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Juan Astorqui

Basado en la Evidencia

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A latigazos

Seguimos 'erre que erre' con el látigo en la mano fustigándonos sin solución de continuidad, y un día tras otro desde hace ya cinco años. No

Seguimos 'erre que erre' con el látigo en la mano fustigándonos sin solución de continuidad, y un día tras otro desde hace ya cinco años. No hay cuerpo social que aguante esta penitencia. Y lo que es peor, los árboles no nos dejan ver los hongos y setas que se esconden bajo ellos. Nadie puede negar que el bosque está complicado, pero, aprovechando la temporada, vayamos a por setas.

“Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa”. Y más de uno se preguntará: ¿se puede ser optimista?

Tenemos una buena cosecha de setas y no parecen tóxicas. Algo está cambiando en la competitividad de la economía española. Que Bayer decida trasladar toda la producción mundial de aspirinas a su fábrica de Asturias, que Ford cambie su producción de automóviles de Genk (Bélgica) a Valencia, que Renault se decida por sus factorías en Castilla-León, que Apollo, uno de los principales fondos de inversión del mundo, anuncie inversiones en este mercado por valor de 1.000 millones de euros, o que Abengoa y Renovalia, empresas líderes en instalaciones de renovables, construyan este año dos de las mayores plantas, una fotovoltaica y otra eólica, en USA y en México, respectivamente, significa que debajo de los pinos hemos encontrado hermosos ejemplares de boletus edulis. ¡A la cesta! Y hay más boletus edulis y níscalos.

Alguien tiene que ponerse al frente de las buenas noticias y recoger y exponer las setas. No sólo hay 'una', como decía el presidente del Gobierno en Valladolid días atrás. No hay más que echarle un vistazo al saldo exportador, a las inversiones extranjeras (273 proyectos en 2011 y creciendo en 2012) a los resultados del turismo, a la mejora de los ratios de competitividad, entre otros.

Alguien tiene que ponerse al frente de las buenas noticias y recoger y exponer las setas. No sólo hay 'una', como decía el presidente del Gobierno en Valladolid días atrás. No hay más que echarle un vistazo al saldo exportador, a las inversiones extranjeras, a los resultados del turismo, entre otros

Y este conjunto de hechos y otros hacen que la reputación de España mejore de manera sustancial fuera de nuestras fronteras. Con los datos en la mano, nuestro país se mantiene en la 16 posición de reputación de un total de 57 naciones. La fuente es 'Country Rep Track Spain 2012', estudio que realiza la consultora americana “Reputation Institute” y el Real Instituto Elcano entre 36.000 ciudadanos de los países del G8.

Para nuestra recuperación moral, deberíamos saber que la percepción de España es la quinta entre los países del G8, tras Canadá, Alemania, Japón y Reino Unido. Las exportaciones, la entrada de inversiones extranjeras, la competitividad, el nivel de desarrollo, las infraestructuras, la calidad de vida y la calidad institucional son los causantes de esta posición. Y hay más: la imagen española crece en Alemania en 6 puntos sobre la anterior encuesta.

Pero las cosas cambian cuando las preguntas se hacen en la península. La consideración que tenemos de nosotros mismos cae en picado, y el desánimo que comienza en 2008 se agudiza, sin parar, en 2009, 10 y 11. Los problemas, cuando se viven de cerca, se hacen más grandes y la angustia ocupa todo o una buena parte del sentir de la sociedad.

“Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa”.  El consejo se lo daba a sí mismo sir W. Churchill, quien alguna que otra crisis tuvo que gestionar. Como buen inglés, no perdió ni el ánimo ni la media sonrisa. Algo de ese espíritu nos vendría muy bien.

*Juan Astorqui. Corporate Finance

Seguimos 'erre que erre' con el látigo en la mano fustigándonos sin solución de continuidad, y un día tras otro desde hace ya cinco años. No hay cuerpo social que aguante esta penitencia. Y lo que es peor, los árboles no nos dejan ver los hongos y setas que se esconden bajo ellos. Nadie puede negar que el bosque está complicado, pero, aprovechando la temporada, vayamos a por setas.