A Corazón Abierto
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El alcalde italiano que tiene en vilo al talento directivo del Ibex 35 y otras denuncias
Los jóvenes que se preparan como nunca para toma el relevo de esta España en ruinas deben sentirse bastante decepcionados cuando ven que la meritocracia pondera
Los jóvenes que se preparan como nunca para toma el relevo de esta España en ruinas deben sentirse bastante decepcionados cuando ven que la meritocracia pondera poco en el sistema actual de reparto de poder. Basta con observar que las siete mayores empresas del Ibex 35 siguen teniendo a los mismos presidentes ejecutivos que han puesto a varias de estas compañías en verdadero peligro, con sus cotizaciones, con la excepción en todos los sentidos de Inditex, al borde de un precipio del que, tras mucho ajuste, ahora se alejan.
Viene esto a cuento del reciente nombramiento de Jaime Echegoyen como consejero delegado de la Sareb, el banco malo de la banca del que todos somos accionistas por real decreto. Resulta que Echegoyen fue invitado a dimitir de Bankinter en el otoño de 2010, cuando una de las ramas de la familia Botín se cansó de sus buenas palabras y sus pocos hechos. Apenas cuatro meses más tarde –febrero de 2011- estaba ocupando el cargo de consejero delegado de Barclays en España, de donde también ha sido inducido a abandonar sus funciones a finales del pasado mes de enero.
La red de amistades sigue mandando en España, como demuestra el reciente nombramiento del nuevo consejero delegado de la Sareb, invitado a dejar sus funciones en Bankinter y Barclays
Como en este país tenemos estos extraños criterios de elección, el mismo señor que no sirvió para dirigir dos bancos privados ha sido colocado en la entidad más tóxica del país, donde reina una tal Belén Romana, también por méritos propios. Es decir, amistades personales con los que redactan el Boletín Oficial del Estado (BOE). Menos mal que el Banco Santander, el que verdaderamente manda en la Sareb junto con Luis de Guindos, ha puesto a un tal Enrique Saiz, un experto en recuperar hasta la última pela, para reconducir un desastre que irá contra nuestro bolsillo. Qué razón tenía Paco González (BBVA) cuando se negó a participar en este puzzle.
Este mismo sistema de captación de talento ha llevado a bastantes presidentes a dirigir a algunas de las mayores empresas del país. Varios están ahora en vilo por, curiosidades de la vida, un desconocido alcalde de Florencia, Matteo Renzi, que por estas vicisitudes de la genética italiana se ha convertido en el primer ministro de la República. Un tipo de izquierdas sin aparentes relaciones con la vieja guardia empresarial trasalpina, parte de la cual tiene ahora que ser renovada por vencimiento de mandatos.
¿Y qué tiene que ver este corregidor con nuestras imperiales compañías? Pues se da la circunstancia de que Telefónica tiene un problema de miles de millones en Italia por su ruinosa inversión -1.544 millones de pérdidas solo en los dos últimos años- en la teleco nacional. Un mal trago en el que César Alierta se metió solito –no fue herencia de nadie- y del que el pasado año intentó salir con un acuerdo con sus infieles socios Mediobanca, Intesa y Generali.
El nuevo presidente de Italia ha puesto en cuarentena los acuerdos de Telefónica para arreglar sus millonarios problemas en Roma y la continuidad de la alta dirección de Endesa, pendiente de renovación
El business, que le obligó a desembolsar 440 millones de euros adicionales (nunca se pone dinero nuevo sobre dinero viejo, proverbio financiero), tenía la bendición del anterior primer ministro Enrico Letta, que se comprometió a extender la alfombra roja con tal de salvar a Telecom Italia. Pero a Letta le han prejubilado y todo lo firmado está ahora en cuarentena porque no se sabe cuál es el collar de Renzi, quiénes son sus amiguetes, que también los tendrá, como buen político que se precie.
Pero mientras se deshoja la margarita, “se tienen que alinear todas las estrellas del firmamento para solucionar el problema”, como bien reconoció Ángel Vila, el director financiero de Telefónica, en la reciente reunión con analistas para presentar los resultados del año, que Telecom Italia diezmó en 894 millones de euros netos. Una empresa calificada como bono basura que este viernes anunció la primera supresión del dividendo de su historia, como Telefónica hace ahora año y medio.
Si Alierta está pendiente del quehacer del alcalde, por las huestes de Endesa la preocupación es galopante. Porque Letta también se había comprometido a renovar los cargos de los presidentes de las empresas públicas italianas, como la petrolera Eni y la eléctrica Enel, dueña de la otrora compañía nacional de electricidad italiana. Se daba por hecho la extensión del cargo de Fulvio Conti y, en consecuencia, de Broja Prado y de Andrea Brentan, el presidente y el CEO de Endesa, respectivamente, a los que les expira el mandato en los próximos tres meses.
Ahora, nadie asegura la continuidad del primero y tampoco de don Borja, tiempo atrás el hacedor de los negocios de Italia en España. Conti está recluido a la espera de indicaciones, como Prado, que ha reducido su exposición pública tras el continuo book fotorgráfico que se hacía con José Luís Rodríguez Zapatero y Miguel Sebastián. Sus tensas relaciones con la familia Botín y la frialdad con el Gobierno de Soraya Sáenz de Santamaria le recomiendan sigilo, un terreno donde se mueve con más habilidad.
La salida a bolsa en Madrid de eDreams es más buena noticia para Luxemburgo que para España, ya que los impuestos y el maquillaje fiscal se quedarán en el Ducado centroeuropeo
Sin embargo, la próxima semana ambos tendrán que reaparecer. Porque Enel presenta la actualización de su plan de negocio, que tiene como asunto central la reducción urgente de la deuda mediante un programa masivo de venta de activos ¿Y de dónde puede cortar jamón el monopolío público italiano? Se habla que de Rusia, de Indonesia y de Eslovaquía, pero no se descarta que ponga pies en polvorosa en algunas actividades en España. Especialmente teniendo en cuenta que el centro de poder que Endesa tenía en Madrid ha sido trasladado en su totalidad a Roma, donde se considera que Rajoy y los Nadales han maltratado a su filial española.
Por el bien de España, sería bueno que Telefónica -resolver el entuerto le propinaría un buen acelerón bursátil- y Endesa se ganaran la confianza del novato Renzi. Por el mismo bien, que Javier Pérez Tenessa, el consejero delegado de eDreams Odigeo, asegure que su agencia virtual de viajes va a salir a cotizar en Madrid, en referenia a que estimula el seco mercado de ofertas de acciones.
Perdón por el cambio de tercrio, pero había que recordar a este joven emprendedor, que ha tenido un gran mérito al crear este holding intermediario turístico, que será más bien por la gloria de Luxemburgo, donde tiene su sociedad el domicilio social y donde paga escasos impuestos. Porque la bolsa española y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lo único que van a hacer es sellar el pasaporte comunitario expedido por el paraíso fiscal del Ducado, sin tener ninguna capacidad de influir en la información incluida en el folleto de salida a bolsa. Para que nadie se llame a engaño.
Sean felices
Los jóvenes que se preparan como nunca para toma el relevo de esta España en ruinas deben sentirse bastante decepcionados cuando ven que la meritocracia pondera poco en el sistema actual de reparto de poder. Basta con observar que las siete mayores empresas del Ibex 35 siguen teniendo a los mismos presidentes ejecutivos que han puesto a varias de estas compañías en verdadero peligro, con sus cotizaciones, con la excepción en todos los sentidos de Inditex, al borde de un precipio del que, tras mucho ajuste, ahora se alejan.