólo pueden ver los partidos se habrán dado cuenta de que salen sin concentración y hacen demasiados regalos. Las primeras partes son horrorosas. Pero hay más. A la plantilla le falta que le suban la exigencia dentro y fuera del campo. Un cúmulo de circunstancias que preocupan en la directiva y que el entrenador tapa como una cuestión de simple mala suerte.

Julen Lopetegui Florentino Pérez
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