Es noticia
Tentaciones oligopolísticas: el 'Gran Hermano' de la competencia vigila a la banca
  1. Economía
  2. Columna Capital
Columna Capital

Columna Capital

Por

Tentaciones oligopolísticas: el 'Gran Hermano' de la competencia vigila a la banca

Cada vez hay menos entidades financieras. Y menos que van a quedar. La tentación de sentarse y pactar lo conveniente para el sector es creciente, y la CNMC lo sabe

Foto: El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada. (EFE)
El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada. (EFE)

Cuesta entenderlo, porque la sensación es que la banca siempre gana, pero la banca lo está pasando mal. Su negocio se está marchitando en un contexto de tipos de interés al 0% -o por debajo, incluso-, de menores volúmenes de crédito, de más exigencias de capital y regulatorias, de más competencia por parte de la banca en la sombra ('shadow banking') y las nuevas iniciativas tecnológicas que ofrecen servicios financieros ('fintech') y, para qué negarlo, de malestar entre los clientes con respecto a la banca tradicional. La crisis se ha metido en la sociedad hasta el tuétano, y las entidades financieras no cotizan demasiado alto en las clasificaciones de popularidad.

Estas impresiones quedan reflejadas en los resultados que están obteniendo los bancos en su negocio español. El margen de intermediación del sector, que hace un lustro superaba los 70.000 millones de euros, mermó en 2014 -faltan los datos definitivos de 2015- hasta los 64.000 millones; el margen bruto, que superaba los 105.000 millones, cayó en 2013 y 2014 por debajo de los 100.000 millones, y el margen de explotación reculó de los 61.500 a los 50.500 millones entre 2009 y 2014. Aunque es, sobre todo, la rentabilidad. Entre 2000 y 2008, la rentabilidad sobre el capital (ROE) del sector se situó en el 12%; en 2014, se limitó al 5%. En el otro lado de la balanza, el coste del capital (COE) ronda el 10%. Lisa y llanamente, con estas cifras el sector es inviable.

Por eso se espera una nueva ronda de fusiones; solo los más fuertes, en volumen, pero sobre todo en rentabilidad e idea de negocio, sobrevivirán. Pero en ese proceso, los permisos y vericuetos políticos suelen ser precisos, con lo que el 'impasse' político en el que se encuentra España, con cuatro meses ya sin Gobierno -o en funciones-, ha retrasado el baile. Como preludio, las entidades han recurrido ya a las reducciones de costes para acudir en defensa de su cuenta de resultados; que lo que no se consigue por arriba, con los ingresos, se contrarresta por abajo, con menos gastos.

Se espera una nueva ronda de fusiones; solo los más fuertes, en volumen, pero sobre todo en rentabilidad e idea de negocio, sobrevivirán

Pero hay más. El mapa bancario español, configurado principalmente antes de la crisis por 60 bancos y cajas de ahorro, ha quedado limitado ahora a 14 entidades. Con menos jugadores, la tentación de ponerse de acuerdo, de sentarse para trazar las líneas básicas y las conveniencias del sector, vuelve a estar sobre 'la mesa'. La polémica desatada en 2015 con las comisiones de los cajeros automáticos, tras una secuencia de decisiones similares iniciada por CaixaBank, seguida por BBVA y prolongada por Banco Santander -es decir, los tres más grandes-, ya sonó a demasiada coincidencia. De hecho, sirvió para poner en alerta a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Unos meses después, la CNMC ha confirmado que, en efecto, está siguiendo de cerca los pasos de las entidades financieras. El pasado jueves comunicó que ha abierto un expediente sancionador a Banco Santander, BBVA, CaixaBank y Banco Sabadell por prácticas contrarias a la competencia. Marca un hito importante, porque es el primero que atañe al sector bancario. Y también porque supone un aviso de lo que puede estar por venir en un futuro en el que se asume que esas 14 entidades aún son demasiadas y en el que, a lo sumo, permanecerán seis o siete.

Los bancos están defendiendo sus márgenes. Y reducen el interés de los préstamos con menos intensidad que el de los depósitos, y trasvasan a depósitos a la vista todo el dinero que pueden; y procuran vender todos los productos de valor añadido que están a su alcance para generar las correspondientes comisiones. Pero una cosa es la legítima defensa del negocio y otra muy distinta pactar esa defensa. La banca no lo tiene fácil, pero debe huir de las tentaciones y los atajos para repensar su negocio. El 'Gran Hermano' de la competencia ya vigila.

Cuesta entenderlo, porque la sensación es que la banca siempre gana, pero la banca lo está pasando mal. Su negocio se está marchitando en un contexto de tipos de interés al 0% -o por debajo, incluso-, de menores volúmenes de crédito, de más exigencias de capital y regulatorias, de más competencia por parte de la banca en la sombra ('shadow banking') y las nuevas iniciativas tecnológicas que ofrecen servicios financieros ('fintech') y, para qué negarlo, de malestar entre los clientes con respecto a la banca tradicional. La crisis se ha metido en la sociedad hasta el tuétano, y las entidades financieras no cotizan demasiado alto en las clasificaciones de popularidad.

Banca Tipos de interés Rentabilidad Resultados empresariales