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Ahora todos abrazan a Dembélé, que no es el problema del Barça, sino una solución
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Gemma Herrero

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Ahora todos abrazan a Dembélé, que no es el problema del Barça, sino una solución

Todos abrazaron esta vez al francés, que se quedó solo en Vallecas celebrando su tanto mientras los demás se dirigían ya a sacar rápido. El criticado Dembélé es hoy el salvador

Foto: Messi felicita a Dembélé tras su gol ante el Atlético de Madrid. (Reuters)
Messi felicita a Dembélé tras su gol ante el Atlético de Madrid. (Reuters)

En el minuto 90’ y cuando solo llevaba 11 sobre el terreno de juego después de sustituir a Arthur en el 79’, a Dembélé le llegó la pelota en el área, tuvo la sangre fría de pararse, cambiársela de pie, chutar con la izquierda y conseguir el gol del empate que permite al Barça seguir siendo líder. El primero que fue a abrazarle fue Luis Suárez, loco de alegría. El mismo Luis Suárez que hace cinco días, desde la concentración con su selección, declaró: "Algunos lo han dicho y el propio Ousmane sabe que es un privilegio estar donde estamos. Tal vez tiene que enfocarse más y ser más responsable en algunas cosas. Es muy joven y puede inspirarse en jugadores más experimentados que lo rodean".

Todos abrazaron esta vez al francés, que se quedó solo en Vallecas celebrando su tanto mientras los demás se dirigían ya a sacar rápido desde el centro del campo. Esa misma sensación, la de estar aislado del resto en el vestuario, es la que han transmitido desde el Barça con los tirones de oreja de sus propios compañeros y deslizando sus retrasos en los entrenamientos, pero Dembélé, a pesar de todo, ya le ha dado a su equipo siete puntos en lo que va de temporada. Fue decisivo en Valladolid, en Anoeta y ahora en el Wanda Metropolitano. Lo mismo pasó en la Supercopa ante el Sevilla. Al gol llega puntual.

Foto: Dembélé en un partido con el Barcelona en el Camp Nou. (Efe)

Valverde optó por cambiar el sistema por primera vez esta campaña y el 4-4-2 le salió rana. Con un Atlético agazapado y esperando el error para salir a la contra, el Barça sobaba el balón hasta marearlo sin peligro alguno, sin profundidad, sin desequilibrar y con miedo a perder la pelota. Un tostón en toda regla ante la maraña rojiblanca. "Es difícil disfrutar de estos partidos, pero el Atlético siempre lo plantea así. No es divertido, pero es su elección y hay que respetarlo", declaró Busquets nada más terminar el encuentro a Movistar. El centrocampista pasó por alto que su equipo tampoco contribuyó al espectáculo, ni por fútbol, ni por planteamiento, y a punto estuvieron de pagarlo muy caro después del gol de Costa tras un saque de esquina en el 78’, mientras el paria de Dembélé se preparaba para salir al campo.

Cuando dos equipos juegan a no perder las posibilidades de que empaten son altas. Y eso fue justo lo que pasó en el Metropolitano, pero no se puede obviar que si el Barcelona sacó un punto fue gracias a Dembélé, al que Busquets en zona mixta siguió diciéndole que "es un jugador muy joven al que debemos ayudar, pero él también se tiene que dejar ayudar. Debe adaptarse al club, a la filosofía y exigencia del Barça".

El problema de la ambivalencia

Ante la dificultad de "filtrar las líneas de pase, hay que saber cómo defiende el Atlético y más en su campo" como dijo Valverde, el francés es un futbolista ideal porque encara, es vertical, tiene calidad, regate, puntería y ningún temor al uno contra uno. Pero, al mismo tiempo, pierde demasiados balones a lo largo de un partido porque se desentiende en de tácticas y las labores defensivas. Él va a lo suyo y esa ambivalencia le ha costado la titularidad a pesar de marcar goles decisivos.

Ahora la cuestión es saber aprovechar sus virtudes y corregir sus defectos sin domarle en exceso porque entonces perderá el desparpajo al que el Barça le está sacando petróleo. El equilibrio entre la cantidad de ocasiones que el conjunto azulgrana sufrió ante el Betis y el telele ante el Atlético con el planteamiento timorato del Txingurri también es un dilema a resolver. Y Dembélé no es el problema, porque hace dos semanas estaba en la grada por no aparecer en un entrenamiento y en Madrid tardó 11 minutos en ser la solución.

En el minuto 90’ y cuando solo llevaba 11 sobre el terreno de juego después de sustituir a Arthur en el 79’, a Dembélé le llegó la pelota en el área, tuvo la sangre fría de pararse, cambiársela de pie, chutar con la izquierda y conseguir el gol del empate que permite al Barça seguir siendo líder. El primero que fue a abrazarle fue Luis Suárez, loco de alegría. El mismo Luis Suárez que hace cinco días, desde la concentración con su selección, declaró: "Algunos lo han dicho y el propio Ousmane sabe que es un privilegio estar donde estamos. Tal vez tiene que enfocarse más y ser más responsable en algunas cosas. Es muy joven y puede inspirarse en jugadores más experimentados que lo rodean".