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Quo vadis, Rugby Español

El Confidencial publica esta carta abierta de Juan Carlos Martín 'Hansen', excandidato a la presidencia de la Federación Española, sobre su preocupación por el rugby en nuestro país

Foto: Imagen de un pasado partido entre España y Portugal. (EFE/Víctor Lerena)
Imagen de un pasado partido entre España y Portugal. (EFE/Víctor Lerena)

Siempre que me enfrento a problemas, hay una técnica que a mí personalmente me sirve que se llama “relativizar”. Relativizar nos ayuda a separar lo importante de lo urgente, a gestionar el estrés, canalizar la energía y dar la importancia debida a las cosas. Todo depende del umbral que te marques de referencia. Parece lógico pensar que es más importante un problema familiar que un problema de dinero con la empresa o una discusión sobre política… O quizás no, si relativizamos y ponemos sobre la balanza otras cosas. Las decisiones simples y las reacciones rápidas ayudan a ser más ejecutivo y a que avancen los temas en búsqueda de la mejora continua. Sin embargo, simplificando, sin ideas innovadoras, sin información y sobre todo sin relativizar pueden conducir a demagogia y a caminos oscuros sin retorno.

En los últimos años, el mundo del rugby en España parece que está actuando de manera adecuada (o por lo menos así se nos transmite desde una federación conformista). Las fichas van creciendo, el nivel de tecnificación ha subido y el rugby es reconocido como un deporte con potencial y con valores. Los presupuestos están equilibrados e incluso hay en el calendario algún que otro evento internacional con posibilidades de hacer un buen resultado. Durante los veranos hay partidos de seven y rugby playa por toda la geografía. De hecho, el rugby español ha hecho historia muchas veces, como cuando se clasificó en seven para los Juegos de Rio, cuando venció a Nueva Zelanda este año o cuando venció en xv femenino a Irlanda.

placeholder Juan Carlos Martín, 'Hansen'. (Cedida)
Juan Carlos Martín, 'Hansen'. (Cedida)

¿Es un mundo perfecto verdad? ¿o no? Efectivamente todo es relativo. La brecha del rugby español respecto al rugby mundial (países tier 1) y respecto al resto de deportes de equipo españoles se hace cada vez más grande. El rugby es el único gran deporte mundial de equipo en el que España no es una potencia. Por desgracia desde los medios federativos nos llegan solo noticias positivas sin ninguna autocrítica. Cualquier persona que no entienda de rugby te va a decir que no estamos tan mal, que total, para ser un deporte minoritario, bastantes ayudas tenemos y que para jugar cuatro pachangas hay un montón de campos de rugby por España.

Haciendo un ejercicio un poco más serio, creo que hay que relativizar y compararte primero con lo que te gustaría ser y segundo con lo que están haciendo otros, tus competidores, otros países, otros deportes, los patrocinadores, etc. Si revisamos de manera objetiva el plan estratégico que presentaba la actual federación española, veíamos que el objetivo en Rugby XV masculino era ascender al puesto 15º del ranking mundial y participar en el mundial de 2019; y en Rugby XV femenino clasificarse para el mundial del 2021. En la parte de Seven, tanto masculino como femenino, se pretendía participar en los Juegos Olímpicos de Tokio y en los campeonatos del mundo de 2018 y 2022. En la parte de arbitrajes, se pretendía que al menos 5 árbitros estuvieran ejerciendo a nivel internacional incluyendo series mundiales, olimpiadas y campeonato del mundo.

Podríamos seguir enumerando una lista de aspiraciones, que solo son eso, aspiraciones. Porque en deporte, alguna vez das la campanada y tienes rachas de suerte, pero si no cambiamos temas estructurales, estamos condenados al fracaso. Todos estos son compromisos de la actual federación a través de prensa, Twitter, mails, actos públicos, etc. pero no se ha concretado cómo se iban a alcanzar todos esos objetivos.

Llegando en breve al ecuador de la actual legislatura federativa, desde mi punto de vista, y tras una concienzuda revisión con mi equipo de “Valor de rugby” y en contacto con una buena parte del rugby español que nos reclama que empujemos para que se aborden nuevos retos, debemos empezar a cambiar urgentemente unas cuantas cosas que ya presentamos en nuestra última candidatura a las elecciones. Todos los puntos que enumeramos a continuación deben acometerse en paralelo ya que el cambio debe ser exponencial y no lineal y por supuesto con todo el rugby español convencido y remando en la misma dirección. La situación actual no es sostenible y deben tomarse medidas contundentes e innovadoras ya. Cada día que pasa es un día de retroceso para el rugby español.

