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Laporta ya es Maduro y se envuelve en populismo y mentira para sobrevivir en el Barça
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Albert Ortega

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Laporta ya es Maduro y se envuelve en populismo y mentira para sobrevivir en el Barça

El presidente del Barça hace del trilerismo su modo de vida mientras palmeros, comisionistas y agentes sacan tajada del club. El flotador del CSD rescata a Laporta de otro ridículo mundial

Foto: Laporta va un paso más allá. (EFE/Enric Fontcuberta)
Laporta va un paso más allá. (EFE/Enric Fontcuberta)

Joan Laporta no triunfó en la política y salió escaldado de ella, pero aprendió algo muy valioso de esa corta aventura. No importa que mientas compulsivamente a tu audiencia si apelas a las emociones más básicas del ser humano. "Nos han atacado por mar, tierra y aire con Dani Olmo y Pau Víctor", "ha sido un ataque al escudo del Barça, un club con muchos principios, valores y ética", "contra todo y contra todos" y "la oposición ha demostrado no querer al Barça" son algunas de las perlas que dejó Jan, eufórico por el título de la Supercopa ante el Real Madrid.

El presidente azulgrana, 14 días después de la fecha límite para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, se plantó en una rueda de prensa donde el espectador se marchó igual que había venido: sin conocer la verdad, sin escuchar la autocrítica de su presidente y culpando a uno o varios enemigos exteriores que atenta(n) contra el futuro del club.

Como el presidente venezolano, Nicolás Maduro, Laporta viste los ataques contra su gestión como si fueran contra el Barça y confunde representatividad con propiedad. Todo se hizo como marcan los cánones de la responsabilidad económica, deportiva, institucional y social. Un periodista árabe "llevó al huerto" a Raphinha para "crear un relato falso" y que denunciara el sindiós de las inscripciones. Ya son cuatro años de mentiras.

El mandatario que perdió al mejor jugador de la historia del Barça tras abrazar su maniquí y que hace un año apuntaba la mano negra de Florentino Pérez como el agitador de una campaña mundial de descrédito contra el Barça, ahora reveló que "podemos ir de la mano fuera del campo pese a ser rivales". Si las malvadas instituciones españolas herederas del franquismo y el furibundo "madridismo sociológico" eran los culpables de que el Barça le pagara más de siete millones de euros al vicepresidente en activo de los árbitros, Enríquez Negreira, por informes que ni jugadores ni cuerpo técnico vieron jamás, ahora son dos aliados.

​Florentino, socio y amigo

La decisión política del CSD de conceder la cautelarísima al Barça por Dani Olmo y Pau Víctor es un atropello jurídico, según señalan múltiples abogados expertos en derecho deportivo, pero para Laporta, letrado de profesión que vive del aire (porque del Barça no debería poder cobrar), todo se fundamenta en "la apariencia de buen derecho" y el club obró perfectamente. Y, si no piensas así, no quieres a Laporta. Y no quieres al Barça, que para el presidente son dos entes indisociables.

placeholder Laporta acusó a los periodistas de crear un relato falso. (EFE/Enric Fontcuberta)
Laporta acusó a los periodistas de crear un relato falso. (EFE/Enric Fontcuberta)

El presidente incluso arrancó los aplausos de los miembros de su junta directiva y de los periodistas, repartió carnets de buen culé y mal culé y hasta señaló a los periodistas que hacían "un buen trabajo" según su criterio personal. A alguno hasta le pasó la mano por el lomo y le dio un premio (un balcón, en mi casa) por levantar la pata.

Qatar era corrupción, ahora es la salvación

Una tenebrosa radiografía, pero también certera, para definir el ecosistema en el que se mueve el presidente azulgrana, donde basa su supervivencia en el engaño, la falta de transparencia, la nostalgia y el recuerdo del mejor Barça de la historia. Las promesas electorales de abrir los cajones han quedado en el olvido.

El Laporta de 2003 hubiese devorado al Laporta de 2025 si hubiese escuchado sus argumentos para no desvelar el nombre de las empresas a las que ha vendido los asientos VIP del Camp Nou para los próximos 30 años.

"-Periodista: "¿Nos puede concretar las empresas a las que el Barça le ha vendido los palcos VIP del Camp Nou?"

-Laporta: "Ya lo he dicho. Son dos empresas. Una de Qatar y otra de Dubái. No puedo decirlo por las cláusulas de confidencialidad".

Y patada a seguir.

"Los bandos están definidos. Bartomeu, Rosell, Qatar y sus decisiones nos han impedido inscribir jugadores. Los socios deben escoger entre los procesados por corrupción, los de Qatar y las mentiras o UNICEF y los que estamos limpios", afirmó con contundencia Laporta en 2015. Diez años más tarde, acompañado de su excuñado sin función en el organigrama del club y expatrono de la Fundación Francisco Franco, Alejandro Echevarría, el dinero qatarí salvó a Laporta de un ridículo mundial.

Mientras, palmeros (junta directiva), comisionistas (Darren Dein) y agentes (Pini Zahavi, Jorge Mendes) envuelven a Laporta, el aficionado del Barça todavía no sabe cuándo el equipo regresará al Camp Nou, cómo afectará tal retraso a las cuentas azulgranas ("las más robustas del mundo", en palabras de Laporta) ni qué pasará dentro de tres meses cuando caduque el plazo de la medida cautelar por Dani Olmo y Pau Víctor. Y la fuga de directivos sigue en marcha.

Joan Laporta no triunfó en la política y salió escaldado de ella, pero aprendió algo muy valioso de esa corta aventura. No importa que mientas compulsivamente a tu audiencia si apelas a las emociones más básicas del ser humano. "Nos han atacado por mar, tierra y aire con Dani Olmo y Pau Víctor", "ha sido un ataque al escudo del Barça, un club con muchos principios, valores y ética", "contra todo y contra todos" y "la oposición ha demostrado no querer al Barça" son algunas de las perlas que dejó Jan, eufórico por el título de la Supercopa ante el Real Madrid.

FC Barcelona Joan Laporta
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