Es noticia
Y el cisne negro sobrevoló Lorca
  1. Economía
  2. Apuntes de Enerconomía
José M. de la Viña

Apuntes de Enerconomía

Por

Y el cisne negro sobrevoló Lorca

Esperemos que no les entre la diarrea electoral a nuestros políticos y se comporten como estadistas en vez de tomar decisiones precipitadas o hilarantes puestas en

Esperemos que no les entre la diarrea electoral a nuestros políticos y se comporten como estadistas en vez de tomar decisiones precipitadas o hilarantes puestas en escena como nos tienen acostumbrados y poniéndose a trabajar con el fin de paliar las consecuencias de este seísmo. Y lo que es todavía más importante, de evaluar serenamente el estado de las centrales nucleares españolas. Y no solo de ellas. Muchos edificios y otras instalaciones industriales se merecen una revisión sobre el particular, sobre todo las localizadas en el sur.

Un terremoto leve aunque mortífero

Este terremoto, esta vez sin tsunami, ha sido un cosquilleo comparado con el japonés de hace unas semanas a pesar de los fallecidos en la tragedia y de las sobrecogedoras imágenes contempladas. El trabajo sobre evaluación y riesgo de seísmos en España debería haberse finalizado hace ya tiempo. Y las medidas emanadas de él deberían estar en marcha. ¿O a qué se ha estado dedicando usted hasta ahora, Sr. Rodríguez Zapatero?

Ha sido un humilde terremoto de 5,2 en la escala de Richter. Que no se puede comparar con los 9,2 grados de Japón. Ya que la escala es logarítmica y por lo tanto cada entero muestra una intensidad diez veces mayor (o menor) que el anterior. Un terremoto calificado como moderado puede causar daños graves en edificaciones débiles o mal construidas. Pero apenas desperfectos o desconchones en aquellas que estén bien realizadas.

Mientras que un terremoto como el de ayer es equivalente a una bomba que apenas sobrepasa el millar de toneladas métricas de TNT, el cataclismo que hizo quebrar el orgullo nuclear e industrial japonés tuvo una intensidad equivalente a la explosión de 250 millones de toneladas de trinitrotolueno, unas 250.000 veces más potente. Son órdenes de magnitud que no se pueden comparar. En el caso de Lorca, los mayores daños se pueden haber producido por la cercanía del epicentro y debido a la escasa profundidad del origen del temblor.

Este hecho no debería afectar para nada a nuestras centrales nucleares, suficientemente lejos de este lugar, si están localizadas, diseñadas y operan adecuadamente a pesar de sucesos tan tristes y espectaculares. ¿Es así?

Evaluemos seriamente los riesgos sísmicos y nucleares en España

Mucho me temo que nos quedaremos sin saberlo. El Gobierno ya ha amenazado con renovar el Consejo de Seguridad Nuclear a la manera tradicional: yo nombro a mis amigos y tú a los tuyos, aunque valgan. Con lo que la fiabilidad de dicho organismo, junto con el resto de reguladores en España, seguirá ad eternum en entredicho. Y su prestigio continuará siendo inexistente a pesar de que nadie duda de que entre su personal haya gente preparada y capaz.

Por buenos deseos que no quede. Pero no hay que hacerse ilusiones. Lo expresó muy bien McCoy ayer en su demoledor artículo sobre la educación en España. La calidad de una democracia depende y será proporcional siempre a la cualificación y la cultura de sus miembros, además de la de sus gobernantes. Pero como continuemos con la deriva siniestra que ya se está cebando, todavía más, con nuestras tradicionalmente maltrechas universidades y resto de instituciones, démonos por caducados.

Esperemos que no les entre la diarrea electoral a nuestros políticos y se comporten como estadistas en vez de tomar decisiones precipitadas o hilarantes puestas en escena como nos tienen acostumbrados y poniéndose a trabajar con el fin de paliar las consecuencias de este seísmo. Y lo que es todavía más importante, de evaluar serenamente el estado de las centrales nucleares españolas. Y no solo de ellas. Muchos edificios y otras instalaciones industriales se merecen una revisión sobre el particular, sobre todo las localizadas en el sur.