  • 1. La posición de superioridad de la federación. Debemos acabar con el oscurantismo con la selección y los criterios de elegibilidades que siguen desgastando la reputación de la federación. Aparecen jugadores convocados no elegibles o no seleccionables o con lesiones y con diferentes condiciones de seguros en función del club o del país del que provengan, lo que denota una falta de diálogo y de trabajo en equipo clara. Tampoco hay visibilidad de cómo se modifican los calendarios y fechas. Para ello es fundamental cambiar el modelo de relación con los clubes y federaciones territoriales por la importancia que tienen entre otras cosas los calendarios, los seguros, la imagen de rugby unido y los cambios y convocatorias. Creo que somos el único deporte en España en el que coinciden partidos oficiales de la selección con jornadas de liga lo que denota una falta de respeto por ambos productos. El modelo actual de relación entre la federación y los clubes se basa en la supervisión, el control y la recaudación, en lugar del acompañamiento en la búsqueda de oportunidades conjuntas. Se necesita una relación de equilibrio que permita a los clubes y territoriales hacer explotar el rugby y no una persecución constante con multas y tasas, sin ningún tipo de apoyo tangible y real. Podríamos diagnosticar como un problema muy serio lo que NO hace la federación para ayudar a los clubes. Lo difícil que pone todo en las competiciones y el foco en sancionar o controlar para sacar un dineral por multas más que en ayudar. Como añadido, hay un problema serio de falta de autocrítica. Cada vez que se hace algo mal, no solo no se reconoce, no se diagnostica y no se intenta arreglar, sino que además se ataca a los que se atreven a cuestionar el status quo llamándoles antipatriotas del rugby en referencia a un artículo reciente en el que se agradecía por el apoyo a “casi-todo” el rugby español.

  • 2. Los planes de desarrollo estratégicos y centros de tecnificación. La base de todo lo que se trabaje debe ir encaminado como fin último a que el jugador tenga acceso a lo largo de su vida deportiva a todas las oportunidades para llegar hasta donde él considere y esté dispuesto a sacrificarse o a disfrutar. La gestión de jugadores de formación con la selección está siendo muy cuestionada. Los planes de formación que dicen que se van a hacer y luego no salen, un entorno deportivo sin JJOO, sin mundiales de 7, sin mundial de XV femenino para frenar definitivamente el recorrido a muchísimos talentos. Los centros de tecnificación deben ser vistos como una de las claves para el cambio estratégico ya que beneficia a los clubes, las territoriales, pero sobre todo a los jugadores y al conjunto del rugby español. Necesitamos crear tribus sub16, 17 y 18 que alimenten un equipo de España Emerging con base y competición suficiente para que lleguen a los leones y leonas la máxima cantidad de jugadores elegibles de calidad. Es desesperante ver la lentitud en implantar medidas para impulsar el crecimiento del rugby. Si, hay planes de formación, pero como ejemplo, el título de entrenador World Rugby N1 se puede obtener al precio de €60 en Cardiff cuando aquí cuesta €175. El número de fichas crece fundamentalmente por inercia y el trabajo de los clubes que representan el rugby social, lo que provoca que tengamos serias dificultades para atender a tanto jugador sin gente preparada. Con los árbitros seguimos teniendo asignaturas pendientes para que este gremio sea atractivo y de nivel ya que son la base para que se jueguen partidos y que estos sean seguros y de calidad.

  • 3. Foco en la profesionalización de los modelos y compatibilizarlo con el rugby amateur y social. Desde 1995, el rugby es un deporte profesional y no podemos pretender competir en los JJOO, World Series o clasificarnos para un mundial sin una estructura 100% profesional, tanto a nivel internacional como en los clubes de primer nivel. Debe ser atractivo para inversores y patrocinadores, porque no olvidemos que no podemos depender solo de la caridad de lo que nos asigne el CSD o World Rugby. Debemos ir por delante. Los clubes se enfrentan de manera recurrente a retos de diferente índole, pero comunes a todos y que se resuelven de manera individual. La mayoría de los clubes no tiene una estructura organizada de manera similar a una organización profesional y necesitan recurrir a la improvisación para mejorar. Muchas decisiones se toman en los clubes sin la suficiente información y asesoramiento. Debemos crear una oficina de ayuda a los clubes para ayudar a replicar modelos exitosos y a asesorarles en su día a día con las gestiones con instituciones, búsqueda y certificación de campos, oportunidades, proyectos, etc.

  • 4. Liderazgo y visión estratégica. La falta de visión provoca la improvisación permanente y falta de planificación desde hace años. No sólo en la gestión de jugadores seleccionables o no, sino en la forma de preparar finales y partidos de la selección. Faltando dos semanas para los partidos contra Italia y Fiji, aún no se sabía en qué campos iban a celebrarse. Luego vimos el partido de Georgia contra Fiji en Aranjuez. La ponderación de los presupuestos entre selecciones o las iniciativas de última hora deben acordarse desde mucho antes para que se siga un criterio lógico y entendible para todo el mundo. Es imposible estructurar y profesionalizar adecuadamente la FER si no sabemos hacia dónde vamos. No es un problema de las personas o de la calidad de su trabajo. El rugby español carece de liderazgo y de visión estratégica. El cuadro de mando integral del rugby en España implica trabajar en todas las líneas a la vez y alinear con la visión estratégica todas las acciones para que se desarrolle exponencialmente.

