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Por qué una empresa debe ‘regar’
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Pablo Zamorano

Basado en la Evidencia

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Por qué una empresa debe ‘regar’

En torno a un 70% de las empresas que han anunciado un Expediente de Regulación Empleo (ERE) en el último año en España han esgrimido, como

En torno a un 70% de las empresas que han anunciado un expediente de regulación empleo (ERE) en el último año en España han esgrimido, como una de las principales razones para hacerlo, la necesidad de ajustar su estructura para volver a emprender una etapa de crecimiento. La pregunta inevitable es, una vez ejecutada esa reducción laboral, ¿realmente han vuelto a la senda de crecimiento como decían? ¿Son conscientes de ello sus propios empleados, clientes o proveedores?

Por supuesto que existen muchos otros factores que intervienen en que una compañía facture y tenga cuantos más beneficios mejor, más allá del redimensionamiento de los recursos humanos que necesita para llevar a cabo su actividad. Pero si el mensaje que lanzaron es el que es, y suponiendo que es verdad, ¿por qué muchas de ellas parece que se encierran en sí mismas o acrecientan un cierto decaimiento después del ERE?

Es como si, llevándolo al plano de la simbología y ahora que estamos en pleno otoño, las empresas vieran impasibles cómo caen las hojas de un árbol que se está quedando seco y no lo regaran. Como si prefirieran esperar a que cayera hasta la última hoja, sin echar agua para no ‘gastar’ más de lo necesario con la esperanza de que con el paso del tiempo renaciera por sí solo (con la lluvia, por ejemplo).

La recuperación de la imagen de una empresa tras un ERE necesita de dos ingredientes: haber finalizado adecuadamente el proceso de reestructuración y, tras él, tener ganas de dar la vuelta a la situación cuanto antes

Y es que, al igual que para las plantas y los seres vivos es fundamental el agua, en la imagen y reputación de la compañía también. Existe el dicho de que “uno no se acuerda de su reputación hasta que la pierde” y quizá llegado ese momento sea tarde para que la empresa reactive su ritmo de ventas porque ni sus empleados están comprometidos, ni sus clientes se fían, ni sus proveedores están seguros de prestar el servicio, no vaya a ser que luego no les paguen. Por citar sólo unos ejemplos.

La recuperación de la imagen y reputación de una empresa tras un episodio como un ERE necesita de dos ingredientes fundamentales: haber finalizado adecuadamente el proceso de reestructuración y, tras él, tener ganas de dar la vuelta a la situación cuanto antes. A partir de ahí, hay que tener claro los objetivos de negocio, el plan para conseguirlo y con ello comprometer a tus accionistas, empleados, clientes y proveedores en el proyecto. No es fácil y cada uno requerirá de un tratamiento y mensajes personalizados, pero lo que está claro es que si no se riega, con comunicación y persuasión, no habrá frutos que recoger.

Cisco Systems, por ejemplo, llevó a cabo durante 2011 un proceso de reducción de plantilla de 6.500 empleos con el fin de reorientar la situación para volver a crecer. Un año después, los planes de crecimiento tras el ERE se hicieron realidad: su facturación creció por encima del 6% y sus ganancias se incrementaron un 23,8%. Influyeron muchos factores, pero hubo un denominador común: ‘regaron’ antes de que el árbol mostrara síntomas de flaqueza.

*Pablo Zamorano. Comunicación Corporativa y Financiera Burson-Marsteller

En torno a un 70% de las empresas que han anunciado un expediente de regulación empleo (ERE) en el último año en España han esgrimido, como una de las principales razones para hacerlo, la necesidad de ajustar su estructura para volver a emprender una etapa de crecimiento. La pregunta inevitable es, una vez ejecutada esa reducción laboral, ¿realmente han vuelto a la senda de crecimiento como decían? ¿Son conscientes de ello sus propios empleados, clientes o proveedores?

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