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'Barbarians at the gate' y los 37 del picnic
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Roberto Centeno

El Disparate Económico

Por
Roberto Centeno

'Barbarians at the gate' y los 37 del picnic

“O es muy valiente o es muy estúpido” dice Financial Times de Zapatero. Con su diplomacia habitual, planteándolo en forma de alternativa, el mensaje a sus

“O es muy valiente o es muy estúpido” dice Financial Times de Zapatero. Con su diplomacia habitual, planteándolo en forma de alternativa, el mensaje a sus lectores en general y a los mercados en particular, es inequívoco: Zapatero es algo que todos sabemos, incluidos los 37 grandes empresarios, que se han prestado a su última bufonada, con las honrosas excepciones de Amancio Ortega (Inditex), Juan Roig (Mercadona) y Dominique de Riberolles (Cepsa). Y esto ocurre con “los bárbaros a las puertas”, con los hedge fund atacando el sistema monetario europeo con gran éxito, porque ni gobiernos ni BCE están a la altura.

 

En EEUU, cuando tras la caída de Lehman todo el sistema financiero se tambaleaba, el Tesoro y la FED decidieron mandar un mensaje claro y nítido a los mercados: no iban a permitir que ningún hijo de su madre hiciera caer el sistema financiero norteamericano. Paulson, Secretario del Tesoro a la sazón y ex presidente de Goldman el mayor banco de inversión del mundo, más o menos como la Sra Salgado, mandó calcular la cantidad de dinero que sería necesaria para recapitalizar el sistema, su gente le calculó la cifra y entonces decidió poner el doble, un aviso de que los especuladores no prevalecerían, que los hedge fund jamás podrían desafiar al gobierno de los Estados Unidos e irse de rositas. En pocas semanas la especulación desapareció.

Desgraciadamente, en Europa no existe nada parecido, gobiernos inconexos y timoratos, y burócratas incapaces de estar a la altura del desafío. En el caso de Grecia, esperaron hasta el último minuto para actuar, en el caso de Irlanda, dudaron durante semanas, calcularon el mínimo para salir de la crisis y los “hedge fund” se los están comiendo con patatas. Y cuando hayan acabado con Irlanda, irán a por Portugal y a por España, donde la deuda e incluso los bancos más sólidos pueden perder la mitad de su valor en 48 horas si los inversores internacionales se proponen ir en serio a por ellos.

El caos europeo resulta patético. “La banda (The gang) dispara en todas direcciones sin acertar una”, afirma el último The Economist. Hace cuatro días algunos se han puesto en plan Paulson, “pondremos todo el dinero lo que haga falta”, pero a la vez, la señora Merkel y el gobernador del Bundesbank disparan en sentido contrario: habrá quitas importantes para los tenedores de deuda, “no van pagarlo todo los contribuyentes”, con lo que la deuda soberana se está hundiendo, y además nos cuentan que han preparado un plan de “quiebras ordenadas” para 2011, donde España obviamente encabeza la lista. Justo lo que necesitan los mercados para tranquilizarse, y ello con independencia de que la dirigente alemana tenga o no razón, y la tiene, pero el momento no puede ser más desafortunado.

 

España no es Irlanda

Desgraciadamente, es cierto. Irlanda posee una economía competitiva, innovadora y dinámica. Gracias a su “dumping fiscal”, un impuesto de sociedades del 12,5 % que no será tocado en el ajuste, ha conseguido atraer a numerosas empresas, fundamentalmente norteamericanas, la mayoría de alta tecnología como Google y otras similares. Consecuencia de ello, la industria representa el 46% del PIB, frente al 15% en España. Hasta septiembre, el saldo de la balanza comercial arrojaba un superávit de 55.200 millones de dólares, frente a un déficit de 70.700 España. El PIB “per cápita” es más de un 30 % superior al de España y el paro casi la mitad. Es cierto que su PIB ha caído más que el nuestro en 2008 y 2009, pero es que la cifra oficial no sólo es falsa, es que la diferencia con la realidad es brutal, es sólo la cuarta parte de lo hemos caído realmente.

Y entonces, si son tan dinámicos y competitivos, ¿qué es lo que ha pasado? Muy sencillo. El gobernador del Banco de Irlanda permitió a la banca privada irlandesa endeudarse sin límite, con lo que financiaron la burbuja inmobiliaria e innumerables disparates más. Llegado el momento de devolver, y al igual que está sucediendo con las Cajas en España, como era imposible reintegrar nada porque su dinero se había evaporado, lo refinanciaron, pero para ello era necesario el aval del Estado. Y un gobierno insensato, que perderá las elecciones en enero, y donde varios de sus miembros pueden acabar procesados, de ahí su resistencia numantina a ser rescatados, avaló a unos bancos insensatos, convirtiendo una gigantesca deuda privada en deuda pública. El dinero ya no lo deben los bancos lo deben los irlandeses, 23.000 euros por ciudadano. La deuda de Irlanda procede del sistema financiero, no de la economía real.