  • 5. El rugby como producto y la Televisión. Hay que empezar a dar apoyo real a productos de rugby. La liga, la copa, la territoriales, los circuitos de seven, los torneos de niños o rugby base, el rugby universitario, el rugby militar, el rugby integración, el rugby playa, son productos que se pueden impulsar aún más. Productos como las finales de liga y copa de S.M. El Rey deben celebrarse en estadios de futbol de máximo nivel y retransmitidos a nivel nacional y ese producto a medio plazo financiaría otros proyectos del rugby nacional. La Federación no debe buscar solo imponer tasas para ganar dinero con estos eventos, pues sin duda el retorno viene por otros lados. La liga no debe ser necesariamente propiedad de la federación ya que debe tener su propia velocidad de crucero y su propia organización para crecer mucho más rápido. La Federación debe apoyar el impulso de la liga para que sea independiente y a la vez centrarse en organizar de manera más profesional su propia estructura. Esto es tan fácil como firmar un acuerdo entre ambos. La falta de un plan efectivo de comunicación y la huida de patrocinadores está hundiendo todas las expectativas de crecimiento. Necesitamos diseñar un “producto” atractivo a largo plazo para las marcas patrocinadoras, “paquetizando” o personalizando los contenidos de forma más inteligente. La TV lleva años siendo uno de los puntos negros. Es evidente la falta de visibilidad del rugby en medios de gran difusión, tanto en relaciones públicas como retransmisión de partidos. Recientemente se publicaban cifras reales de cómo va bajando año a año la repercusión del rugby en la tv. Se pueden hacer muchos más proyectos con un mínimo de ambición y organización.

  • 6. Representación en Organismos internacionales. World Rugby y Rugby Europe. Necesitamos tener representación Internacional con embajador y funciones permanentes. No hay comunicación real ni entendimiento y España está fuera de todas las mesas claves de decisión con fuerza. Ante cualquier eventualidad u oportunidad, España lo tiene siempre más difícil. Necesitamos concretar un acuerdo y un plan de desarrollo junto con WR con objetivos y pasos claros para que la selección absoluta masculina y femenina lleguen a competir algún día en Tier 1.


Todo este conjunto de medidas se podría resumir en un eslogan: #DemosValoralRugby. Por lo menos debemos intentarlo, relativamente, podemos mejorar muchísimo.

Es nuestra inquietud para devolver al rugby lo que nos aporta cada día y hacer que cada vez el rugby esté más presente en una sociedad que necesita este deporte y a sus miembros. Construyamos juntos el camino para que, en España, al igual que en otros países no tan lejanos, cualquier niño pueda llegar a donde se proponga en el rugby. Es nuestra obligación moral de rugbiers.

Nuestro deseo es el bien del rugby español. Deseamos fervientemente que España se clasifique para el próximo mundial de XV masculino y que las próximas series mundiales de Málaga y Sevilla sean un éxito rotundo de organización y de público para que España vaya apareciendo en el mapa mundial del rugby como la potencia que debería ser ya. Cada uno de los componentes de valor de rugby seguiremos trabajando, como siempre lo hemos hecho, para ayudar en todo lo que se pueda al rugby en España y empujarlo hacia los mayores éxitos.

*Juan Carlos Martín 'Hansen' es economista y fue candidato a las elecciones presidenciales de la Federación Española de Rugby.

Siempre que me enfrento a problemas, hay una técnica que a mí personalmente me sirve que se llama “relativizar”. Relativizar nos ayuda a separar lo importante de lo urgente, a gestionar el estrés, canalizar la energía y dar la importancia debida a las cosas. Todo depende del umbral que te marques de referencia. Parece lógico pensar que es más importante un problema familiar que un problema de dinero con la empresa o una discusión sobre política… O quizás no, si relativizamos y ponemos sobre la balanza otras cosas. Las decisiones simples y las reacciones rápidas ayudan a ser más ejecutivo y a que avancen los temas en búsqueda de la mejora continua. Sin embargo, simplificando, sin ideas innovadoras, sin información y sobre todo sin relativizar pueden conducir a demagogia y a caminos oscuros sin retorno.

En los últimos años, el mundo del rugby en España parece que está actuando de manera adecuada (o por lo menos así se nos transmite desde una federación conformista). Las fichas van creciendo, el nivel de tecnificación ha subido y el rugby es reconocido como un deporte con potencial y con valores. Los presupuestos están equilibrados e incluso hay en el calendario algún que otro evento internacional con posibilidades de hacer un buen resultado. Durante los veranos hay partidos de seven y rugby playa por toda la geografía. De hecho, el rugby español ha hecho historia muchas veces, como cuando se clasificó en seven para los Juegos de Rio, cuando venció a Nueva Zelanda este año o cuando venció en xv femenino a Irlanda.

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