Es noticia
La libertad de Zidane en el Real Madrid y la 'censura' desde el palco... con las pancartas
  1. Deportes
  2. Tribuna
Ulises Sánchez-Flor

Tribuna

Por

La libertad de Zidane en el Real Madrid y la 'censura' desde el palco... con las pancartas

Zidane ha llegado para pacificar y normalizar la crisis deportiva. Pero hay aficionados que apuntan al palco y contra el Celta señalaron como culpable a Florentino Pérez

Foto: Cuatro empleados de seguridad retiraron la pancarta contraria a Florentino Pérez. (Cordon Press)
Cuatro empleados de seguridad retiraron la pancarta contraria a Florentino Pérez. (Cordon Press)

En el primer partido de Zidane en su regreso al banquillo del Real Madrid se respiró libertad en el césped y ‘censura’ en el palco. Libertad para los Isco, Bale y Marcelo que volvieron al once. También para Keylor Navas, titular y protagonista por un paradón con empate en el marcador. Zidane no hizo ninguna revolución en el once. Ha llegado para pacificar y normalizar la crisis deportiva. Lo que se propone es recuperar a los marginados y sacó del sótano a los que tanto éxito le dieron en su primera etapa sin tener en cuenta si alguno ha tenido comportamientos de indisciplina o no están en un óptimo estado de forma. Para bajarles el peso y subirles la moral hay que activarlos. Para revalorizarlos y recibir mejores ofertas, hay que volver a ponerlos en el escaparate. Fue la receta de Zidane para conseguir su primera victoria y cerrar heridas.

La libertad de tener plenos poderes y elegir qué jugadores tienen que ser titulares está reñida con la justicia deportiva. El criterio de Zidane escapa a la meritocracia. El principal afectado por la primera alineación de Zizou fue Reguilón, que se quedó en el banquillo. Si hay un futbolista que se ha partido la cara, dejado la última gota de sudor por su esfuerzo y ha brillado por encima del resto es Reguilón. Con Zidane se espera que tenga minutos en los siguientes encuentros, pero resulta llamativo que se quede fuera del once un chaval que tiene alma y compromiso. Son tiempos de reconstrucción antes de empezar la gran reforma y a Marcelo, como Isco y Bale, hay que darles bola. Zidane acabará dando un partido a su hijo Luca. No lo duden.

Foto: Isco celebra su gol ante el Celta, el segundo que marca en Liga esta temporada. (EFE)

La mejor virtud de Zidane es su psicología. Está muy por encima de cualquier otro entrenador que se pueda sentar en el banquillo del Real Madrid y tenga más conocimientos tácticos o estrategia. Zidane es el adecuado para generar ilusión y calmar la crisis. Por carisma y ya por currículum no se le va a discutir ni una sola decisión. Aunque cometa sus primeras injusticias. Se ha cargado de un plumazo la etapa de Solari y ahora Isco es un santo, Marcelo no está gordo, Bale tiene más cara de futbolista que de golfista, Marco Asensio tiene que recordar que es un proyecto de Balón de Oro y a Keylor Navas se le puede convencer de que su casa es el Real Madrid pese a que se fichara al mejor portero del último Mundial. Zidane frena la crisis con una sonrisa en los entrenamientos y las ruedas de prensa y la libertad de poner a quien le dé la gana sin tener que sonrojarse por la ecuanimidad de sus decisiones.

La decepción del aficionado

El resultado lo tapa todo. El Real Madrid gana tiempo y tranquilidad con la victoria al Celta. Con goles de dos futbolistas defenestrados que han protagonizado episodios de insubordinación y egoísmo. Isco y Bale hicieron los goles en un día en el que el Bernabéu aplaudió más un paradón de Keylor Navas, que dejó la portería a cero. En una tarde en la que se retiró una pancarta crítica contra el presidente. ‘Florentino, culpable’ es el mensaje que mostró un aficionado en la grada norte y la reacción de la seguridad fue contundente. Cuatro personas se la arrebataron y le expulsaron del estadio. La libertad de expresión en la grada queda en cuestión en una temporada en la que los aficionados y socios se pueden sentir decepcionados por la planificación deportiva, estar fuera de la Champions y la Copa, la Liga muy lejos y el paso de tres entrenadores.

El Real Madrid es inflexible cuando aparece una pancarta crítica. Se amparan en el club a la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Se sienten legitimados. El objetivo es evitar cualquier altercado o conflicto dentro del recinto y la libertad de expresión queda restringida. Las únicas pancartas son las amables que puedan mostrar en la grada de animación. No es la primera vez que se retira una pancarta contra Florentino Pérez. ¿Qué daño puede hacer una pancarta que culpe al presidente del Real Madrid? El Real Madrid es de sus socios y con educación, respeto y tolerancia se puede y debe exigir con crítica a los entrenadores, jugadores y también al presidente.

En el primer partido de Zidane en su regreso al banquillo del Real Madrid se respiró libertad en el césped y ‘censura’ en el palco. Libertad para los Isco, Bale y Marcelo que volvieron al once. También para Keylor Navas, titular y protagonista por un paradón con empate en el marcador. Zidane no hizo ninguna revolución en el once. Ha llegado para pacificar y normalizar la crisis deportiva. Lo que se propone es recuperar a los marginados y sacó del sótano a los que tanto éxito le dieron en su primera etapa sin tener en cuenta si alguno ha tenido comportamientos de indisciplina o no están en un óptimo estado de forma. Para bajarles el peso y subirles la moral hay que activarlos. Para revalorizarlos y recibir mejores ofertas, hay que volver a ponerlos en el escaparate. Fue la receta de Zidane para conseguir su primera victoria y cerrar heridas.

Zinédine Zidane Florentino Pérez Isco Marco Asensio