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Grecia y sus ciudadanos son meros daños colaterales
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Grecia y sus ciudadanos son meros daños colaterales

Si no se sabe de dónde se viene, no se puede saber a dónde se va. Por desgracia, se ven las noticias como hechos aislados a

Si no se sabe de dónde se viene, no se puede saber a dónde se va. Por desgracia, se ven las noticias como hechos aislados a corto plazo. No se mira a la Historia para ver qué acontecimientos han llevado a la situación actual. 

Cuando la elite creó la UME sabía que no era una Área Optima. “El estado actual no es adecuado para empezar una unión monetaria. Un retraso debe ser considerado” decían en 1988 Neumann, Ernst Helmstädter, Wilhelm Nölling y Wilhelm Hankel.

Faltaba un elemento básico que permite que las uniones funcionen, un mecanismo de transferencia entre países con superávits y países con déficits. No fue un despiste no crear ese mecanismo. La UE es absurdamente meticulosa con sus asuntos. No olvidó una de las condiciones para que una unión no arruine a sus países.

Sin ese mecanismo, con la negativa franco-alemana a corregir los excesos, la corrupta casta política y la pasividad ciudadana, Grecia y Portugal estaban condenados desde 1999. Pero la elite no podía implementar en 1999 la Europa que quería, una UE que pasara el poder de los Estados nacionales a un gobierno central y el fin de un sistema de prestaciones sociales costoso para las corporaciones.

No se podía crear la UME en un paso. El Presidente de la Comisión Prodi decía en el 2001 “el euro obligará a introducir un nuevo conjunto de instrumentos. Es imposible proponerlos ahora pero un día habrá una crisis y los nuevos instrumentos serán creados”.

Ceder soberanía monetaria al BCE y legislativa a Bruselas era bastante como para eliminar poder estatal y el sistema de Bienestar. La connivencia político-financiera, la falta de vigilancia de los reguladores y la pasividad ciudadana llevaron a la burbuja del crédito a partir del 2001.

Para el 2007, los desequilibrios entre países con superávits y déficits por cuenta corriente eran insostenibles. La crisis financiera en los EEUU fue el detonante de una crisis que antes o después habría estallado en la UE.

El primer reflejo de la crisis apareció en el sector financiero. La reacción de la elite fue rescatar a las entidades con €109.000 millones del primer LTRO y con líneas de la Fed.

El agravamiento de la situación de las entidades llevó a más ayudas públicas. El gobierno irlandés asumió €40.000 millones de deudas de Anglo “a cambio” de €15.000 millones de recortes y quedarse sin fondos para pagar las pensiones.

Como consecuencia de estos rescates y la penosa actuación gubernamental, la crisis financiera se convirtió en crisis soberana y los déficits públicos explotaron. Los Estados no tienen por qué endeudarse emitiendo deuda. La UE podría tener déficit público sin emitir deuda. España no tendría que preocuparse por colocar su deuda y menos al 10%.

Pero por la “errónea” concepción de la UME, los Estados deben endeudarse a través del Mercado siguiendo una Ley que no permite que los Estados se financien a través del BCE. El aumento del déficit desde el 2007 no fue tanto por el descontrol público como por el apoyo al sector financiero (Alemania), pago de intereses de la deuda (Italia) o pérdida de ingresos por el desempleo (Francia).

Como la Comisión reconoce, “las balanzas fiscales se deterioraron con los estabilizadores automáticos responsables de la mitad del deterioro”. A pesar de ello, la reacción de la UE ante el aumento de los déficits fue culpar a los Países, “cargarse” sus gobernantes e imponer un ajuste que no soluciona los problemas.

Estos hechos explican la situación de Grecia hoy. La UE podría haber evitado su endeudamiento en 1999 con una correcta UME, en el 2003 cuando el BCE pidió corregir su déficit o haber forzado su quiebra en el 2010 cuando era claro que no tenía solución.

Pero la UE no podía permitir la quiebra en el 2010 porque habría dejado a las entidades francesas y alemanas con un agujero de €81.000 millones.

En vez de la quiebra, se dieron €110.000 millones a cambio de recortar salarios, despedir funcionarios y privatizar empresas. Medidas imposibles de implementar por la falta de voluntad del gobierno y por una parte de la población que nunca ha pagado impuestos.

Durante el 2011 más reuniones entre la UE y Grecia. Ahora se discute un segundo rescate de €130.000 millones a cambio de despedir a 30.000 funcionarios, perder el 40% de la jubilación, reducir los salarios públicos un 15%…

Puede que se apruebe este rescate pero la UE no tiene intención de aplicarlo. ¿Cómo justificar que Grecia tuviera una quita del 70% sin cumplir las medidas de ajuste cuando España hace recortes y una reforma laboral?

Para ello, la propaganda de la UE vendió la idea que los hedge funds buscaban la quiebra y la aparición de los CDS, a pesar que las entidades francesas y alemanas ya los tenían diariamente descontados a precios de mercado.

La idea era dar tiempo a las entidades para que se prepararan para la quiebra griega con la ayuda del LTRO II y el incremento de las líneas con la Fed. Ahora, pueden asumir esos €81.000 millones. Grecia ya puede quebrar.

Pero no quieren que parezca que es una decisión de La UE, así que se invita a Grecia a que se vaya. Han colocado al país en una situación que el próximo gobierno pedirá la salida. Grecia ya cumplió su papel. Gracias y adiós.

Con Grecia fuera, ni Portugal ni Irlanda son un problema. Portugal lo es para las entidades españolas pero no para las alemanas e Irlanda irá bien con los ajustes.

Después viene Italia. El Monti fue a EEUU a buscar protección y fondos. Es “uno de los nuestros” pero con sentido común. Su plan de inversiones tiene lógica, pero va en contra del pensamiento único de austeridad.

España deberá continuar con sus ajustes a pesar de lo que significa para los ciudadanos. Y sin mostrar ninguna duda en la aplicación de las medidas o el mercado atacará. El paso final es Francia. Cuanto más débil, mejor para Alemania. Cuanto más apoya la Merkel a Sarkozy, más cerca está Hollande de la victoria.

Grecia solo es un peón en este ajedrez. Un experimento que prueba que la crisis no es tanto económica sino una herramienta de transformación de la sociedad.

Cuando el gobierno alemán pide un protectorado sobre Grecia, sigue las ideas de Verwaayen: en este mundo global, la nación está desapareciendo y se debe reemplazar por la relación entre corporaciones y regiones. Las corporaciones europeas no pueden competir con Asia. Sobran pensiones y prestaciones. Es la “asiación” de la UE.

El desempleo pasa a ser un problema individual. Los trabajadores están tan asustados y tan endeudados que la deuda cura el problema laboral. Las reformas se aceptan con tal de mantener el trabajo.

Como en toda guerra hay efectos colaterales. Grecia y los ciudadanos solo son eso.

Si no se sabe de dónde se viene, no se puede saber a dónde se va. Por desgracia, se ven las noticias como hechos aislados a corto plazo. No se mira a la Historia para ver qué acontecimientos han llevado a la situación actual.