Es noticia
La realidad del cambio climático según Cameron
  1. Economía
  2. Apuntes de Enerconomía
José M. de la Viña

Apuntes de Enerconomía

Por

La realidad del cambio climático según Cameron

Las evidencias acerca del cambio climático se acumulan: aumenta la humedad en la atmósfera, el nivel del mar se incrementa, los hielos del Océano ex Glacial Artico

Las evidencias acerca del cambio climático se acumulan: aumenta la humedad en la atmósfera, el nivel del mar se incrementa, los hielos del Océano ex Glacial Artico retroceden. Todo ello es coherente con la tendencia de fondo que indica que el calentamiento global es una realidad.

El período 2000-2009 fue más caluroso que los años 90, los cuales a su vez lo fueron más que los locos 80 de la refrescante movida. La década inaugural del siglo XXI ha sido la más tórrida desde que hay registros, es decir, 160 años.

A pesar de la variabilidad anual que muestra años calurosos junto con otros más fríos, desde finales de los años setenta del siglo pasado el incremento global de temperatura ha sido de alrededor 0,16°C por cada década de vellón.

Otros indicios del calentamiento global

Además de los indicadores de temperatura principales situados en la superficie terrestre, otras muchas observaciones evidencian que el planeta se está calentando gracias a la información proporcionada por más de veinte prestigiosas instituciones, junto con otras fuentes que monitorizan desde las capas altas de la atmósfera hasta las profundidades de los océanos.

Los siguientes indicadores confirman las evidencias del calentamiento:

Se ha observado un incremento perceptible de la temperatura del aire por encima, tanto de la tierra, como de los mares. La temperatura del agua de mar medida desde la superficie hasta varios cientos de metros de profundidad se ha incrementado. De igual manera lo ha hecho la humedad, reteniendo en la atmósfera humedad adicional según aumentan las temperaturas. El nivel del mar está aumentando como consecuencia de la dilatación a causa del mismo factor, así como de la fusión de los hielos terrestres. Finalmente, la contracción de los hielos árticos, los glaciares y la cobertura de nieve en el Hemisferio Norte es notoria y constatable.

Tendencia del clima a corto plazo

De la misma manera que la mayoría de la gente entiende que la climatología cambia continuamente cada hora y de un día para otro, debería comprender que el clima varía de un año para otro y cada década.

Igualmente, variaciones en el clima a corto plazo modifican temporalmente los registros, haciéndolos aumentar o disminuir, sin cambiar la tendencia de fondo.

La variabilidad natural de los sistemas climáticos pueden explicar la reciente ralentización del incremento de temperaturas, pero hay otros factores que podrían haber contribuido:

Variaciones de la actividad solar. La reducción natural de la radiación proveniente del Sol durante la década pasada, como consecuencia de los conocidos ciclos de 11 años, posiblemente ha enfriado la superficie de la Tierra.

Variaciones en el vapor de agua de la estratosfera. Ha habido, durante el mismo período, una pequeña reducción del vapor de agua alojado en la estratosfera, también un gas de efecto invernadero. Las causas de este fenómeno son desconocidas.

Un posible incremento de los aerosoles emitidos desde Asia habría podido contribuir a la ralentización del incremento de temperaturas durante la década pasada. Estos productos enfrían el ambiente al reflejar la luz solar.

La tasa de calentamiento durante tal período se podría haber infravalorado a causa de las incompletas medidas realizadas en los océanos y la escasa cobertura de datos en el Artico.

Variaciones de las medidas en la superficie del mar. Cambios en la metodología de recogida de datos realizada durante la última década habían introducido un enfriamiento artificial de hasta 0,03 °C a lo largo del período. Se ha corregido este error.

El acelerado calentamiento del Artico no ha sido suficientemente constatado. Mediciones de satélites y otros sistemas indican que su calentamiento ha sido mucho más rápido del esperado durante la década pasada. Al mismo tiempo, algunos datos sugieren que el mismo se podría estar ralentizando. El motivo de estas afirmaciones tan tibias es que los datos de la zona son escasos y son pocas las estaciones que los están registrando. Problema que es necesario paliar.

Otros factores relevantes crean incertidumbre:

Es posible que se esté transportando más calor hacia las profundidades,aumentando la temperatura de los fondos de los océanos, con el resultado de una menor constatación del calentamiento en la superficie. La falta de datos acerca de las oscuridades abisales sigue siendo, en todo caso, la mayor carencia e incertidumbre. Desde el año 2002, solo ha sido posible tomar mediciones hasta apenas los 2.000 metros de profundidad.

La variabilidad del niño y la niña contribuyó a un mayor calentamiento durante la pasada década. Durante el mismo período unas pocas erupciones volcánicas, aunque significativas, contribuyeron a enfriar el clima.

Los hielos del Artico en verano

Desde finales de los años setenta, cuando comenzaron a registrarse los datos en el Océano Glacial Artico de una manera sistemática, la extensión de los hielos se ha reducido considerablemente, con variaciones significativas de un año a otro.

Hubo una disminución dramática de los hielos en el año 2007, seguido de una recuperación parcial. Los años 2008, 2010 y 2009 fueron el segundo, tercero y cuarto año con una superficie registrada menor, respectivamente.

La altamente variable circulación atmosférica en la región ártica durante el verano influye significativamente en los cambios repentinos de las capas de los hielos oceánicos, que pueden explicar la reducción hasta el mínimo producido en el año 2007 y siguientes.

Los modelos climáticos solo pueden justificar dicha reducción si incluyen factores humanos a las variaciones naturales, sugiriendo firmemente que la actividad humana ha contribuido a dicha disminución dramática.

Lo afirma el gobierno conservador británico

Los fenómenos climáticos son tan extraordinariamente complicados como para que la interpretación de los datos no sea algo evidente y necesite de la ayuda de verdaderos expertos, algo más que simples druidas, capaces de ponderar todos los factores y de elaborar razonamientos complejos, que no consistan solo en contar palotes, sean estos keynesianos o monetaristas.

Es por ello fundamental dar crédito a los organismos en verdad rigurosos, a la vez que somos capaces de diferenciarlos de aquellos otros grupos de poder que acogen hábiles lobbies pseudocientíficos que despachan efluvios intoxicadores, y cuya capacidad de comunicación es infinitamente mayor, a eso se dedican, que la de las instituciones cuya labor es investigar con ahínco.

Las afirmaciones anteriores pertenecen a Met Office, el pérfido organismo oficial británico de meteorología. Que cada uno se confeccione su propio sayo de esta capa y saque las conclusiones que su tribu, sus ideas preconcebidas, sus neuras, obsesiones, sus fetiches académicos, su codicia inmediata o su inmundicia mental le permita.

Por una vez ni pongo ni quito rey, pero ayudo al planeta mi señor, en este caso vetusta y ahumada doncella: la Tierra, hermafrodita dama de belleza crepuscular, una vez divina en su lozana exuberancia y, hoy, ajada y cada vez más marchitada.

Este artículo no es cosecha propia, zapatero a tus zapatos, con lo que ni afirmo ni niego nada, sino que informo al lector. 

Las evidencias acerca del cambio climático se acumulan: aumenta la humedad en la atmósfera, el nivel del mar se incrementa, los hielos del Océano ex Glacial Artico retroceden. Todo ello es coherente con la tendencia de fondo que indica que el calentamiento global es una realidad.