 

Irlanda recibirá cerca de 100.000 millones de euros, que es el agujero dejado por unos bancos irresponsables, cuyos ejecutivos afortunadamente están en el paro y a la espera de responder de sus tropelías, al contrario que en España, donde nadie responde de nada, todos siguen en sus poltronas y tirando de Visa Oro, a pesar de que el Estado les ha refinanciado ya con su aval más de 180.000 millones de euros, y tendría que refinanciarles (el condicional es porque antes suspenderemos pagos), porque no tienen un euro para devolver 200.000 millones en los próximos dos años. Es una broma que se afirme como un gran logro que “las fusiones estarán completadas antes del 24 de diciembre”. Ese no es el problema, el problema es que tienen que devolver cientos de miles de millones y la mayoría están quebradas.

La farsa de los 37

 

¿Cómo pueden “debatirse los retos de la economía española” en tres horas y con 37 personas a la vez? ¿Qué clase de broma es esa? Algunos tenían motivos para acudir, pero otros muchos no. ¿Por qué se han prestado a una farsa que no ha ocurrido en ningún país civilizado? Decir que “no se puede rechazar la invitación del Presidente” es una pobre excusa, porque se puede, pero aceptando que fuera así, ¿por qué no le han exigido lo más importante, lo único que daría una oportunidad a España, si es que aún existe, su dimisión inmediata?

Varios han filtrado a los medios sus “valerosas” intervenciones y advertencias. No se si exageran o no, pero aún así da lo mismo y por dos razones. La primera, porque es demasiado poco y demasiado tarde, un brindis al sol. La segunda, porque lo importante es lo que dijo el baranda, prometer vagamente que “si es necesario acelerar las reformas -que prometimos y no hicimos- lo haremos”, pero de momento se va de excursión toda la semana, luego vienen los puentes y luego pensará si es necesario o no, pero ¡tranquilos!, porque se va a crear una Comisión Nacional de Productividad.  Un insulto a los españoles.

Zapatero pide a los empresarios “ayuda para salvar la imagen de España”, y como he dicho antes, éstos no han tenido el cuajo de decirle a la cara lo obvio: que lo primero para salvar la imagen de España es su dimisión y su sustitución por alguien creíble y capaz. Lo ideal sería obviamente un Gobierno de coalición que abordara todos los problemas de la nación, empezando por los económicos y terminando por una nueva Ley Electoral, antes de la convocatoria de elecciones, que  hasta podría ganar una nueva ejecutiva socialista, si en el PP siguen los mismos.

Esto es tan claro, tan indiscutible y tan urgente, que los empresarios y los políticos no tienen perdón de Dios sino lo exigen. Ya no hay tiempo para convocar elecciones. Se necesitan acciones contundentes en días. España puede quebrar en cuestión de semanas, meses como máximo, y además su posible alternancia, Rajoy, si es incapaz de arreglar su propia casa, con Valencia y Madrid, la CCAA y el Ayuntamiento más despilfarradores y peor gestionados del país, ¿cómo arreglará España? Muchas administraciones territoriales y cajas están en quiebra técnica. El problema es inmediato.

Los recientes cambios en los diferenciales del bono español a dos años con Alemania  y el de diez años, significan que el mercado contempla el riesgo de impago de España como inminente. Nuestro rescate costaría, según varios analistas consultados por Bloomberg, 750.000 millones de euros, pero para empezar el BCE tendría que poner 100.000 millones para comprar bonos españoles las próximas semanas, más que todo el rescate de Irlanda. Y si no lo pone estamos muertos. Zapatero ha destruido ya a esta gran nación y puede acabar destruyendo al euro, pero en todo caso, en las próximas semanas-meses se juega nuestro destino.

“O es muy valiente o es muy estúpido” dice Financial Times de Zapatero. Con su diplomacia habitual, planteándolo en forma de alternativa, el mensaje a sus lectores en general y a los mercados en particular, es inequívoco: Zapatero es algo que todos sabemos, incluidos los 37 grandes empresarios, que se han prestado a su última bufonada, con las honrosas excepciones de Amancio Ortega (Inditex), Juan Roig (Mercadona) y Dominique de Riberolles (Cepsa). Y esto ocurre con “los bárbaros a las puertas”, con los hedge fund atacando el sistema monetario europeo con gran éxito, porque ni gobiernos ni BCE están a la altura.

Deuda Banco de España